Picazón y embarazo

PABLO PERA

Si la picazón siempre es un síntoma muy molesto, lo es más aún durante el embarazo. Este prurito puede deberse a distintas causas que van desde cuadros de alergia o picaduras de insectos hasta sarna. Pero en algunas ocasiones es causado por dermatosis propias del estado gestacional, que incluso pueden llegar a comprometer la salud del feto.

Por ejemplo, una de las causas más frecuentes es la entidad conocida como Pápulas y placas urticarianas pruriginosas del embarazo. Esta extensa denominación describe las lesiones que aparecen en el cuerpo de la mujer, generalmente en el tercer trimestre de la gestación. Se caracteriza por presentar pequeñas lesiones sobreelevadas y rojizas así como también ronchas, que aparecen en las estrías del abdomen, y luego se van extendiendo al resto del cuerpo.

Este trastorno, que en general se ve en primerizas, es relativamente frecuente y, si bien ocasiona un rascado intenso que altera la vida de la embarazada, no pone en riesgo a su bebé. Como tratamiento se suelen indicar medidas para suavizar la piel, además de la aplicación de cremas con corticoides que calman el cuadro. Afortunadamente, lo habitual es que desaparezca pocos días después del parto.

La colestasis intrahepática del embarazo también surge en los tramos finales de la gestación. Al principio no se observa ninguna lesión a nivel cutáneo, pero la picazón es muy grande, llevando incluso a la aparición de excoriaciones producidas por el rascado. Se puede acompañar de ictericia, es decir, la coloración amarillenta de la piel, y en la sangre se detectan valores que reflejan una alteración en el funcionamiento del hígado. Al igual que la primera patología, no se conoce bien la causa, pero en este caso sí es importante controlarla y tratarla, ya que puede producir sufrimiento fetal, en ocasiones grave. El tratamiento es más complejo, y además de antihistamínicos y medidas locales, incluye medicación para estabilizar los valores bioquímicos hepáticos. De todas formas, los síntomas suelen desaparecer pocos días después del parto y los valores paraclínicos se normalizan.

El penfigoide gestacional es otra entidad que puede comenzar en cualquier momento del embarazo, o en el posparto inmediato. Es más rara que las anteriores y se caracteriza por presentar ampollas y lesiones similares a la urticaria, intensamente pruriginosas localizadas sobre todo en el tronco o región umbilical, para luego diseminarse por el cuerpo. Característicamente tiende a repetirse en embarazos posteriores. Para aliviar los síntomas, lo más utilizado son los corticoides tanto en crema como por vía oral.

Por último, en todas estas patologías que dan mucha picazón durante el embarazo es el ginecólogo quien debe controlar y medicar a la paciente, y cuando lo considere oportuno solicitar la interconsulta con un especialista en dermatología.

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