CARLOS TAPIA
El salteño Leandro Marziotte inició su carrera, apenas con seis años, en un desafinado coro escolar. A los 14 comenzó a estudiar música y casi de inmediato consiguió sus primeros trabajos en restaurantes, hoteles y pequeños teatros de la ciudad. Cuando tenía 17 ingresó a la Escuela Universitaria de Música de Salto, la que dejó dos años después para entrar al mismo centro de estudios, pero en Montevideo. Cinco años más tarde, ya en 2007 y con 24 años, viajó a Francia para formarse en el Conservatorio de Estrasburgo. Aunque a veces viene a Uruguay a realizar conciertos -fue el primer contratenor uruguayo que cantó en el Sodre- y a visitar a amigos y familiares, no tiene intenciones de volver. "El país tira y uno nunca sabe, pero por el momento no pienso en regresar. En Francia puedo realizar muchos conciertos y recibir una formación tan específica que en Uruguay no existe", asegura.
Decir que los contratenores tienen un registro de voz que va desde el do4 al do6 puede ser un dato útil para quien sepa algo de música, pero para aquellos que desconocen el lenguaje de los pentagramas no es más que un código indescifrable. En cambio, si se dice que se trata del registro vocal más alto que puede tener un varón, ya es más fácil hacerse una idea. Marziotte es capaz de interpretar con total facilidad obras de la primera mitad del siglo XVIII, pleno esplendor del barroco, que fueron compuestas para ser cantadas por los llamados castrati, hombres a quienes de niños se les sometía a la destrucción del tejido testicular para que conservasen su aguda voz. El salteño canta con comodidad las óperas de Henry Purcell y Georg Friedrich Handel.
-¿Cómo nació la posibilidad de radicarte en Francia?
-En Uruguay tengo una muy buena amiga violinista que realizó sus estudios en el Conservatorio Nacional de Estrasburgo. Fue a través de ella que me comuniqué con otros uruguayos, los cuales me pusieron en contacto con los profesores de canto, a los que les envié una grabación para dar la prueba de admisión.
-¿Cómo repercutió el Fondo Nacional de Música (FONAM) en el avance de su carrera?
-Estoy muy agradecido al FONAM porque me ayudó en diferentes circunstancias. Uno siempre tiene ganas de progresar, pero a veces el aspecto económico es una limitante, es por eso que estas instituciones son tan importantes para el arte. El Fondo me apoyó en los estudios de técnica vocal que realicé en Segovia, España, con el grupo madrigalista The Scholars of London, donde tuve un trabajo específico con el contratenor Agnus Davidson. Luego tomé clases de canto en Buenos Aires con el contratenor Sergio Pelacani y también gracias a la ayuda del Fondo pude estudiar en París con Nicole Fallien, profesora del reconocido cantante francés Philippe Jaroussky.
-¿En qué consiste el trabajo que realiza en Francia?
-En abril de 2009 di el examen final de canto en el Conservatorio de Estrasburgo y por suerte me fue muy bien, ya que obtuve la calificación: "très bien" por unanimidad con las felicitaciones del jurado. Ahora sigo realizando estudios específicos de barroco en el departamento de Música Antigua del Conservatorio y al mismo tiempo tomo clases de canto contemporáneo.
-¿Qué diferencia ve allá con respecto a la formación musical que se imparte en Uruguay?
-Lamentablemente la música barroca no se puede estudiar en Uruguay, entonces directamente no podría comparar la formación de acá con la que se tiene en Montevideo. La escuela de música uruguaya tiene solo un clave y casi no tiene estudios de música barroca a no ser en órgano; en Estrasburgo, si bien no es una ciudad muy grande, el conservatorio tiene una infraestructura muy importante, hay alrededor de once claves y cinco órganos.
-¿Y qué diferencias ve económicamente hablando?
-Creo que esa es una de las diferencias que están relacionadas con el tema de los docentes. Los profesores en el conservatorio pueden mantenerse trabajando solamente en la institución, y esta realidad no es la misma en Uruguay.
-¿Con quién está en Francia?
-Si bien vivo solo, hay numerosos músicos latinos con los que formamos una gran familia. También tengo amigos franceses, japoneses, alemanes e italianos.
-¿Cómo se lleva con el idioma?
-Cuando llegué a Francia solo traía dos meses de estudio y se hizo difícil. Pero poco a poco, mismo en clase, aprendí. Ahora me siento cómodo con el idioma. Es una lengua latina que tiene muchos puntos en común con el español, entonces a los uruguayos se nos hace fácil, por lo menos más fácil que el japonés.
-¿Se dedica sólo a la música?
-Sí, y estoy feliz de poder hacerlo. Trabajo en el conservatorio para poder pagarme los gastos básicos, y aparte todos los meses participo en proyectos y conciertos.
-¿Cuándo tiene previsto venir a hacer alguna presentación en Uruguay?
-Todavía no lo sé, ¡ojalá que sea pronto!
Gira por Europa
Leandro Marziotte, que en el mes de febrero abrió en Uruguay el ciclo de verano del Sodre, junto con el Ensamble Barroco de Montevideo, y luego viajó a Francia para desarrollar varias presentaciones en el Conservatorio de Estrasburgo interpretando la cantata BWV 170 para contratenor y orquesta de J.S. Bach, tiene una agenda más que abultada para este 2010. Además de continuar con sus estudios de música, realizará varios conciertos en regiones francesas y en otros países del viejo continente.
A fines de marzo se presentará en España, en Aviles y Gijón, junto con la organista, también uruguaya, Cristina García Benegas. En mayo y junio cantará en la Catedral de Notre Dame en Estrasburgo. Para este último mes también prepara un concierto y una grabación de música española renacentista junto al afamado guitarrista francés Philippe Mouratuglou. En agosto realizará varios conciertos de música barroca en el sur de Francia. Y para fines de octubre y principios de noviembre se presentará -junto a la arpista Pauline Haas, con quien formó el dúo Ave Lyra- en una serie de conciertos en Rusia con el ensamble Voix de Strass.