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Jugadores de leyenda

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Mantarraya, uno de los jugadores de League of Legends uruguayos más destacados. Foto: Fernando Ponzetto.

TENDENCIAS

Uruguayos que juegan profesionalmente al League of Legends. Para ellos, dejó de ser un pasatiempo: ahora es un trabajo.

El debate está obsoleto desde que en los últimos Juegos Asiáticos hubo seis videojuegos en la categoría eSports, o deportes electrónicos. Queda sin valor al ver que año a año el Mundial de League of Legends (LoL) atrae a millones de espectadores y llena estadios. Apenas quedan discusiones, cada vez más pequeñas, en la interna del Comité Olímpico Internacional para incorporarlos como disciplina olímpica.

El LoL suma cada vez más adeptos y se profesionaliza aún más. La final de 2018, fue vista por más de 200 millones de personas a través de streaming y contó con más de 50.000 espectadores en el estadio Munhak de Corea del Sur. El coreano Faker, considerado el mejor jugador del mundo, supera el millón de dólares en ganancias solo en concepto de torneos.

Uruguay no escapa al fenómeno y se mete, poco a poco, en los eSports. En el LoL ya tiene jugadores profesionales, algunos han sido campeones y uno de ellos llegó a disputar el Mundial. Estas son sus historias.

El equipo uruguayo.

PEX (ex Pineapple Express), fue el primer equipo de Sudamérica en contar con una gaming house (o “casa de juego”, el inglés es lingua franca en este mundo), un lugar en el que sus integrantes conviven y entrenan. La casa quedaba en Marindia y el equipo era conformado por tres uruguayos, un argentino y un peruano.

PEX se fundó a fines de 2013 y a lo largo de un año se fue haciendo un nombre entre el incipiente público. Los seguidores latinoamericanos que veían crecer los torneos profesionales le tomaron un cariño que se mantiene hasta hoy. En 2014, PEX ganó la Copa Latinoamérica y la Serie de Campeonato Argentina, finalizó en el podio en otros tantos y logró clasificar a la Wild Card, una suerte de repechaje en Estados Unidos para obtener un cupo al Mundial. “Teníamos que ganar, o salir segundos para vivir. Si no, no comíamos”, recuerda Juan Ignacio Abdón (24), más conocido como Mantarraya.

Los tres uruguayos de PEX (Mantarraya, Uri y MegaJP, ya retirado) siguieron con carreras profesionales luego de que el equipo dejó de existir a fines de 2014.

El jefecito.

Uri, propietario de la franquicia PEX. Foto: @urilol1 / Twitter.
Uri, propietario de la franquicia PEX. Foto: @urilol1 / Twitter.

Uri Schölderle (Uri) tiene 29 años. Hace ocho comenzó a jugar al LoL con su hermano y un amigo. “Al mes les dije que no quería jugar más con ellos porque ya estaba muy arriba y se me hacía aburrido, yo necesito que un juego sea difícil”, cuenta a Domingo.

Empezó a jugar con personas de otros países y al poco tiempo se fue a vivir a México con sus padres. Allí fundó el equipo Lyon Gaming. “Mis padres al principio no me apoyaban. Jugamos el primer torneo de Latinoamérica y ganamos. El premio eran US$ 20.000, repartidos en 4.000 para cada uno. Llegué a casa, puse el dinero en la mesa y entendieron que podía hacer algo. Por el LoL me volví independiente y empecé a hacer lo que quería”.

En 2014 regresó a Uruguay y fundó PEX junto a Mantarraya, MegaJP, el argentino BadMilk y el peruano Fragio. “Éramos cinco chicos que la mayoría no había trabajado ni estado sin sus padres, era todo nuevo. Eso nos ayudó un montón a crecer como personas” relató. A pesar de los resultados, a fin de año la convivencia no era la mejor. Pero Uri le da su valor a la experiencia: “Es meritorio que fue la primera gaming house que se hizo en América Latina y sin una empresa atrás, fue todo a huevo y por eso la gente se identificó con nosotros, con los valores de sacrificio y compromiso”.

Los torneos de LoL se profesionalizaban en América Latina. Uri pasó al equipo argentino Furious Gaming, volvió a Lyon y retornó a Furious. En esas idas y vueltas estaba cuando dijo “voy a hacerlo yo” y decidió dejar de jugar para sacar adelante un equipo como propietario.

Hasta la unificación, que rige a partir de este año, América Latina contaba con dos servidores: Latinoamérica Sur (LAS), con sede en Chile, y Latinoamérica Norte (LAN) en México. Hacia allí migró Uri para instalar su equipo. Pensó un nombre y todos los caminos conducían al mismo lado. “Junté a los que habíamos hecho PEX y les dije que el nombre estaba disponible y quería saber si estaban de acuerdo en que lo usara. Me dijeron que sí”.

PEX participó del circuito de promoción de la LAN en 2018 y del Circuito Nacional de México. Cuando se anunció la unificación de LAN y LAS, PEX no quedó entre los equipos que conformarían la primera división. En 2019 deberá participar del torneo local para pelear un puesto en 2020. Mientras tanto, Uri, a quien llaman “jefecito” en las redes sociales del equipo, expandió el universo PEX con un equipo en el juego Rainbow Six Siege. En su primera temporada en este juego, PEX fue campeón de la Liga Predator y está primero e invicto en el campeonato mexicano.

Como Suárez.

Mantarraya es el único uruguayo que participó de un Mundial de League of Legends. Foto: Fernando Ponzetto.
Mantarraya es el único uruguayo que participó de un Mundial de LoL. Foto: F. Ponzetto.

Cuando dejó PEX, Mantarraya (24) se decidió a competir con y contra los mejores. La experiencia de la Wild Card lo dejó en las puertas de un mundial y no quería perderse la oportunidad de participar. Debía ser mejor, tenía que ser campeón.

Mejoró su rendimiento hasta que en 2017 llegó al equipo chileno Kaos Latin Gamers (KLG). “Antes de empezar me preguntaron cómo veía a KLG y dije ‘Este año vamos a ir al mundial’. Lo tenía en la cabeza antes de empezar la copa, por la forma en que trabajamos y la estructura del equipo”. KLG se quedó con el título de la LAS 2017 y logró la clasificación al mundial que se celebró en China. Por primera (y por ahora única) vez, un uruguayo estaría en la Copa del Mundo de LoL.

Mantarraya empezó jugando al Counter Strike pero no obtenía rédito económico. “Invertía mucho tiempo y veía que en otros lados la gente vive de eso”. En 2010 apuntó al LoL, que había sido lanzado a principios de 2009 y crecía a pasos agigantados. “Desde la primera partida, jugué con la mentalidad de que a mí no me importa cómo jueguen los demás, me importa cómo hago las cosas yo y qué tengo que hacer para mejorar. Me enfocaba en mis errores, analizaba las jugadas”.

Hoy parece que el trabajo dio sus frutos. Tras el año memorable en KLG, se fue a México a formar parte de Predators, equipo que llegó a semifinales de la LAN. Hasta el año pasado, ha sido el uruguayo más exitoso en LoL y sus seguidores se lo hacen ver. “Salgo a bailar, la gente me conoce, me pide una foto, me dice ‘primero está Suárez y después vos’. Y yo me cago de risa”.

Pero Mantarraya se cansó de estar lejos del país. Entrevistado por Domingo a fines de noviembre, dijo: “Ahora estoy viendo qué hacer. Tengo un año más de contrato con Predators y les comenté que tenía ganas de quedarme en casa. Quería dedicarme al streaming y pasar más tiempo con mi familia y mis amigos, que ya hace unos cuatro o cinco veranos que no puedo pasar con ellos porque estoy afuera compitiendo”.

El 26 de noviembre anunciaba en sus redes sociales que no participaría de la siguiente temporada y que era su retiro, aunque no descartaba ”la posibilidad de volver en un futuro” a la competencia.

La promesa.

Buggax tiene 20 años pero varias temporadas compitiendo profesionalmente. Foto: @buggax1 / Instagram.
Buggax tiene 20 años y varias temporadas compitiendo. Foto: @buggax1 / Instagram.

A los 16 años, Mateo Aroztegui, conocido como Buggax, ya empezaba a hacerse un nombre en Internet. Ahora, que tiene 20, pasó por cinco equipos (tres profesionales) y vivió en tres países distintos.

Buggax es visto como una promesa en América Latina y la confianza que le ha dado su último equipo, el argentino Isurus Gaming, es una muestra de ello. De cara a la unificación de los servidores LAS y LAN, Isurus cambió a casi todo su equipo titular para 2019. Solo Buggax se mantuvo, a pesar de que se vieron algunas quejas en redes. Él tomó esto como una oportunidad. En su cuenta de Twitter escribió: “El peso que tengo de jugar con estos animales es gigante” y que “2019 va a ser increíble”. “No muchos me tienen fe pero prometo entrenar hasta que se me arranquen los ojos para sacar a Isurus campeón”.

El uruguayo es un jugador polémico. Ya desde sus inicios ha sido tratado de “tóxico”. Él lo sabe y aprovecha esa etiqueta para ironizar en sus publicaciones en redes sociales. De todos modos, le importa ganar, no caer simpático. “Sé que mi personalidad no es la más agradable, pero mezclar eso con rendimiento no tiene nada que ver. Este 2019 no pienso hacerme ni más ni menos querido, pero mis intenciones son no volver a leer ‘Buggax no está al nivel’”, dijo el mismo día de su confirmación en Isurus.

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