El fuego sigue ardiendo desde la noche del 30 de diciembre de 2004 en Buenos Aires. En el local de la disco República Cromagnon murieron 193 personas, después que la bengala encendida entre el público durante un concierto de rock con sala desbordante de una concurrencia muy entusiasta, se convirtió en una hoguera que cobró vidas, estremeció a toda la sociedad y sigue teniendo impactantes repercusiones políticas, al extremo de que el lunes pasado, la Legislatura de la capital argentina votó el juicio político al jefe de gobierno o alcalde Aníbal Ibarra, una figura política que llegó al gobierno municipal con alto respaldo de la ciudadanía, pero que ahora enfrenta una instancia crucial que puede tener consecuencias irreparables para su futuro político.
Por cierto, la decisión que tomó la Legislatura no fue un trámite fácil, sino que estuvo rodeada de intensa polémica que hasta involucra al presidente Néstor Kirchner, ya que algunos afirman que la votación en contra de Ibarra también constituye duro revés para el mandatario.
El fuego y la tragedia de República Cromagnon han acechado al Alcalde a lo largo del año, pese a que éste se presentó en dos oportunidades ante la Legislatura para dar explicaciones y reconoció que el sistema de controles de los centros nocturnos de Buenos Aires, que encontró cuando accedió al gobierno municipal, tenía diversas carencias que él estaba intentando corregir. Pidió disculpas a los familiares de las víctimas.
El clima fue de alta tensión y enfrentamientos en los meses transcurridos desde la dramática noche en la disco.
CONTRAGOLPE. No bien la Legislatura de Buenos Aires votó el juicio político, Ibarra convocó a los medios de comunicación para anunciar que no presentará renuncia —está suspendido en el cargo hasta que termine el juicio— y dirigir las baterías contra Mauricio Macri, conocido por su exitosa actuación al frente del club Boca Juniors, dirigente del movimiento Compromiso para el Cambio y recientemente elegido Diputado Nacional, a quien acusó de promover el juicio en una actitud de revancha política.
"Macri fue claramente el que instruyó a los diputados de su sector en favor del enjuiciamiento", afirmó el Alcalde. "Hay legisladores del macrismo que por debajo dicen: esto es un disparate, la verdad que es un absurdo, no estoy de acuerdo".
Ibarra manifestó que "Macri hizo lo mismo que había hecho durante mi interpelación, con la diferencia de que en aquel momento él se mostraba y, como le fue mal en términos de sociedad, dijo: ahora lo hago debajo de la superficie y no me muestro".
Macri respondió de inmediato, afirmando que "se ha trabajado en el marco de las instituciones, respetando en todo momento lo que marca la Constitución porteña. No es una situación feliz la instancia de juicio político, pero era peor que se le diera la espalda a la búsqueda da la verdad".
Recordó que "en toda la campaña electoral ni yo ni ninguno de nuestros candidatos habló de Cromagnon, ni del Jefe de Gobierno. Más no se pudo haber hecho para que las instituciones funcionen de manera independiente de la política".
DERIVACIONES. En el caso también aparece el gobierno de Kirchner. En un artículo en La Nación, el periodista Joaquín Morales Solá indicó: "Si es cierto que la vida se rige por una ley de compensaciones, debe reconocerse que el gobierno de Néstor Kirchner no ha recibido una sola buena noticia desde que lo abrigó la victoria electoral. La suspensión de Aníbal Ibarra significa también un duro revés para la administración de Kirchner, que primero jugó por el Jefe de Gobierno su caudal electoral y, luego, su respaldo incondicional tras la tragedia de Cromagnon."
Agregó que "la caída de Ibarra solo fue el ineludible capítulo de la seria derrota electoral del kirchnerismo en la Capital. Ibarra no estaba predestinado a ser reelegido Jefe de Gobierno en 2003, pero la suerte es, a veces, más fuerte que la inteligencia. Un mes antes de esa elección, Kirchner fue elegido Presidente y atravesaba una luna de miel con la sociedad. Decidió que Mauricio Macri, que había ganado la primera vuelta de los comicios por el gobierno porteño, no debía auparse en el liderazgo de la Capital. Fue Kirchner quien empujó la reelección de Ibarra para frenar a Macri, temeroso de que éste se convierta, desde la ciudad, en un serio competidor en las presidenciales de 2007."
Morales Solá escribió que "el Presidente defendía a Ibarra a través de gestiones reservadas, en la Legislatura, pero le impidió que mostrara siquiera la cara en la última campaña electoral. Incluso, la gestión del suspendido Jefe de Gobierno no estuvo, extrañamente, en las reflexiones oficiales sobre las razones de la derrota en el distrito". Indicó que "defendían a Ibarra, pero escondían a Ibarra. La consecuente debilidad del jefe porteño terminó por tumbarlo y amenaza ahora con mojar los pies del gobierno nacional. No importan tanto los 30 votos que aprobaron su juicio político; son más significativos los escasos siete votos que consiguió Ibarra".
ONCE MESES DE ALTA TENSIÓN
TERRIBLE. El 30 de diciembre de 2004 se incendió República Cromagnon. Murieron 193 personas y hubo cientos de heridos.
EXPLICACION. Anibal Ibarra se presentó ante la Legislatura el 28 de enero y el 1º de febrero de este año para dar explicaciones sobre el caso. Reconoció que fracasó el sistema de control. La crisis política comenzaba a profundizarse.
TUMULTO. El 10 de noviembre, la discusión del juicio político a Ibarra terminó en una trifulca, al disponerse un cuarto intermedio, que indignó a familiares de las víctimas.
DEFINICION. El 14 de noviembre se votó el juicio político por 30 votos a favor, 7 en contra, 6 abstenciones (hubo dos legisladores ausentes). La Legislatura tiene cuatro meses de plazo para el juicio. Hay discrepancias, porque algunos entienden que se debe esperar al 10 de diciembre a que asuman los 30 nuevos legisladores surgidos de las recientes elecciones, para iniciar las actuaciones.
Fuente La Nación/GDA