Panqueques como se harían en cualquier parte, pero con un toque canadiense: el jarabe (o miel) de arce. Esa es la receta internacional de hoy, que la Embajadora de Canadá en Montevideo, Patricia Fuller, se encargó de preparar y aclaró que en sus tierras es muy común como "desayuno de primavera".
Ocurre que justamente esa estación del año es la temporada de la miel de arce (o maple, como se lo conoce popularmente), aunque enlatada se puede conseguir en cualquier momento. Se trata de la savia de un árbol nativo de Canadá (el arce) que al término del invierno desprende la resina y es recogida con recipientes metálicos que se incrustan en el tronco.
"Luego se hierve en grandes fogones y para que se enfríe rápidamente la colocan en la nieve", explicó la Embajadora.
La miel de arce es menos dulce que su similar de abeja, más líquida y tiene un gusto y sabor a bosque. Su color es amarronado y en Uruguay no se consigue de ninguna parte. "Es una de las cosas que más extrañamos", dijo la Embajadora, aunque en un reciente viaje a Canadá, se preocupó en traer varias latas.
DULCE. Con todo, los canadienses no son muy de lo dulce y de hecho, el café, por ejemplo, es más común tomarlo sin azúcar. "El café allá es como el mate acá; en las calles se ve a la gente con sus tazas, bastante más grandes que en Uruguay", dijo Fuller.
La diplomática aclaró igualmente que la cocina canadiense en sí no existe, sino que hay tendencias por regiones. Al este, los lugareños prefieren mayormente el pescado y en especial, el bacalao. El oeste es la tierra del salmón y al centro, hay una preferencia por las carnes rojas.
Entre los dulces, se destacan la torta de azúcar, y el vino de hielo; un vino que debido a la congelación de las uvas gana azúcares naturales y se transforma en un vino dulce natural, explicó la Embajadora.
En el centro del país y para días festivos, es común la preparación de la tarta de carne, que se prepara con la de vacuno, cerdo y otros animales de caza. Agregó Fuller que aquí ha probado el asado y los guisos y le gustaron.
En Canadá también hay parrilleros (barbacoas), aunque no son como en Uruguay, sino a gas. E inclusive, dijo la representante, en el supermercado se puede comprar humo líquido para dar apariencia de fuego natural y sabor ahumado a la carne.
En general, la cocina canadiense es rica en proteínas y calorías para soportar las temperaturas de congelación del invierno.
RECETA. Los panqueques como se comerían en Canadá, llevan los siguientes ingredientes: 1 taza y media de harina, 1 cucharada sopera de polvo de hornear, 1 cucharadita de azúcar, una pizca de sal y taza y media de leche. Se mezclan los ingredientes secos por un lado y el huevo y la leche por otro. Luego se junta todo y al quedar como un líquido pastoso va al sartén. Para hacerlos verdaderamente canadienses hay que elaborarlos más pequeños y gruesos, no finitos como en Uruguay.
Para comerlos con miel de arce, existen dos posibilidades: o hacerse amigo de la Embajadora o que alguien traiga una lata de Canadá.