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El meteorólogo, un artesano de la atmósfera

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Pantallas en Inumet. Foto: Inumet

CLIMA 

En un país que depende del clima para su economía, el meteorólogo se vuelve indispensable. Pero esta es una profesión que eligen muy pocos uruguayos.

Cuando decidimos cómo vestirnos, cuando organizamos un fin de semana en la playa, al momento de reformar el hogar o, incluso, al enfrentar un problema legal tras un siniestro de tránsito necesitamos de un meteorólogo y de sus pronósticos. Somos climadependientes. Precisamos para nuestro día a día de la labor de un meteorólogo que nos brinde la información necesaria para saber cómo va a estar el día.

Pero la temperatura y las condiciones atmosféricas no solo condicionan nuestras acciones más cotidianas, sino también forman parte de decisiones más generales. Por ejemplo, si despega o no un avión. Incluso, el trabajo hecho por los meteorólogos es fundamental para las políticas públicas de salud. Permiten, por ejemplo, la predicción de brotes de enfermedades que son transmitidas por el aire, como el COVID-19, o a través del agua.

La economía de Uruguay es dependiente del clima y de la meteorología, de acuerdo a Madeleine Renom, expresidenta de Inumety directora de la Licenciatura en Ciencias de la Atmósfera que se dicta en la Universidad de la República (UdelaR). La alta dependencia se ve reflejada, incluso, en el PBI, “te puede cambiar la luz, el agro, las importaciones y el turismo”, explicó a El País la doctora en Ciencias de la Atmósfera y los Océanos.

Y es en esta dependencia que nace la necesidad de tener cada vez más meteorólogos. Los fenómenos atmosféricos, como el tornado de Dolores o el temporal de 2005, seguirán ocurriendo; al igual que los eventos de La Niña o El Niño. Y, por ello, es que Uruguay necesita más observadores del clima.

La tasa de desempleo es cero para quienes egresan de la UdelaR, contó Renom; sin embargo, en promedio solo egresan dos o tres personas al año de las 40 que inician cada año la licenciatura.

En lo que fue la Escuela de Meteorología del Uruguay (EMU), dependiente de Inumet, se inscribían en promedio 20 personas, pero el porcentaje de culminación era también bajo. Cuando Néstor Santayana, actual jefe de pronóstico de Inumet, se inscribió en 2003 hubo récord de inscritos: 80 personas se habían anotado ese año.

Sin embargo, solo tres obtuvieron el título. Para él, en el presente esto puede no ser un problema debido a que hay meteorólogos jóvenes, pero sí a largo plazo, ya que pocos terminan sus estudios.

2005: un antes y un después

Madeleine Renom no solo fue la primera meteoróloga en ocupar el cargo de presidenta en Inumet, sino también fue la primera licenciada en Ciencias Meteorológicas de la UdelaR. En el 2000 egresó, pero en el recorrido cerró la carrera. “Fue duro porque no había docentes; éramos solo dos estudiantes y había que pelear por poder tener los cursos”, recordó.

Tras el cierre de la licenciatura, Uruguay se quedó sin una especialización profesional, aunque sí había y hay otras opciones técnicas.

A fines de agosto de 2005 ocurrió un ciclón extratropical, un gran temporal que dejó 10 personas fallecidas y áreas muy afectadas, que prendió las alarmas. Quien era en ese entonces ministra de Defensa, Azucena Berruti, se reunió con la UdelaR por la necesidad de contar con licenciados en meteorología.

Dos años de trabajo entre cuatro o cinco docentes concluyeron en una licenciatura que ya tiene 13 años. Actualmente se está trabajando para generar una tecnicatura dentro de la institución universitaria, adelantó Renom.

La tasa de desempleo para quienes egresan de la UdelaR es actualmente cero.

En tanto, la Asociación Uruguaya de Meteorología, que fue fundada en 1996 por los meteorólogos José Serra y Diego Vázquez Melo y que reabrió sus puertas en 2017, cuenta con una variedad de cursos para formarse como meteorólogo.

Inumet, a su vez, contaba con la EMU, pero cerró en 2015. En este año, el organismo está trabajando para reabrirla. Santayana detalló los avances de esta idea: al comienzo solo formaría observadores meteorológicos de forma gratuita con formación virtual y prácticas en estaciones meteorológicas cercanas al estudiante, con el objetivo de que en un futuro haya más técnicos para el interior del país “que hoy hacen falta”.

¿Va a llover?

Una de las típicas preguntas que nos hacemos los uruguayos es, para Renom, “una de las preguntas más difíciles de responder”. Por su parte, José Serra contó sonriendo que, tras 40 años de “mirar al cielo”, ya le es más sencillo responder esa pregunta, pero para realizar un pronóstico maneja entre 1.500 y 2.500 datos, dos veces al día. Y cada uno de esos pronósticos, para áreas específicas, le puede llevar hasta cuatro horas.

El meteorólogo, para Serra, es un artesano de la atmósfera. “Es el observador nato de los comportamientos de los procesos físicos de la atmósfera”; no obstante, “no es mirar al cielo y decir si llueve o no llueve. Hay que tomar a la atmósfera como una persona que, a su vez, está en CTI porque el ser humano la agredió mucho”, agregó.

Cuando esa lluvia se convierte en un evento adverso, el trabajo en Inumet se torna más intenso. El jefe de pronóstico detalló cómo es un día cuando hay alertas. “La realidad cambia cuando la situación atmosférica se inestabiliza”, explicó. A los turnos rotativos de 12 horas, a las tareas de análisis, a la diagnosis y a la prognosis se les suma una coordinación con los jefes de estaciones meteorológicas, con el Sinae y con cada Cecoed. Esas jornadas, contó Santayana, “son muy estresantes y agotadoras”. Empiezan uno o dos días antes del evento adverso y culminan luego del cese de las alertas.

¿Necesitamos meteorólogos?

En 2017 la Organización Mundial de Meteorología publicó un documento titulado con la pregunta “¿por qué necesitamos meteorólogos? Serra, Renom y Santayana la trasladaron a nuestro territorio.

Si un camión que transporta granos a granel cuenta con un seguro y vuelca en territorio uruguayo tras una turbonada y la lluvia estropea la materia prima, necesitará de un observador meteorológico que informe que eso sucedió. Este fue el ejemplo que Serra utilizó para explicar la necesidad que tiene el país de tener más profesionales en el área. Hasta en situaciones inesperadas hace falta el informe de un meteorólogo.

Para el profesional de Inumet, “el meteorólogo es un eslabón importante” para la economía uruguaya. Renom también se centró en la economía y destacó que Uruguay es un país “climadependiente”. 

Empero, los tres subrayaron que todavía queda trabajo con la sociedad. Para Renom, “siempre hay como un desprestigio, pero esto no es una tómbola sino que es una ciencia. A veces se exige una precisión de 100% y eso no existe en ninguna ciencia”. Para Serra, últimamente los meteorólogos han caído en “un descreimiento muy grande”, por eventos como el del 2005, pero que “poco a poco” está cambiando esta tendencia.

Por último, Santayana enfatizó que “el meteorólogo siempre será más criticado que felicitado”; sin embargo, “en Uruguay uno de los temas más hablados es la meteorología. En la parada de ómnibus, en el trabajo. Las personas intentan estar al pendiente del pronóstico del tiempo”.

Tres destacados meteorólogos

Néstor Santayana. Foto: Inumet
Néstor Santayana

Jefe Departamento de Pronóstico del Tiempo y Vigilancia Meteorológica

Cuando el actual jefe de pronóstico de Inumet era niño escuchaba los pronósticos en las radios de Artigas y sentía curiosidad. Fue en la Secundaria cuando se enteró de la existencia de una carrera en Montevideo y decidió migrar a la capital.

Hace 13 años que trabaja en el organismo. Y hace ya siete años se desempeña como jefe Departamento de Pronóstico del Tiempo y Vigilancia Meteorológica.

Madeleine Renom. Foto: Presidencia
Madeleine Renom
Directora de la Licenciatura en Ciencias de la Atmósfera

Investigadora en el PEDECIBA

Un test vocacional fue la que la ayudó a definirse. Le comentaron que en la Facultad de Humanidades existía una carrera sobre ciencias meteorológicas. Se anotó y se convirtió en la primera licenciada. La carrera cerró y, junto a otros colegas, formó una nueva licenciatura.

Fue, también, la primera meteoróloga en ocupar el cargo de presidente de Inumet.

José Serra en el museo del Colegio Pío. Foto: Archivo El País
José Serra

Vicepresidente de la Asociación de Meteorología de Uruguay

Empezó derecho y abandonó. También lo hizo con medicina. Decidió estudiar meteorología cuando un familiar le consultó si no le gustaba esa profesión. Hace ya 40 años que le “picó el bichito” y se pasó todos estos años “mirando al cielo”.

Fundó la Asociación de Meteorología de Uruguay y fue su presidente. Hoy en día es su vicepresidente y da cursos.

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