Soraya la ministra más sexy

La vicepresidenta del nuevo gobierno español, presentada como la mujer con más poder desde Isabel la Católica, se hizo famosa al mostrarse sensual.

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La mujer más poderosa de España desde Isabel la Católica tiene a su cargo la vicepresidencia, un ministerio y los servicios de inteligencia del Estado, maneja la coordinación de las políticas del gobierno y a la vez es su portavoz. Y también tiene un bebé de dos meses y medio. Todo ello sin abandonar su lado sexy, que hizo hablar a todos los españoles.

Saber cómo hace Soraya Saénz de Santamaría para combinar sus deberes de gobernante y de madre es uno de los temas más polémicos de este invierno español, junto con las medidas de ajuste anunciadas por el nuevo gobierno de Mariano Rajoy, que asumió a fines de 2011.

Con bien ganada fama de discreto y desconfiado, Rajoy esperó hasta último momento para revelar los nombres de sus ministros. Una de las poquísimas personas que sabían el secreto era Sáenz de Santamaría, su mano derecha desde hace años. Era obvio que en esa lista iba a figurar ella, aunque pocos imaginaban que esta mujer menuda, de 40 años y grandes ojos castaños fuera a concentrar tantos y tan importantes cargos.

"Un poder inédito en democracia", según El País de Madrid. "Soraya será la mujer con más poder de la democracia", señaló La Vanguardia de Barcelona. "La mujer más poderosa de España desde Isabel la Católica", se llegó a afirmar. Además, es la ministra más joven del nuevo gabinete.

Bajo sus órdenes, por ejemplo, están los 3.500 "espías" del Estado, los funcionarios del Centro Nacional de Inteligencia, que Rajoy desplazó de la órbita del Ministerio de Defensa hacia el Ministerio de la Presidencia, a cargo justamente de Sáenz de Santamaría.

El presidente del gobierno español valora la lealtad y eficiencia de Soraya, como la llaman todos, a quien considera, casi, una creación suya. Nacida en Valladolid en 1971, se graduó en Derecho con altas calificaciones y pasó a trabajar como abogada del Estado. Un día se propuso ingresar a la política y le mandó su currículum a Rajoy, cuando éste era ministro de Administraciones Públicas del gobierno conservador de José María Aznar. Sus antecedentes académicos impresionaron al político, que la incorporó de inmediato a su equipo. Cuando Rajoy se convirtió en el principal dirigente del Partido Popular, entre los pocos cuadros auténticamente propios figuraba ella. Organizada, trabajadora y absolutamente fiel al líder, así fue definida por sus allegados.

LA FOTO. En su cercanía con el jefe transitó todo su accidentado camino, desde las derrotas electorales iniciales hasta la victoria del pasado 20 de noviembre, trabajando duro y en las sombras.

Su notoriedad creció a medida que Rajoy se acercaba al poder, un poco por su constancia en el esfuerzo, otro poco por la crisis que se devoró al gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero.

Pero lo que la hizo conocida a los ojos de todos los españoles fue una foto, hace tres años, cuando posó para la revista dominical de El Mundo con un sugerente vestido de fiesta negro y descalza.

Sus correligionarios más conservadores expresaron su desagrado en voz baja. Los liberales aceptaron el toque sexy para un partido demasiado gris y acartonado, que vino justamente desde las páginas de un periódico considerado afín al Partido Popular. Ella recibió felicitaciones por parte de sus colegas, según el mismo diario.

Los viejos dirigentes "populares" volvieron a rezongar cuando supieron que se había casado solamente por civil en Brasil con Iván Rosa. Se explica porque Soraya cultiva un perfil centrista, con matices socialdemócratas en cuestiones sociales y hasta se insinuó que llegó a votar al Partido Socialista Obrero Español, PSOE, antes de enrolarse en las filas de Rajoy.

La primera polémica de su gestión no llegó sin embargo por vestidos escotados ni por pronunciamientos ideológicos, y menos de parte del viejo machismo español ante el poder acumulado por una mujer, sino por su maternidad.

MADRE. El adelanto de las elecciones para el 20 de noviembre de 2011, dispuesto por Rodríguez Zapatero, la sorprendió en los primeros meses de gestación. Y terminó dando a luz una semana antes de los comicios. Las fotos de campaña la presentaron sonriente y con pancita. Rajoy anunció su gabinete el 22 de diciembre pasado. Y allí estaba ella lista para asumir, ya madre de Iván. A la hora de las otras fotos tradicionales, las de los nuevos ministros posando en La Moncloa, alguien le preguntó por el niño. "Mi marido se ocupa", dicen que afirmó, cortante.

Las redes sociales hirvieron de comentarios, sobre todo de mujeres indignadas. Al regresar tan pronto a su trabajo, se quejaban, la ministra desconocía el derecho adquirido de la licencia maternal de 16 semanas; para muchas, incluso lo estaba poniendo en peligro, en tiempos en que se temen recortes a la legislación social debido a la crisis.

Especial difusión tuvo la carta que le dirigió "una madre de Alcorcón" (un suburbio de Madrid): "Ya sé lo que me vas a decir… es que mi trabajo tiene unas circunstancias concretas, es importante, es vital [...] pero tu trabajo es exactamente igual de importante que muchos otros. [...] Lo grave es el mensaje que das: vosotras podéis tener un permiso de 16 semanas porque al fin y al cabo vuestros trabajos son poco importantes".

A principios de enero, como portavoz del gobierno, a ella le tocó anunciar por televisión las primeras medidas de ajuste. "La realidad es más dura de lo que pensamos y por eso serán más duras las medidas", explicó.

Con Iván padre e Iván hijo en casa, los espías del Estado y Rajoy en La Moncloa y 47 millones de españoles esperando asomar la cabeza por sobre la crisis, la superministra tiene la palabra.

Criticada por un obispo, apoyada por un socialista

El diputado socialista Ramón Jáuregui defendió la semana pasada a Soraya Saénz ante las críticas de la jerarquía de la Iglesia Católica de Valladolid, que consideró no apropiada a la ministra para conducir la ceremonia del pregón de Semana Santa por haberse casado sólo por civil. Jáuregui recordó que se trata de un acto cultural y no de carácter religioso.

La mano derecha de Rajoy

Hasta que posó con un sugerente vestido negro para El Mundo, la imagen conocida de Soraya era la de una muy discreta y formal colaboradora de Mariano Rajoy. Cuando éste asumió la presidencia del gobierno, ella se convirtió en la indiscutida número dos y la encargada de comunicar al público las primeras y duras medidas de la nueva administración. De la imagen sexy, la ministra pasó a mostrarse más severa.

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