HITLER, tendencia suicida y homosexual

Adolf Hitler era rencoroso, con baja tolerancia a la crítica, tendencia a menospreciar a las personas y a buscar venganza, según un perfil psicológico elaborado en 1943 por el psiquiatra Henry Murray de la Universidad de Harvard, difundido ahora por la Universidad de Cornell (Nueva York).

El análisis que en plena Segunda Guerra Mundial le fue encargado a Murray por la Oficina de Servicios Estratégicos, antecesora de la actual Agencia Central de Inteligencia (CIA), también ahonda en la posible tendencia homosexual de Hitler. El psiquiatra señala que en su constitución había "un gran componente femenino" y enfatiza que tenía grandes debilidades, que nunca hizo trabajos manuales o practicó deportes y que de soldado era "desagradablemente sumiso". Sexualmente le describió como un masoquista pasivo, que se caracterizaba por su "homosexualidad reprimida".

SUICIDA. El análisis psicológico recientemente difundido tiene 250 páginas, que además se pueden ver en Internet en formato PDF (https:// www.lawschool.cornell.edu/ library/donovan/hitler/), y predijo la posibilidad luego confirmada de que Hitler se suicidara. Murray describe la personalidad del dictador de origen austríaco como la de un "criminal compulsivo", incapaz de aceptar una broma, perseverante ante la derrota y muy confiado en sí mismo. A ello se le agregan la falta de ciertas características esenciales para conformar una personalidad equilibrada.

En el documento titulado "Análisis de la personalidad de Adolf Hitler con predicciones sobre su futuro comportamiento y sugerencias para tratar con él ahora y después de la rendición alemana", se señala que si Alemania perdía la guerra Hitler podría suicidarse pero que si lo mataban podría llegar a convertirse en un mártir.

Sin descontar una revuelta de sus subordinados o un colapso mental, el estudio especula con la posibilidad de que Hitler se hiciera matar por un alemán o un judío, para completar el mito del héroe traicionado. En caso de una derrota germana, Murray indicó que el dictador podría optar por suicidarse con un disparo en la cabeza, hipótesis que terminaría por confirmarse hace justamente 60 años, dentro del bunker de la Cancillería en Berlín.

Para realizar todo el estudio a distancia, Murray se basó en información de segunda mano, tal como su genealogía, su historial escolar y militar, informes públicos de prensa sobre acontecimientos en los que participó, escritos o filmados, la información de la propia Oficina de Servicios Estratégicos de Estados Unidos y los escritos del dictador y de sus biógrafos.

En base a estos documentos el psiquiatra de Harvard concluyó que Hitler sufría neurosis, paranoia, histeria y esquizofrenia, entre otros males, aunque expertos contemporáneos han señalado que el estudio incluye una serie de malinterpretaciones y prejuicios propios de la psiquiatría de aquellos años, además de ignorar factores genéticos que fueron descubiertos después.

La propia Universidad de Cornell reconoció al difundir estos documentos que Murray fue una figura controvertida; en Harvard participó de una serie de experimentos con alumnos, entre 1959 y 1962, entre los que se contó un estudiante llamado Theodore Kaczynski, conocido luego como el "unabomber" y condenado por terrorismo. Sus abogados utilizaron en su defensa una serie de pruebas de estrés para explicar su inestabilidad emocional y miedo al control de su mente, como consecuencia de los experimentos en que participó con Murray.

Los documentos son una pieza histórica única. Fueron descubiertos en la Biblioteca de Derecho de la universidad y los derechos fueron cedidos por la viuda del psiquiatra.

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