Claire Danes: La actriz que le dijo que no a "La lista de Schindler" y "Titanic" este año brilla en dos series

Baz Luhrmann la bautizó “la Meryl Streep de su generación”. Acababa de dirigirla en Romeo + Julieta (1996), una versión moderna del clásico de Shakespeare en la que Claire Danes (44 años) compartió cartel con Leonardo Di Caprio. El actor dijo que fue la única actriz que en la audición para este film lo miró a los ojos.

El director australiano había quedado impactado con el trabajo de Claire en My So-Called Life, una serie de TV cuyo título en español era Es mi vida, pero que en Uruguay Canal 4 la emitió como Angela. Ese era el nombre del personaje de esta neoyorquina que, con apenas 13 años, sorprendió con su interpretación de una adolescente con problemas propios de su edad. Por ese papel se ganó su primer Globo de Oro y estuvo nominada al Emmy.

Formada en danza moderna y actuación desde muy chica, Claire debutó con 11 años con el cortometraje Dreams of Love. También hizo algo de teatro antes de llegar a la que sería la plataforma que más satisfacciones le daría: la televisión. A ella entró en 1992, como actriz invitada en un episodio de La Ley y el Orden y en otro de Lifestories: Families in Crisis, donde la dirigió el argentino Juan José Campanella y en el que actuó Ben Affleck.

Ese mismo año le dijo que no a Steven Spielberg, que quiso contar con ella para La Lista de Schindler. El problema era que el rodaje era en el extranjero y la joven no quería interrumpir sus estudios. No sería su único “no” famoso, años después también se lo daría a James Cameron cuando pretendió que fuera la protagonista de Titanic.

La actriz no se arrepiente de una decisión que tomó atemorizada por los niveles de fama que tanto ella como Di Caprio estaban comenzando a experimentar luego de Romeo + Julieta. “Yo no estaba lista. Creo que me iba a impulsar hacia algo para lo que no tenía los recursos de cómo lidiar con ello. Sabía que tenía que construir muchos cimientos primero”, señaló entonces.

Prefirió seguir haciendo cine, pero con un perfil más bajo. Filmó, por ejemplo, Legítima defensa, la versión cinematográfica del best seller de John Grisham, dirigida por Francis Ford Coppola.

La prioridad que siempre le dio a sus estudios la llevó a que en 2000 interrumpiera por un par de años su carrera actoral para estudiar psicología en Yale, universidad en la que su abuelo Gibson Andrew Danes había sido decano de la Facultad de Arte y Arquitectura. “Necesitaba un tiempo en la universidad para tener en claro quién era y qué quería ser”, dijo en ese momento.

El regreso fue en la pantalla grande, con la comedia negra independiente La gran caída de Igby, en 2002, año en el que también fue parte del reparto de Las horas, película por la que Nicole Kidman ganó el Oscar al interpretar a Virginia Woolf.

También se animó a un tanque, al aceptar ser parte de Terminator 3: La rebelión de las máquinas (2003) o compartir elenco con muchas caras conocidas en Stardust: El misterio de la estrella (2007).

Por ese entonces también volvió a la danza, como una forma de reconciliarse con su cuerpo de adulta, y al teatro, para hacer Pygmalion en Broadway.

Si bien los trabajos en el cine seguían sumándose, el otro gran salto de Claire volvió a ser en la TV, como protagonista de Temple Grandin en HBO (2010). La vida real de una mujer con autismo que hizo mucho por esta discapacidad, la llevó a ganar su segundo Globo de Oro, además del Emmy y el SAG (Sindicato de Actores). La propia Grandin confesó que cuando se enteró que sería Claire quien la interpretaría, pensó que le estaban tomando el pelo.

Allí la vieron los productores Alex Gansa y Howard Gordon y la convocaron para Homeland, el thriller político que la tuvo ocho temporadas (de 2011 a 2020) encarnado a la intensa y bipolar agente de la CIA, Carrie Mathison. Por ella se llevó otros dos Globo de Oro, dos Emmy, tres Satellite y un SAG, entre muchos otros galardones.

Luego de este gran éxito se tomó un par de años de descanso para volver con todo, ya que en 2022 fue la protagonista de la miniserie La Serpiente de Essex (Apple TV), un drama romántico de la era victoriana inspirado en la novela de Sarah Perry en la que es Cora Seaborne, una audaz viuda que se aventura en los pantanos de Essex buscando una serpiente marina.

La crítica no la acompañó en este caso, pero se recuperó casi de inmediato al estrenar ese mismo año La nueva vida de Toby (Fleishman is in Trouble), en la que comparte cartel con Jesse Eisenberg y Lizzy Caplan. Esta miniserie, disponible en Star+, la tiene como la esposa de Toby, de quien se divorcia luego de varios años de matrimonio dando lugar a que su ex se aventure al mundo de las citas. Pero la historia cambia bastante de tono cuando el personaje de Claire desaparece misteriosamente dejando a Toby a cargo de sus hijos. Por este trabajo, que le representó un gran desafío, la actriz es candidata este año a un Emmy.

Pero su actual destaque en TV no se queda allí, hace pocas semanas se estrenó en HBO Círculo cerrado, una miniserie dirigida nada menos que por Steven Soderbergh. Es uno de los típicos rompecabezas del que el director se sirve para abordar temas políticos y sociales. Lo hace a partir del fallido secuestro del hijo del matrimonio de clase acomodada que encarnan Claire Danes y Timothy Oliphant. La historia, de seis episodios, viene siendo acompañada de mayoría de buenas críticas.

¿Qué será lo próximo? Bueno, quizás haya que esperar un tiempo porque Claire viene de ser madre de su tercer hijo (una nena). Ya tiene a Cyrus, de 10 años, y a Roman, de 4, todos con su actual marido, el también actor Hugh Dancy, al que conoció filmando la película El atardecer (2007). Con él contrajo matrimonio en una discreta ceremonia en Francia, en 2009. Más allá del bajo perfil, suele vérselos juntos en las alfombras rojas de los eventos de Hollywood.

Éxito de TV

Homeland le hizo vivir buenas y malas

Durante ocho temporadas fue la agente de la CIA Carrie Mathison. Por ella ganó premios y estuvo nominada a muchos otros, pero también tuvo que hacer frente a ataques tales como cuando algunos señalaron que la serie era racista e islamofóbica.

En 2015, los productores contrataron unos grafiteros árabes para hacer que un campo de refugiados sirio se viera más real y estos aprovecharon para escribir de manera secreta “Homeland es racista”. Se dieron cuenta recién cuando el episodio estuvo al aire.

“Ese fue un buen truco, todos nos sacamos el sombrero por eso”, señaló Claire en entrevista con The Guardian.

Admitió la presencia de “gente de color” en la serie haciendo “cosas malas”, pero también dijo que “nuestros héroes son problemáticos y están llenos de fallas... en la mayoría de los casos ambos personajes tienen razón. Nuestros guionistas son responsable por eso, por crear un debate real”.