Luces y sombras del trabajo doméstico

¿Con quién dejo a mis hijos? se preguntan jefas de hogar. El proyecto de ley sobre servicio doméstico, cuyos derechos son bienvenidos, prevé 44 horas de trabajo semanales, incluso para las sin retiro, realidad que a veces no se ajusta a la de las empleadoras. Otras voces dicen que trabajadoras piden dinero y no aportar al BPS

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El País

MAGDALENA HERRERA

Hace 15 años que se conocen, desde que nació el único hijo de la casa. Entre ambas lo criaron, ya que la "patrona", como a la empleada le gusta decirle, trabaja todo el día. Tuvieron la ayuda del padre quién formó nueva familia, pero por suerte en esta ocasión, y no como en otras, está muy presente en la vida del niño. Pero eso es otra historia. Aquí se trata de la relación laboral y humana de jefa de hogar y empleada doméstica, convivencia que difiere tanto como los 90 mil casos que existen en el país.

Sí, asegura el subsecretario del Ministerio de Trabajo, Jorge Bruni, entre 90 y 100 mil personas se dedican al servicio doméstico, de las cuales el 99 % son mujeres. De esa cifra, por 42.800 se realizan aportes al Banco de Previsión Social, el resto conforma sector informal . La situación ha ido corrigiéndose, se sumaron dos mil trabajadores más a las filas del BPS, a raíz de las campañas publicitarias y las inspecciones conjuntas de la DGI y el Ministerio en Carrasco. "El proyecto elevado al Legislativo pretende equiparar derechos de un sector muy importante de la sociedad, mayoritariamente femenino, con el resto de los trabajadores, no solo por una cuestión de igualdad laboral sino también de género. Muchas de las normas están vigentes, como las 8 horas de trabajo, y el descanso semanal, pero hubo necesidad de reiterarlas", dice Bruni.

En Argentina, por ejemplo, según publicó La Nación, existen cerca de 800 mil trabajadores domésticos en el sector informal. Para blanquear la situación el gobierno eligió incentivar a los empleadores mediante una deducción en su declaración de impuestos. Los resultados estuvieron a la vista: en el primer bimestre del 2006, 40 mil personas ingresaron al sector formal, con los debidos aportes al Estado y derechos. Eso sí, el empleador, puede deducir hasta seis mil pesos argentinos anuales de sus impuestos a las ganancias

CASOS. Bueno, en el caso en concreto narrado en el primer párrafo , luego de 15 años de trabajo sin ningún tipo de inconvenientes, la situación de empleadora y trabajadora había cambiado por completo. La dueña de casa se había mudado a Carrasco, trecho que le queda bastante a contramano a la empleada, que en la mañana limpia un edificio en Pocitos . De ahí se tiene que ir al barrio jardín, unas seis horas más, para luego sí regresar a su hogar tras otro tiempo considerable de transporte. Por su parte, a la jefa de hogar, quizás, le venía mejor una persona que se quedara en la noche, dada la inseguridad que reina en la capital, y su situación en particular que había cambiado, quedando sola en una casa grande con un adolescente. Para ser breve, entre ambas decidieron tomar rumbos distintos. La empleada consiguió otro edificio para limpiar en la tarde, a dos cuadras de su trabajo matinal. Y la "patrona" ya estaba tratando con otra señora.

El martes era el día D. La empleada empezaría en su nuevo trabajo en la tarde. Ya desde un par de semanas atrás, se miraban y sin decir palabra, a ambas se les llenaban los ojos de lágrimas. "¿Me vas a abandonar?" preguntó el adolescente a su "segunda madre", quien respondió con un nudo en la garganta.

Cuestión que el lunes, supuestamente último día de trabajo, sin mediar demasiadas palabras, decidieron que lo mejor era continuar como estaban desde hacía 15 años. No importaron los trechos largos en ómnibus, la inseguridad en las noches de Carrasco (consiguieron un perro) ni las incomodidades laborales que se generaban para una y otra. Reinó otra cosa, que no siempre se da: una relación de una vida que para acordar no necesita de consejo de salario, ni siquiera de muchas palabras.

Claro que el ejemplo, que ésta periodista observó con sus propios ojos, no es representativo de la totalidad. Basta contar el caso de Cecilia, quién tomó a una empleada dos veces por semana durante un año, pero crisis mediante, se endeudó y le dijo que por un tiempo debía hacer un impasse. La patrona señala que pensaba pagar sus deudas, y luego tomarla, ya que la relación había sido excelente. Hoy se encuentra en litigio: la doméstica no solo le reclama los aportes, sino que dice haber trabajado más de tres años, lo que la empleadora alega que no es cierto.

También está el caso de Delia, que tras 27 años de trabajo sin ningún tipo de problemas en un hogar, cuando sus empleadores se enteraron que se había embarcado como vicepresidenta del gremio doméstico, la despidieron, según señala la Secretaria General del Sindicato Unico de Trabajadoras Domésticas, Cristina Otero. "Le pagaron seis sueldos y chau, ni seguro de paro le corresponde. Ella estaba contentísima en esa casa, imaginate 27 años sin problema. Existen relaciones laborales excepcionales, pero hay otras que escuchamos que realmente son casi de esclavitud. Hay empleadas con cama que tienen timbre en su dormitorio, y ya sea 3 o 4 de la mañana, su patrón o patrona, lo toca si la necesita. Por eso impulsamos el proyecto de ley, estamos muy contentas, aunque sabemos que se le pueden hacer mejoras y quizás no salga exacto como está presentado", agrega la sindicalista que representa un gremio que hoy tiene 480 afiliadas, pero que se encuentra semana a semana en ascenso.

OTRAS VOCES. "El proyecto de ley me parece excelente, pero más que mentalizar a los patrones habría que concientizar a las domésticas", señala Lourdes Gregorio, propietaria de una agencia de colocaciones. "Cuando las trabajadoras llegan aquí , lo primero que dicen es ‘no me importa la caja, prefiero el dinero’. Nosotros trabajamos con empleadores de Punta Carretas, Pocitos, Punta Gorda y Carrasco, y diría que casi la totalidad proponen sueldo y aportes".

La Secretaria del Sindicato Unico de Trabajadoras Domésticas tiene su respuesta. "Lo que sucede es que aunque uno aporte por cinco mil pesos, luego se jubila por un mínimo. Entonces, las empleadas prefieren decirle a sus patrones que aporten por el mínimo, igual es lo mismo. Justamente, hemos tenido reuniones con las bancadas, impulsando el proyecto, y entre otras cosas se ha conversado sobre eso".

Más del 90% de los aportes al BPS por servicio doméstico se realizan por el mínimo salarial, señala el subsecretario de Trabajo, Jorge Bruni. "La jubilación se calcula de acuerdo a los años y a lo que se aportó. En un país como este, que debe ser de los pocos del mundo que tiene exigencias de 35 años de trabajo y lo mismo de aportaciones, es impensable que puedan existir pasividades dignas con salarios indignos. Más allá que en la realidad no lo sean, porque en negro se pague lo que se corresponde", agrega.

Existen dos tipos de informalidades. La empresa o empleador que no subsiste si no es informal, dice Bruni. "Pero también está la inducida. Hay de todo en la viña del señor: los patrones que no quieren pagar y empleadas que no quieren aportar. Pero luego, llegan los problemas que todos los días vemos en la práctica: cuando comienza a faltar poco tiempo para la jubilación, ahí llegan los reclamos. Lo importante es generar una conciencia de responsabilidad social, tanto del empleador como del trabajador".

Más allá que desde enero del 2006, el sueldo básico del servicio doméstico en Montevideo es de $ 2.775, y del interior $2.617,50, según decreto presidencial (se reduce un 20% si se ofrece vivienda y alimentación), las cifras que se manejan en la realidad son otras. "Se ofrece entre $ 3.000 y $ 4.000 para empleadas de 8 horas diarias con retiro, y entre $ 4.000 y $ 6.000 para con cama, y aportes", asegura Sonia Andrade, propietaria de una agencia de colocaciones.

Esas cifras no estarían muy alejadas de lo que pretende lograr el Sindicato Único de Trabajadoras Domésticas, a través de los Consejos de Salarios que el Ministerio de Trabajo se comprometió frente al Pit-Cnt a instalar este año. "El sueldo mínimo actual es irrisorio para 8 horas. Pretendemos que se instale un mínimo entre $ 50 y $ 70 la hora, unos $ 5.000 mensuales, que es lo que estamos ganando. Pero todo es discutible, como gremio, no queremos ser esa cosa cerrada, o blanco o negro. Entendemos que existen matices. A través del Consejo de Salarios lo que intentamos es regular la situación. Luego se pueden hacer acuerdos personales por escrito. Porque quizás, para quienes buscan empleada con cama, las normas del proyecto no le sirvan. Pero sí pueden realizar un acuerdo por escrito, avalado por ambas partes. De repente no son 8 horas, sino 10 o 12. Bueno, ¿cómo se resuelve? A través de acuerdos personales, respetando ambas partes. Tendría que ser así," señala Cristina Otero, quien asegura que el gran porcentaje de trabajadoras tiene un buen relacionamiento con sus empleadores. "Quizás la mayor problemática se encuentre en las empleadas con cama, quienes muchas veces no tienen descansos ni siquiera tiempo para almorzar. Por eso yo digo: vamos a acordar por escrito, para evitar reclamos".

Es cierto que la mayoría de las problemáticas se produce en el ámbito del servicio con cama, cuya oferta en la actualidad es inexistente. "Nosotros tenemos siete u ocho pedidos con cama por día, y no se consigue. Diría que por cada 100 pedidos con cama, hay dos con retiro. Si las condiciones cambiaran, seguramente bajaría muchísimo el desempleo", señala Sonia Andrade.

¿Por qué no existe oferta de ese servicio? "Se dan varios factores –señala Andrade- a veces son los patrones que abusan de la gente: las domésticas se quejan mucho de que se acuestan muy tarde, de que les hacen hasta alcanzarle un vaso de agua, que deben transformarse en mujeres orquesta sin horario de descanso. Pero también se da que hoy en día, las potenciales empleadas tienen hijos desde muy jóvenes y no pueden quedarse con cama. La realidad ha cambiado muchísimo".

Ahora, Andrade también reconoce que el servicio doméstico hoy en día se ha modificado por completo. "Se perdió el hábito de trabajo, esa cuestión de querer perdurar en un lugar. La juventud es terrible: quiere trabajar dos o tres meses para comprarse un jean o un disc-man, y chau. Incluso ahora, en los últimos tiempos, lo estamos viendo en adultas, no tanto de la gente del interior sino la de Montevideo", reitera la propietaria de la agencia de colocaciones.

El nuevo proyecto de ley, además, suma otro problema más al tema servicio con cama. El artículo 2 señala: "Establécese la limitación de la jornada laboral de las/los domésticos/as en un máximo legal de ocho horas diarias y de cuarenta y cuatro horas semanales. Finalizada su jornada, el personal "sin retiro", tendrá derecho a libre disposición de su tiempo. En el artículo 3, además, se indica que "tratándose de trabajadoras/es sin retiro", el descanso intermedio tendrá una duración de dos horas (en lugar de media hora como el de retiro). "El tiempo de descanso intermedio será de libre disposición por parte de los trabajadores/as", se agrega.

Por supuesto que esa normativa se da de bruces contra la realidad de jefas de hogar, a veces con multiempleo, que no pueden salir de su trabajo para cubrir esas dos horas de descanso, o para llegar a tiempo para que la empleada doméstica cumpla estrictamente con 8 horas de trabajo. O para aquellas familias que justamente recurren y pagan más por una empleada con cama, para tener la libertad de una noche salir, y que sus hijos queden bajo un buen cuidado.

Mirado desde el punto de vista de la trabajadora doméstica —señala el subsecretario de Trabajo Jorge Bruni— no es su problema. En definitiva la empleada se puede preguntar: "¿por qué me tengo que estar ocupando de los temas de mis patrones, si yo trabajo bien y cumplo mi horario?". Si ella contestara "es su problema", estaría dentro de la normativa legal. Por supuesto que no dejo de entender de que en la práctica, es un tema muy difícil dada las características del trabajo y la intimidad que en este se adquiere".

"NO HAY DEMASIADOS LITIGIOS"

El subsecretario del Ministerio de Trabajo, Jorge Bruni, tiene la percepción que los litigios por diferencias entre empleador y trabajador doméstico son pocos. "No es un sector complicado en ese sentido. Se requiere contratación de abogados, son trámites lentos, y se llega a acuerdos de las partes. No tengo cifras porque en definitiva es un tema de la justicia".

En cuanto a la representatividad frente al Ministerio de Trabajo del servicio doméstico que hoy apenas tiene 500 afiliados, en 90 mil o 100 mil que son en total, Bruni dice: "Para mi son más representativos 500 personas afiliadas que 99.500 voluntades aisladas. Tienen más fuerza. Puede resultar un ejemplo extremo, 500 en 90 mil, pero las posibilidades están, existen, y estamos en el campo del derecho colectivo. Pero además, acá el Ministerio recibe trabajadores organizados o no organizados, como corresponde. Y si hay dos colectivos, se escucharán a ambos".

Hoy por hoy no existen incentivos para los empleadores para poner en caja a sus trabajadores domésticas, en cuanto a perdonar deudas anteriores como existieron en otros tiempos. "Pero no olvidemos que existen las prescripciones. Las deudas de tributos al BPS que tienen los empleadores cuentan con dos plazos de prescripción: uno de 5 años y otro de 10 años. A los 5, prescriben aquellas deudas que estando enterado el BPS de que existían, no las reparó. Pero esa prescripción se extiende a 10, si el Banco no sabía de esa deuda y no pudo hacer acción para cobrarla. En cuanto a las deudas salariales, son dos años para atrás el período de prescripción desde el momento que cesa la relación laboral", explica Bruni.

A TENER EN CUENTA

PROYECTO. La jornada laboral será de 8 horas, en total 44 semanales, para servicio doméstico con y sin retiro. El descanso intermedio está previsto de media hora para las del régimen con retiro, y de dos horas a convenir entre empleador y trabajadora, para las "con cama". En ese lapso de dos horas, la empleada puede disponer libremente de su tiempo. El descanso semanal será de 36 horas, comprendiendo todo el domingo y 12 horas de otro día a convenir. Las trabajadoras "con cama" "tienen derecho a un descanso mínimo nocturno de nueve horas continuas que no podrá ser interrumpido por el empleador, así como una alimentación adecuada y una habitación higiénica y privada". La edad mínima para trabajar en el sector es de 18 años, salvo casos especiales mayores de 15 autorizados por INAU.

DERECHOS. El servicio doméstico obtiene los beneficios de indemnización por despido desde los 90 días de iniciada la relación laboral. Si la empleada se encontrara embarazada cuenta con derecho de indemnización especial. El proyecto también prevé incluir la cobertura de desempleo, que cuentan los trabajadores del área comercial y empresarial. Los empleadores deberán entregar recibo de sueldo.

INFRACCIONES. "Se podrán realizar inspecciones domiciliarias cuando exista presunción de incumplimiento de las normas laborales y de la seguridad social, para lo cual deberá contar con orden judicial. Las infracciones serán sancionadas con amonestaciones o multas, y comercios hasta con clausuras.

PERFIL. Según el Instituto Nacional de Estadísticas, el 33% del servicio doméstico apenas terminó la escuela, el 26% cursó estudios secundarios, y un 9.4% tiene estudios terciarios.

CONTRAPARTE. El Ministerio de Trabajo se comprometió con el Pit Cnt a formar el Consejo de Salario para el Sindicato Unico de Trabajadoras Domésticas en el 2006. Aún no se sabe, quienes serán la contraparte al gremio. En caso que no se presente ninguna cámara o organización, podría ser el propio Estado.

LO DIJO

Cristina Otero – sindicalista

"El dirigente sindical tiene que ser el mejor trabajador. Uno tiene que ser ejemplo para patrones y compañeros".

Jorge Bruni - Ministerio de Trabajo

"El proyecto menciona normas que están vigentes, pero que hubo necesidad de reiterar porque no se cumplen".

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