Por Analía Filosi
"Amo estar frente a la cámara y contar historias, pero la fama me resulta extraña. Puedo ver mi vida cambiando. ¡Y me gusta mi vida!”. Cuando Naomi Ackie dijo esto, participaba de uno de los tantos encuentros con la prensa para promocionar la película Quiero bailar con alguien(I wanna dance with somebody), en la que se convierte en la fallecida cantante Whitney Houston. Ya su vida había cambiado bastante desde sus primeros pasos en la actuación, pero luego de este film sin duda que lo hará mucho más.
“Sé que al hacer a Whitney me estoy poniendo en la línea de fuego”, reconocía en diálogo con The Independent. Pero es un desafío que, según sus propias palabras, tenía bien claro de qué se trataba porque lo encaró con 31 años. “Whitney tenía 19 años cuando entró en la industria”, compara, admitiendo tener más armas que la cantante estadounidense cuando comenzó a codearse con la fama.
Para “Nay”, como la conocen sus seres queridos, la fama nivel Hollywood le llegó con Star Wars: El ascenso de Skywalker (2019). Allí encarnaba a Jannah, una guerrera de la resistencia que aparecía montada en un Orbak con su arco de energía.
Pero obviamente que su vida frente a cámaras y flashes había empezado bastante antes.
Nacida en Walthamstow, Reino Unido, el 2 de noviembre de 1992, realizó estudios de teatro en la muy clásica Royal Central School of Speech and Drama. Se graduó en 2014.
El debut sería con el corto I used to be famous, en 2015. También en ese año participó de un capítulo de la reconocida serie Doctor Who, protagonizada por Jodie Whittaker.
El gran salto le llegaría un año después, con su papel de Anna en LadyMacbeth, de William Oldroyd con Florence Pugh en el rol protagónico. La película fue un éxito dentro del cine de autor y Naomi, que aparece como una criada atratapa en la red de Lady Macbeth, se alzó con el Premio a la Actriz Más Prometedora en los British Independent Film Awards (BAFTA)..
Además, fue elegida como una de las Estrellas del Mañana por Screen International.
“Pero después no apareció nada. La gente no estaba buscando actrices negras del modo que lo hace ahora y actuar es caro. Todavía vivía en la casa familiar y no tenía dinero”, se lamenta la actriz en diálogo con The Independent.
En 2018 consiguió un papel en un capítulo de la serie policial de televisión Vera (con Brenda Blethyn) y otro en en la película Yardie, debut como director para Idris Elba (Luther), pero nada muy importante.
Cuenta que “estaba harta de esperar” y que incluso pensó en abandonar.
Fue en ese momento que surgió la oportunidad de Star Wars y todo cambió. Fue justo en el mismo año en que fue convocada para ser parte de la segunda temporada de la serie de TV The end of the f... world, emitida por Netflix con muy buena aceptación del público y la crítica. Ganó el BAFTA a Mejor Actriz de Reparto.
También apareció en Moments in Love, spinoff de la serie Master of None.
Siguió sumando títulos entre pantalla grande y pantalla chica hasta que llegó la convocatoria para ponerse en la piel de nada menos que Whitney Houston, la cantante más premiada de la historia de la música y, como suele suceder con este tipo de personajes, un ser conflictuado con varias aristas para lucirse en la actuación.
Nippy
Naomi se encontraba rodando el largometraje británico The Score cuando se enteró de que la habían seleccionado para transformarse en Whitney Houston. Según le contó a NME, estaba con el actor Will Poulter cuando se lo comunicaron y no lo podía creer.
La actriz confesó también que su rol en The Score, curiosa mezcla de drama criminal con musical, le ayudó a encarar el desafío de ser Nippy, apodo con el que se conocía a Houston. Incluso le fue de gran utilidad para superar su miedo escénico.
Quiero bailar con alguien es una biopic bastante clásica, en la que se retrata el ascenso, éxito y caída de la protagonista, que terminó ahogada por accidente en una bañera en 2012. Están los momentos brillantes y de los otros, esos que aparecieron producto de las drogas.
“Cuando pienso en Whitney sí, obviamente están las drogas y su enfermedad de adicción. Pero no es tanto en comparación con lo mucho que nos dio musicalmente, especialmente si formás parte de una minoría sea por tu sexualidad o por el color de tu piel. Los sacrificios que hizo permitieron que gente como yo pueda interpretarla. Sin Whitney, o tantas otras pioneras de ese momento, hoy ni siquiera hablaríamos de diversidad”, destacó Naomi en diálogo con medios británicos.
Mientras continúa con la promoción de esta película, en la que comparte cartel con el multifacético Stanley Tucci, la actriz espera el estreno de otros dos largometrajes.
Uno es el film de suspenso Pussy Island, el debut como directora de la actriz Zoe Kravitz. En el elenco hay nombres de la talla de Channing Tatum, Haley Joel Osment, Christian Slater y Geena Davis.
El otro es Mickey 17, del multipremiado director coreano Bong Joon Ho, realizador de la ganadora del Oscar a Mejor Película, Parásitos. Es una aventura de ciencia ficción protagonizada por Robert Pattinson -el último Batman- que se estrenará en 2024.
Después de todo esto, Naomi debería haberle perdido el miedo a la fama... pero no, sigue creyendo que “es absolutamente aterrador pensar que tu vida pueda convertirse en un punto de conversación entre personas que no tienen idea de quién sos. Eso es lo que más me asusta de la fama”.
Cómo se transformó en la cantante
Lo primero que hay que decir es que Naomi Ackie no canta en Quiero bailar con alguien. El legendario productor musical Clive Davis, responsable de la fama de Whitney Houston y que en la película encarna Stanley Tucci, contó que se usó la voz de la propia cantante estadounidense. “Tratándose de Whitney no pensamos que nadie pudiera captar su genio vocal”, señaló.
Se incluyeron 22 canciones en la película dirigida por Kasi Lemmons y escrita por Anthony McCarten. Si bien Naomi no canta la totalidad de las canciones, su voz sí se mezcló con la de Houston para la producción.
En cuanto a su preparación para el papel, la actriz debió usar una prótesis dental y trabajó mucho con la entrenadora de dialecto Bridgette Jackson para lograr perder su acento británico natural y captar el tono de voz de Houston.
“Cuando Whitney era más joven, su voz era ligera, aireada y entrecortada. Luego, con el tiempo, se hizo más profunda, se volvió más ronca”, explicó Naomi y agregó que el acento también cambió con los años.
El papel que la hizo conocida
En Star Wars: Episodio IX - El ascenso de Skywalker (2019), Naomi intrepretó a Jannah, líder de una facción de soldados de asalto del Imperio, ahora afín a la Resistencia Rebelde. La guerrera montaba en un Orbak y tenía un arco de energía.
Ese rol le dio fama mundial, la fama local ya la había conseguido por Lady Macbeth, donde encarnó a una criada que le hizo ganar el British Independent Film Award a Nueva Actriz Más Prometedora.