El elegido | Pan y Vino

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Después de estudiar con Sergio Puglia en su escuela de gastronomía, haber hecho pasantías en Argentina y España y haber trabajado por varios años en el hotel Conrad de Punta del Este, el chef Pablo González decidió regresar a sus pagos para instalar junto con su madre un restaurante propio. "Volvió al pueblo de él a hacer lo que a él le gusta", cuenta Sonia Ferraro, madre del chef y encargada del local.

Así fue que hace once años abrió Pan y Vino en la terminal de ómnibus de la ciudad de Durazno con una propuesta de cocina internacional. "Hay platos de todo tipo, desde comida húngara a la netamente uruguaya", afirma Ferraro.

Desde chico, González estuvo vinculado a la gastronomía. Su padre se dedica a brindar servicios para fiestas en su ciudad y desde los diez años lo ayudaba en el trabajo.

La amplia variedad de platos de Pan y Vino incluye pescados, pollo, cerdo y carne de vaca. "La gente reconoce la calidad de la comida. Por ejemplo, utilizamos la mejor carne Angus traída del Matadero Solís", explica Ferraro. Tras la instalación del frigorífico Breeders & Packers en Durazno, los ejecutivos de la firma -como almuerzan y cenan en este restaurante- los contactaron con el Solís.

Los pescados como el lenguado o el salmón llegan desde Montevideo, mientras que el esturión es del río Negro.

Cada 15 días cambia lo que el chef denominó "cocina de estación", con las sugerencias de la casa. Pero el más pedido por los clientes es el bife ancho Angus, que se sirve acompañado de una salsa de roquefort y papas cuña. Es el plato más caro del local ($ 290).

Los postres son todos elaborados en el momento y no hay lugar para clásicos como el flan. La Pasión por el dulce de leche es de los más pedidos. El comensal promedio gasta entre $ 300 y $ 350. Atienden todos los días de 11 a 16 horas y de 19 a 1. Consultas por el 4362 8561.