PABLO PERA
Una nueva intervención quirúrgica se ha puesto de moda en los Estados Unidos. El cambio de nariz, la liposucción o el aumento de los senos podrán ser las cirugías plásticas más requeridas, en busca del ideal de belleza moderna, pero ahora los especialistas asisten a la aparición de una nueva tendencia: la llamada himenoplastia o reconstrucción del himen. "Este procedimiento puede reparar el himen y dejarlo como si nada hubiera ocurrido", afirma el doctor Matlock desde la página web de su Instituto de Rejuvenecimiento Vaginal con Láser de Los Angeles. Este ginecólogo asegura haberle realizado el procedimiento a miles de mujeres que acuden a su consulta, impulsadas más que nada por razones religiosas o culturales.
Pero no todas las pacientes que deciden realizarse esta cirugía lo hacen como consecuencia de las presiones sociales, de su entorno o pareja. También hay casos como el de Jeannette Yarborough, quien se hizo la operación como obsequio para su marido en su aniversario de bodas. "Es el mayor regalo para un hombre que lo tiene todo", explicó la mujer de 40 años y madre de cuatro hijos.
Según datos de la Sociedad Estadounidense de Cirugía Plástica (ASPS) este es uno de los procedimientos más demandados en los últimos años, aunque no brindó números concretos de ese incremento. Marco Pelosi, un ginecólogo de Nueva Jersey, comentó que actualmente efectúa diez reparaciones del himen al mes, en comparación con las dos al año que hacía hace una década. Su colega, Bernard Stern, quien trabaja en Fort Lauderdale, Florida, parece ser más exitoso con cuatro de estas intervenciones por día.
LA SáBANA BLANCA. Pero el intento de reconstruir el himen no es algo nuevo. Este tipo de cirugía se ha realizado durante siglos en diferentes culturas, ya que la comprobación de la persistencia de esta membrana era la forma de evidenciar la virginidad de una mujer antes de acordar su casamiento.
En Uruguay, el sexólogo Andrés Flores Colombino recordó que hace 30 años, la reconstrucción del himen era una práctica bastante habitual. "Lo que sucede es que en aquellos tiempos la virginidad era un valor, que en la actualidad perdió vigencia. Otra cosa que sucedía mucho en aquellas épocas era que los novios, luego de la noche de bodas, simularan haber perdido la virginidad cuando en realidad ya habían tenido relaciones sexuales", dijo el especialista, y agregó: "Mataban bichitos para que hubiera sangre en las sábanas y hasta se colocaban sanguijuelas. El tema de mostrar las sábanas es una costumbre árabe que luego se propagó en el mediterráneo y desde España se trasladó hacia aquí".
Si bien es discutido que la reconstrucción del himen consiga devolverle la virginidad a una mujer, esta cirugía es ampliamente publicitada en revistas, televisión e Internet como una efectiva "revirginización". Su costo en Estados Unidos oscila entre 1.800 y 6.000 dólares. "Esta es una operación bastante costosa para que dure solo una noche", opinó el doctor Leroy Young, jefe del Area de Tendencias Emergentes de la Asociación Americana de Cirugía Plástica.
No todos están de acuerdo con esta tendencia. Líderes religiosos cristianos y musulmanes critican el procedimiento al que califican de mentiroso y de promover las relaciones sexuales prematrimoniales. De todas formas, muchos de los médicos que realizan esta intervención relatan que gran parte de sus pacientes provienen de Medio Oriente.
Tampoco las feministas están de acuerdo; desde su punto de vista se trata de una mutilación y una inaceptable concesión de las mujeres a una pretensión machista.
José Enrique Pons, catedrático de Ginecología de la Universidad de la República, opinó que operarse es una decisión individual de cada mujer, aunque aclaró que en estos días "no parece ser una preocupación de nuestras pacientes". El tema ni siquiera se trató en el último congreso nacional de la especialidad, que se realizó a fines del año pasado. En tanto, el médico Marcelo Marín, actual presidente de la Sociedad Uruguaya de Cirugía Plástica, comentó no tener conocimiento de que se hicieran himenoplastias en nuestro medio, pero manifestó que sí es frecuente la reducción del conducto vaginal así como la disminución de los labios vaginales de gran tamaño.
(Con información de The New York Times y La Nación)
DECISIÓNDE ALTO RIESGO
Para millones de mujeres, sobre todo del mundo musulmán, la pérdida de la virginidad antes del casamiento puede ser una cuestión de vida o muerte. En buena parte de estas culturas la virginidad de una mujer le pertenece a su familia y como consecuencia, si ella no llega virgen al matrimonio termina humillando a toda su familia, por lo cual debe ser castigada. Incluso con la muerte.
La llamada "muerte por honor" es una antigua práctica que todavía sigue vigente en algunos países del Medio Oriente. El Fondo de Población de las Naciones Unidas estima que cerca de 5.000 mujeres son asesinadas cada año por "deshonrar" a sus familias.
La práctica es todavía dolorosamente común en países como Jordania y Pakistán, a pesar de que, en teoría, está prohibida por la ley. Las mujeres sospechosas de haber cometido alguna "impropiedad" sexual —desde coito hasta un encuentro inocente con un hombre— son asesinadas por miembros de sus propias familias, que de esta manera restauran el honor perdido por sus comportamientos.
Grupos de derechos humanos e incluso asociaciones de mujeres musulmanas han denunciado que la "muerte por honor" no respeta los preceptos del Corán. Según el libro sagrado de los musulmanes el castigo que se le debe dar a los adúlteros —tanto hombres como mujeres— es de 100 azotes, en caso de que sean solteros Si los adúlteros están casados pueden ser castigados con la muerte, pero siempre que haya cuatro testigos de la relación sexual.
¿DE QUÉ SE TRATA?
La himenoplastia o reconstrucción del himen es una intervención relativamente sencilla y poco riesgosa que se realiza con anestesia local y en forma ambulatoria. También se puede efectuar mediante el uso de láser. Según la opinión de los especialistas consultados no tiene ninguna indicación desde el punto de vista médico.
Muchas clínicas de los Estados Unidos ofrecen la posibilidad de realizarla en combinación con la reducción del calibre del conducto vaginal o la remodelación de los labios vaginales, sobre todo para disminuir su tamaño, procedimientos que conforman lo que se conoce como técnicas de rejuvenecimiento vaginal.