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La música puede ser una solución a tu salud

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Señoras mayores frente al piano

SALUD

Hay canciones, vibraciones sonoras, melodías, ritmos y versos que curan o que ayudan. Existe una terapia que usa la música para el bienestar y la salud. ¿Pero de qué se trata?

"Zamba de mi esperanza / Amanecida como un querer / Sueño, sueño del alma / Que a veces muere sin florecer”. Mireya tenía 84 años y repetía esos versos sin parar. Había pasado mucho tiempo sin cantar. Escuchaba la radio, miraba la tele, pero cantar y prestar atención a una letra, a una melodía, hacía mucho que no. Mireya estaba en sus ochenta cuando su memoria empezó a fallar. Mezclar tiempos, traer personas del pasado al presente, saltar de un tema al otro sin intención. Y había veces que se le trababa el habla.

Con 84 años, y a regañadientes, empezó a ir a terapia (se atendía con una psicóloga y una fonoaudióloga). De la primera sesión ya volvió contenta y apretando un papel en la mano. Allí, en una hoja arrancada, estaba la letra del Zamba de mi esperanza, escrita a mano alzada, del primer verso al último. Mireya tenía 84 años y volvió a cantar. Me contó que en su terapia le pidieron que recordara alguna canción que le gustara mucho, y que se sorprendieron cuando pudo recitar ese zamba hasta el final. Nunca paró de cantarla y cuando la cantaba, se reía.

Personas tocan metalofono y guitarra
La musicoterapia, una aliada de la salud. Foto: Shutterstock

La música puede ir a lugares recónditos del cerebro. Burla mecanismos de defensa y contacta con emociones o situaciones que estaban reprimidas, y a los que la palabra le dificulta más llegar. “La música puede ser una herramienta fundamental y específica para restablecer y desarrollar diferentes capacidades en individuos. Capacidades que tienen que ver con aspectos físicos, emocionales, sociales y espirituales, apuntando siempre a mejorar su calidad de vida”, explica Verónica Chiavone, presidenta de la Asociación de Musicoterapeutas del Uruguay .

Y la música es la herramienta de la musicoterapia, una disciplina aliada de la salud. En Uruguay, la disciplina existe hace varias décadas, pero recién hace dos años (2017) comenzó su formalización, con la regularización desde el Ministerio de Educación y Cultura de una licenciatura en el Instituto Universitario CEDIIAP (Centro de Docencia, Investigación e Información del Aprendizaje). Para los profesionales uruguayos, la aprobación de la carrera fue un paso gigante hacia la difusión de esta forma de sanar o “facilitar” la cura. Es, dice Mayra Hugo de Somos Sonido, “la utilización de los recursos musicales y de la experiencia musical para ayudar al otro a cumplir determinados objetivos terapéuticos”.

Percepción desde la Medicina

Aunque es una disciplina que a nivel internacional tiene su difusión, en Uruguay hay desconocimiento. Verónica Chavione, presidenta de la Asociación de Musicoterapeutas del Uruguay, dice que está la noción de que la música se usa con fines terapéuticos desde que hay humanidad, pero que se desconoce el alcance en sí de la musicoterapia como disciplina. Hay evidencia empírica y respaldo teórico, que cada vez crece más y se sistematiza.

Para el Congreso Iberoamericano de Investigación en Musicoterapia, Chiavone está preparando un trabajo de campo que incluye una encuesta a profesionales de la salud. Hasta ahora ha realizado 260 y su hipótesis se mantiene: “Asumen que no saben. Sí saben que se usa la música, que nuestros objetivos de trabajo son distintos a los de los músicos o docentes pero no queda claro hasta dónde llega el alcance”.

Salvo en casos particulares, no existen casi contraindicaciones de la música en la salud de las personas. El trabajo puede ser de distintos ámbitos, desde en conjunto con el sistema de salud para pacientes hospitalarios -incluso personas en coma- a sesiones particulares del terapeuta con un individuo o un grupo. ¿Pero de qué trata y cómo funciona la musicoterapia?

Los ejes

Las técnicas de la musicoterapia son numerosas y su aplicación depende, sobre todo, del paciente, de su historia, de sus inquietudes e inclinaciones. En Uruguay, buena parte de los musicoterapeutas trabajan desde un abordaje plurimodal, por lo cual, aunque hacen una planificación de objetivos a trabajar, los van adecuando al avance, a las necesidades y la disposición de las personas. Al día a día.

Básicamente, implica cuatro ejes de acción. La improvisación musical, que busca que el paciente se anime a improvisar música con instrumentos más simples o más complejos. O que cante. O que use su cuerpo. “Cuando uno está improvisando, lo que suena es uno mismo, entonces hay una forma de mostrarse que es análoga a tu forma de expresión en la vida cotidiana”, explica Hugo.

La terapia sonora en psicología

Luciana Bibbó es psicóloga y docente en Facultad de Psicología de la Universidad de la República. Aunque no terminó su formación en musicoterapia, comenta que desde su lugar como psicóloga, la música le resulta una aliada importante que muchas veces le permite establecer relaciones que la palabra no logra. Sin embargo, aclara, no antepone la música: “El vínculo llega primero y es la persona, con sus necesidades, búsquedas e inquietudes, la que va orientando el camino. Y el camino puede ser incluir el trabajo con música o no”.

También está el eje que va por las canciones que se saben, conocidas y evocativas. “Todos hemos contactado con miles de canciones a lo largo de nuestra vida y las tenemos archivadas en nuestro disco duro. Muchas de esas son significantes, las cargamos porque en algún momento, cuando las conocimos, las vivimos, las asociamos a una emoción en particular, a una persona, a un hecho, a una situación. Quedan guardadas con esa carga emocional y cuando las escuchamos, las revivimos”.

En otros casos, se puede trabajar con música editada o sonidos grabados, vibraciones, que no estén vinculados con la historia emocional de la persona. Son seleccionadas con determinados criterios que el terapeuta considere. Hay que tener en cuenta que no todas las personas responden igual, y que ante una canción que algunos sienten calma, otros viven la ansiedad. Tenemos, como indica Hugo, una identidad sonora, y ante tal, funcionamos y respondemos distinto.

Maestra toca pandereta con niños
La musicoterapia puede trabajar con niños y adultos

Lo importante es saber que con la musicoterapia se pueden trabajar desde aspectos físicos como la motricidad con instrumentos, a la integración del cuerpo con el baile. O aspectos cognitivos, recordando a partir de melodías o ritmos. La música es parte de nuestra relación con el mundo. Las canciones también son parte de lo emocional, un reflejo del sentimiento y pueden ayudar a superar, incluso, crisis vitales . “Podemos usar la música para expresar lo que sentimos, darle otra forma, incluso crear una canción de despedida. Poder decirle quizá lo que no le pudimos decir en su momento”, detalla Chiavone. Además, son parte de la vida social, y se puede hacer música con otros para evaluar cómo se relacionan. “Y desde lo espiritual nos referimos a eso que tenemos todos los seres humanos del sentido de nosotros mismos, del creer que podemos”.

Seres de música

Para los musicoterapeutas, lo que importa es trabajar con la musicalidad de las personas. Ser parte de la base de que todos venimos al mundo como músicos, con la capacidad de hacer música y de entenderla y recibirla. “Entendemos que más allá de la condición de la persona, por más patología que tenga, hay un núcleo sano que tiene que ver con lo musical que permanece. La habilidad del terapeuta es encontrar ese punto y potenciar a la persona desde ahí”, aclara Hugo. “Cualquier persona, en las más diversas circunstancias, puede acceder y beneficiarse con experiencias musicoterapéuticas. Desde el que lo elige como proceso terapéutico, personas de la tercera edad, niños hospitalizados, personas con Alzheimer o discapacidades severas. También a nivel de educación en zonas de población de alta vulnerabilidad”.

Hasta se pueden regular signos vitales, como la frecuencia cardíaca o respiración, en pacientes en coma. Porque, marca Chiavone: “El cerebro tiene la capacidad de adapatarse a la música que suena”. Vivimos la música desde el útero, desde el ritmo cardíaco de nuestras madres, desde su voz. Antes entendemos de timbres, de tonos, de altura que de palabras. Entonces, ¿por qué habría de sorprendernos que la música cure?

Una carrera incipiente en Uruguay

En 2017, el Ministerio de Educación y Cultura habilitó la Licenciatura en Musicoterapia del Cediiap. Paula Meliante, coordinadora de la carrera, cree que fue un paso fundamental: “Para formalizar un poco. Antes se daba lugar a que surgieran formaciones de diferentes niveles y sin regulación. Nosotros enfatizamos en que hay que tener responsabilidad y ética. Como es música, la gente piensa que es inocuo. Pero porque sabemos que no es inocuo la usamos como herramienta para ayudar en la salud de las personas”.

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