Jaime Maussan: "Es sabido que el Pentágono guarda naves y cuerpos extraterrestres"

El mexicano lleva más de tres décadas intentando demostrar la existencia alienígena. Es el divulgador más conocido y polémico de habla hispana. ¿Algunos hechos recientes le dan la razón?

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Jaime Maussan

Jaime Maussan lleva más de tres décadas intentando demostrar la existencia de los alienígenas. Y eso lo ha pagado caro: siendo previamente un periodista que cubría otros temas -y varias veces premiado por ello-, hoy es tildado por muchos de “chanta” o fabulador. Pero eso no le molesta: acepta que su métier es polémico. En los últimos años, el mexicano cobró notoriedad por presentar al mundo una serie cuerpos momificados, supuestamente no humanos. Y algunos hechos han jugado a su favor, como cuando en 2023 tres exmilitares de EE.UU. aseguraron ante el Congreso que su gobierno esconde pruebas de la vida extraterrestre.

El 11 de julio de 1991, México vivió un eclipse total de sol. Durante siete minutos, el día se convirtió en noche. Y eso fue registrado por muchas personas que contaban con cámaras de video, antes que existieran los smartphones, hoy completamente presentes en nuestra vida cotidiana. Pero algunos vieron algo más que el fenómeno astronómico y registraron objetos voladores no usuales para la época.

Esto hizo un clic en la vida profesional de Jaime Maussan (71), quien cubría notas diversas como reportero de 60 Minutos, básicamente sobre temas sociales y ambientales. “Hoy los temas medioambientales siguen siendo los que más interesan”, dice el investigador en comunicación telefónica desde México con Domingo, siempre tratando de pararse en una vereda diferente a la de los “ufólogos”, pese a que en el campo de la ovnilogía ha hecho fama y dinero.

Hoy, cualquiera tiene un celular con cámara como para grabar un video. Pero la tecnología también puede jugarle en contra a la investigación seria del fenómeno: ya casi cualquier cosa se puede hacer con Inteligencia Artificial (IA) y los drones han poblado los cielos, haciendo movimientos impensables para cualquier aeronave que les antecediera.

“Es cierto, pero la Inteligencia Artificial también nos puede permitir detectar un fraude. Hoy recibimos muchos videos de todos lados. Ahora, por ejemplo, hay casos de objetos voladores en Nueva Jersey y Nueva York que han sido grabados por cientos de testigos, por lo que no hay posibilidad de que sean hechos con IA. Cuando una persona da la cara, da su nombre, da información y detalles, normalmente los videos son auténticos. Cuando son anónimos, por lo general son falsos”, destaca.

Con respecto a los drones, dice que también es posible diferenciarlos de los objetos voladores no identificados. “Hay elementos que nos permiten determinar el tamaño, la altitud de un dron normalmente no está más allá de los 3.000 pies (914 metros). Y un dron volando en altura prácticamente no se ve”, anota Maussan, quien en su juventud ganó tres veces el Premio Nacional de Periodismo.

¿Las pruebas le dan la razón?

Hace cinco años, el Departamento de Defensa de Estados Unidos publicó las grabaciones de tres avistamientos de objetos voladores no identificados (OVNI) por parte de sus pilotos: una obtenida en 2004 y dos de 2015. “Se publican estos videos para clarificar cualquier malentendido por parte del público sobre si las grabaciones que han ido circulando son reales o no. El fenómeno aéreo que se aprecia en los videos permanece clasificado como no identificado”, explicó el gobierno estadounidense sobre las imágenes que habían sido previamente filtradas por Internet.

Y hace dos años, un grupo de exmilitares aseguró ante el Congreso de los Estados Unidos que el gobierno de ese país no solo oculta información sobre vida y presencia extraterrestre, sino que además podría estar intentando aplicar ingeniería inversa a naves recuperadas de origen desconocido. “Un hombre de la Inteligencia Militar habló de naves y cuerpos recuperados. Después trataron de decir que estaba loco. Pero lo que dijo es absolutamente cierto, todos los sabemos. El Pentágono tiene naves y esas naves son investigadas por contratistas que reciben contratos multimillonarios. Detrás de este ocultamiento, también hay enormes cantidades de dinero”, comenta.

—¿Usted dice que hay tecnología desarrollada por los humanos que proviene de naves extraterrestres?

— Así es, y lo dijo la persona que lo hizo, el coronel Philip Corso. Él habló de los circuitos integrados de las computadoras, la fibra óptica, las fibras de alta resistencia, la visión nocturna y tantas otras cosas que salieron de las naves que cayeron en la década del 40. Él trabajó en la Oficina de Tecnología Extranjera en el Pentágono del 58 al 61. Y esto le permitió estar en contacto con esta tecnología y sembrarla en la industria de Estados Unidos, así como respaldarla con grandes cantidades de dinero.

—¿Esas naves y cuerpos extraterrestres estarían en la famosa Área 51, en el estado de Nevada?

—La verdad es que no lo sabemos. Sabemos que el Área 51 ha tenido naves. Y que tiene hangares subterráneos, una zona llamada S-4, donde se han investigado esas naves. Bob Lazar, un científico nuclear que desertó e informó todo lo que había visto e hizo en ese sitio, nos ha permitido saber mucho del Área 51.

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Jaime Maussan en su casa, la cual construyó en conexión con la naturaleza.

Un hallazgo estremecedor

A partir de 2017, un extraño conjunto de restos momificados supuestamente hallados en la zona de Nazca, en Perú, comenzó a dar que hablar en el mundo. Se trata de cuerpos tridáctilos (con tres dedos en sus extremidades) de distintos tamaños (algunos de tan solo 60 centímetros de altura) cuya datación por radiocarbono indicó que podrían tener hasta 1.800 años de antigüedad. Las figuras presentan físicamente ciertas características humanoides, lo cual ha sido objeto de muchas controversias acerca de su origen y/o veracidad. Maussan afirmó que más del 30% del ADN extraído de los especímenes era “desconocido”, sugiriendo que “no son parte de nuestra evolución terrestre”.

Pero el hallazgo estuvo plagado de yerros desde el principio. En primer lugar, habrían sido encontradas por huaqueros (personas que se dedican a saquear yacimientos arqueológicos). Y en segundo, de una forma muy curiosa, la academia peruana ha tratado de presentarlo como un fraude incluso desde antes de poder tener acceso a los cuerpos para analizarlos. Maussan asegura que los especímenes -que se encuentran en Perú en manos privadas- son auténticos. Y desde hace años está embarcado en una cruzada para que puedan ser estudiados por distintos laboratorios y científicos del mundo.

“El Ministerio de Cultura de Perú había levantado una demanda en contra de los catedráticos de la Universidad de Ica, especialmente en contra de dos de ellos a quienes acusó de ser ladrones de tumbas, de huaqueros. Y un juez acaba de determinar que el Ministerio de Cultura mintió, que no tiene una sola evidencia, que no ha realizado ninguna investigación. Esto es una gran sorpresa, no inesperada porque el Ministerio llevó a algunos de estos cuerpos al hospital de Ica y les hizo pruebas, análisis. Y resulta que los cuerpos no eran ‘armados’, como algunos han dicho”. Esta última aclaración la hace porque se decomisaron algunos ejemplares pequeños que fueron analizados y que efectivamente resultaron ser “muñecos”, pero que según el investigador fueron creados como “souvenires” para turistas.

El propio Maussan tiene una demanda contra el gobierno del Perú y el Ministerio de Cultura por US$ 300 millones que asegura va a ganar. “Van a tener que negociar, porque no tienen ese dinero. La propiedad de los cuerpos no es del gobierno, es del pueblo del Perú. No se les han entregado al gobierno porque los quiso hacer desaparecer”, remató.

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