DR. PABLO PERA PIROTTO
El llamado pie de atleta es un problema muy frecuente, sobre todo de los adolescentes y adultos hombres. Se trata de una infección causada por hongos que afecta los pliegues interdigitales, la planta y los bordes del pie.
El crecimiento de estos microorganismos, que en general pertenecen a la familia de los dermatofitos, se ve favorecido cuando existe un ambiente húmedo. Es por eso que la transpiración abundante, el mal secado de los pies luego del baño, el uso de un calzado muy cerrado o medias de un material sintético e impermeable son factores que contribuyen a su desarrollo y mantenimiento.
Se manifiesta como una maceración y descamación blanquecina que se localiza entre los dedos de los pies, siendo más frecuente en los últimos pliegues, debido a que son más estrechos y por ende tienen menos ventilación. También se puede presentar como un área enrojecida, con descamación e incluso ampollas pequeñas que cubren una gran parte o toda la planta, extendiéndose en ocasiones hasta el dorso del pie. Generalmente esto se acompaña de una molesta picazón o de una sensación de ardor o quemazón.
Si el hongo se disemina hacia las uñas, éstas se presentan engrosadas, endurecidas, con un característico color amarillento.
En muchas ocasiones, para certificar el diagnóstico, es necesario realizar un raspado con el objetivo de tomar muestras que, por un lado son analizadas con el microscopio, y por otro se cultivan en medios especiales que permiten apreciar el crecimiento de los hongos.
Es importante destacar que otras patologías pueden afectar la planta del pie, por lo que no se debe comenzar ningún tratamiento sin consultar previamente al dermatólogo, quien realizará el diagnóstico y luego indicará la terapéutica más adecuada a cada caso. En general el pie de atleta se puede combatir efectivamente con la aplicación de cremas antimicóticas del tipo del isoconazol, miconazol o clotrimazol, una o dos veces al día, lo que, en ciertos casos, debe acompañarse de lavados previos con borato de sodio o permanganato de potasio.
Cuando las uñas están afectadas, el tratamiento más efectivo es la ingesta de comprimidos de terbinafina, que deben tomarse durante al menos tres meses en forma diaria para que se produzca una erradicación efectiva del hongo que las afecta. De todas formas, la renovación de toda la lámina ungueal puede llevar aproximadamente un año, produciéndose los primeros cambios hacia la normalización en el sector que se encuentra más cerca de la matriz, que es el primero en reflejar el crecimiento.
No es aconsejable el uso de yuyos, plantas y demás remedios caseros para tratar el pie de atleta, ya que pueden agravar el cuadro y complicarlo con una sobreinfección causada por bacterias, que requiere un tratamiento con antibióticos.
Por último, aunque debería ser en realidad lo primero a tener en cuenta, es que quienes tienen una especial predisposición a contraer hongos en los pies, deben seguir algunas recomendaciones para evitar las constantes recaídas. Por ejemplo, es fundamental tomarse el tiempo para realizar un correcto secado después del baño, especialmente de los pliegues ubicados entre los dedos; colocar polvos antihongos a modo de prevención; utilizar preferiblemente medias de algodón dejando de lado las confeccionadas con materiales sintéticos; y evitar el uso de zapatos demasiado cerrados que favorezcan la sudoración y la creación de un microambiente cálido, ideal para el desarrollo de este tipo de hongos.