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Capturar tasas atractivas en dólares reduciendo riesgos

Estamos ante un escenario sumamente atractivo en lo que respecta a las tasas de interés en dólares estadounidenses

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Getty Images

En setiembre, los recortes en la oferta global de crudo reavivaron las preocupaciones inflacionarias, mientras que las proyecciones económicas de la Reserva Federal reafirmaron la idea de que las tasas se mantendrán altas por más tiempo. Todo esto impulsó un aumento generalizado en los rendimientos de los bonos del tesoro.

Por otra parte, sobre comienzos del mes los gobiernos de Arabia Saudita y Rusia anunciaron que extenderían hasta fin de año los recortes vigentes en su producción diaria de petróleo, en una reducción combinada de 1,3 millones de barriles por día. A esto se sumó la decisión de Rusia de vetar temporalmente las exportaciones de gasolina con el fin de estabilizar el mercado interno. Dada la relevancia de estos países en la oferta global de crudo, los precios de la materia prima evolucionaron al alza.

Esta situación fomentó que los mercados terminaran con pérdidas generalizadas. Esto, junto con el aumento en los precios del petróleo, impactó principalmente a la renta variable de manera negativa. A esto se le sumaron los continuos problemas en China de la desarrolladora inmobiliaria Evergrande, y las amenazas de un cierre del gobierno de Estados Unidos ante la falta de un acuerdo para renovar el financiamiento del país.

Frente a este escenario, mantenemos la preferencia por los mercados emergentes a través de la sobreponderación en Latinoamérica, por ser una región más adelantada en el ciclo de la política monetaria, junto con una preferencia por la renta variable estadounidense ante la resiliencia económica que han mostrado sus indicadores. En cambio, subponderamos a la Eurozona, donde la economía ha mostrado mayor debilidad.

En materia de renta fija internacional, conservamos el sesgo largo en duración de los portafolios, en línea con las expectativas de futuras caídas en las tasas que compensarían los últimos aumentos, así como la preferencia por activos de mejor calificación en la deuda corporativa, manteniendo la cautela a través de activos más seguros, como investment grade.

Nos encontramos frente un escenario sumamente atractivo en lo que respecta a las tasas de interés en dólares estadounidenses. Ante cierta incertidumbre y el posible riesgo de reinversión a tasas más bajas en el futuro cercano, encontramos conveniente invertir en instrumentos de duración media con el fin de poder capturar tasas atractivas por un período de tiempo prolongado.

En esta línea, hacemos fuerte hincapié en la inversión de fondos de vencimiento fijo, que se comportan de manera muy similar a la Renta Fija tradicional, pero con alta diversificación de crédito. Esto brinda la posibilidad de invertir en un plazo conocido y certero con diversificación de crédito de hasta 150 papeles, contar con una gestión de alta calidad con excelentes registros de seguimiento a lo largo de la historia y acceder a ingresos regulares en el tiempo y obtener su capital al vencimiento.

Por su parte, la deuda corporativa es una categoría que seguimos sobreponderando frente a los bonos del tesoro. El incremento en la volatilidad impulsó un movimiento al alza en los diferenciales de riesgo de los activos de menor calidad crediticia, mientras que la deuda de grado inversor presentó mejoras en este aspecto. A pesar de esto, los retornos actuales del high yield hicieron que esta sea la categoría de crédito más rentable en el mes. No obstante, continuamos observando deterioros en sus fundamentales, por lo que mantenemos nuestra preferencia por instrumentos de mejor calificación.

En lo que concierne al mercado local, la publicación del Informe de Cuentas Nacionales del Banco Central del Uruguay reveló una contracción del producto de 2,5%, mayor a la prevista durante el segundo trimestre.

El desempeño de la economía se contrajo en términos trimestrales en 1,4% respecto al período anterior, principalmente por los efectos de la sequía, así como por una caída significativa de la demanda externa.

Por su parte, la inflación acumuló una variación interanual de 3,87%, alcanzando el menor registro en casi 22 años.

En línea con el buen desempeño inflacionario y la desaceleración de la economía se espera que en los próximos meses el Banco Central continúe con los recortes paulatinos en la Tasa de Política Monetaria, que se mantuvo sin cambio en el 10,0%. En particular, en la reunión de octubre, el Comité de Política Monetaria resolvió un recorte de 50 pbs., ubicando la TPM en 9,50%.

En cuanto al tipo de cambio, la cotización del dólar presentó moderados incrementos y el peso uruguayo acumuló en consecuencia una depreciación aproximada de 1,80%. A pesar de esto, en lo que va del año la moneda local registra una apreciación superior al 4,40%.

Para nuestros portafolios de renta fija local, mantenemos una preferencia por las duraciones largas, entendiendo que la buena trayectoria inflacionaria y el deterioro de la actividad permitirán la continuidad en los recortes de tasa por parte del Banco Central, pudiendo impulsar ganancias de capital interesantes.

Frente a estos escenarios de volatilidad y de constante evolución es sustancial contar con una lectura correcta basada en información fidedigna del mercado al momento de invertir, que habilite a realizar una evaluación adecuada para evitar tomar decisiones apresuradas. En SURA Investments seguimos robusteciendo nuestro modelo de asesoría para acompañar a cada persona en la construcción de sus metas patrimoniales.

-Gerardo Ameigenda es Country Manager de Uruguay en SURA Investments.

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