Coleccionistas de monedas y billetes de América y Europa coincidieron en Uruguay por megaevento de numismática

La historia, el valor artístico y económico, el placer del coleccionismo y la generación de comunidad son aspectos que unen a los numismáticos uruguayos. Y que comparten con sus pares del resto del mundo, que el fin de semana pasado coincidieron en Montevideo en un megaevento en el que hubo ponencias, intercambios y ventas de monedas, billetes, medallas y fichas antiguas.

En un fin de semana marcado por el intercambio, la historia y la pasión por el coleccionismo, Montevideo fue sede de la XIV edición de las Jornadas Uruguayas de Numismática, un encuentro que desde hace más de una década reúne a expertos y aficionados de esta actividad. La cita, organizada por el Instituto Uruguayo de Numismática (IUN), tuvo lugar el viernes 17 de octubre en la sede del instituto, sobre la calle Aquiles Lanza, y el sábado 18 en el Hotel Holiday Inn.

El encuentro se desarrolló en el marco de las celebraciones por los 200 años de la independencia nacional y volvió a confirmar el papel de Uruguay como uno de los polos numismáticos más activos de la región. “Es la decimocuarta vez que se realizan estas jornadas, desde 2013 no hemos interrumpido ni un solo año”, comenta Alejandro Félix, secretario del IUN, en diálogo con Domingo. “Este año tuvimos dos ediciones: una en junio por el 70º aniversario del Instituto, y esta, que coincide con el Día Nacional de la Numismática, el 15 de octubre”, agregó.

Desde su primera edición, las jornadas se han consolidado como un espacio de referencia en el ámbito regional. Cada año convocan entre 600 y 800 asistentes de toda América Latina y de países tan distantes como Estados Unidos, Francia y España. “Vienen entre 15 y 20 profesionales que venden productos numismáticos, principalmente de Argentina y Brasil, aunque también de Europa”, anota Félix. Durante las mañanas, el público pudo recorrer las mesas de exhibición en las que se ofrecieron monedas, medallas, fichas y folletos especializados, además de intercambiar conocimientos con expertos.

El evento fue declarado de interés cultural, turístico y departamental por el Poder Ejecutivo y la Junta Departamental de Montevideo, en reconocimiento a su aporte a la difusión del patrimonio material del país y a la promoción del turismo cultural.

La jornada inaugural contó con dos ponencias destacadas. La primera, a cargo del economista y ex presidente del IUN, Horacio Morero, abordó “La moneda como símbolo de la independencia de las Provincias del Río de la Plata, 1813-1815”, un recorrido por las primeras acuñaciones patrias y su rol en la construcción de la identidad rioplatense.

La segunda conferencia, presentada por el artista Mario Alonso Barraco, llevó por título “El rostro inmutable: Influencia del arte pictórico y escultórico de los Blanes en la numismática uruguaya (1916-2011)”. En ella, Alonso exploró cómo el arte nacional ha modelado la representación histórica en las monedas y medallas, especialmente a través de la imagen de José Gervasio Artigas. Su ponencia había sido previamente seleccionada en la Convención de Historiadores y Numismáticos de Río de Janeiro.

“Estas charlas son un puente entre disciplinas”, destaca Félix. Y agrega: “Nos ayudan a entender que la numismática no es solo una afición, sino una ciencia que vincula la economía, la historia, el arte y la sociología”.

El Instituto, fundado en 1954, cuenta con casi 200 socios activos, aunque la comunidad numismática del país es mucho más amplia. “En los grupos de Facebook y WhatsApp donde se compran, venden y comentan piezas hay más de 200 personas adicionales, que aún no están afiliadas, comenta Félix. Y señala que los nuevos canales digitales han dinamizado el coleccionismo: “Se habla, se preguntan precios, se identifican piezas o se comparte información histórica. Hay un movimiento permanente”.

Durante octubre, el IUN lanzó una promoción especial: “Cada socio que se afilie paga una cuota única de $ 1.000 válida hasta fin de 2026. Normalmente el costo es de $ 600 por trimestre, pero quisimos facilitar el acceso”, explicó.

El coleccionismo uruguayo no se limita al antiguo dinero de curso legal. “Hay gente que colecciona de todo: monedas, billetes, medallas, fichas de fábricas de cerveza, de transporte, de esquilas... Algunos se especializan por países o por períodos históricos”, anota Félix.

Entre las piezas más valoradas por los coleccionistas locales se destaca el Peso del Sitio, acuñado durante el sitio de Montevideo en 1844, en plena Guerra Grande. “Tiene una particularidad muy especial: se hizo con la plata que los montevideanos donaron -platería, tapas, vasijas- para acuñar moneda en medio del conflicto. Se fabricaron unas 1.200 piezas, y es una de las monedas más singulares del país”, explicó.

Otra moneda codiciada es el Quinquenio de 1840, una de las primeras que circularon en territorio oriental. “No se ve mucho, y cuando aparece, es cara”, comentó. En el mercado internacional, una de estas monedas en excelente estado puede superar los US$ 8.000, mientras que un ejemplar del Peso del Sitio ronda los US$ 2.000. El interés económico, sin embargo, no es lo principal. “La mayoría colecciona por pasión, por rescatar una parte de la historia que se puede tener en la mano. Cada moneda cuenta una historia distinta”, remata Félix.

A lo largo de más de siete décadas, el Instituto Uruguayo de Numismática (IUN) ha mantenido una labor constante de investigación, conservación y divulgación. Su boletín El Sitio y las propias jornadas se han transformado en herramientas clave para la difusión del conocimiento numismático.

Félix recuerda que el IUN también trabaja en colaboración con el Banco Central del Uruguay, a través de una comisión asesora sobre billetes y monedas, lo que permite una conexión directa entre los estudios históricos y las emisiones monetarias actuales.

“La numismática uruguaya es más que una afición; es una forma de preservar la memoria nacional”, afirmó. “Cada pieza -ya sea una moneda, una medalla o una ficha- nos habla del país que fuimos y del que seguimos construyendo”, anota.

Mientras los visitantes se despedían entre vitrinas y catálogos, el balance era unánime: la numismática uruguaya atraviesa un momento de expansión. “Tenemos más presencia internacional, más jóvenes interesados y un mercado que, aunque pequeño, está creciendo con fuerza”, celebró Félix. El Instituto ya planifica la edición 2026 de las Jornadas y nuevas publicaciones.

Como cada año, las jornadas de numismática de Montevideo culminaron con una subasta pública donde los socios del instituto presentan piezas de gran valor histórico. Entre ellas, este año se ofreció un ejemplar del Peso del Sitio (que tiene un valor estimado de US$ 1.400) y una moneda de oro valuada en unos US$ 900.

También se realizó el tradicional “baratillo”, una venta popular donde se ofrecen monedas de bajo valor -de hasta $ 300- para que principiantes y curiosos puedan iniciarse en la afición. “Es una buena forma de acercar la numismática a nuevas generaciones. Queremos que más gente descubra que en una moneda hay arte, historia y economía, todo en un solo objeto. Esa es la magia de la numismática”, dice el secretario del Instituto Uruguayo de Numismática, Alejandro Félix.

Además de las exposiciones y charlas, los visitantes pudieron recorrer la biblioteca del Instituto, que conserva cerca de 800 libros especializados, algunos escritos por investigadores uruguayos. Por ejemplo, sobre la famosa moneda conocida como El Peso del Sitio y sobre las fichas utilizadas por las fábricas de cerveza en Uruguay (este último escrito por el argentino Horacio Morero).