Buenos Aires gay friendly

IGNACIO QUARTINO | BUENOS AIRES

Buenos Aires pasó a integrar la lista de ciudades reconocidas como Gay friendly (amistosas) por la comunidad homosexual. Esta nominación no sólo posiciona a la capital porteña en una selecta lista de metrópolis que hacen de la tolerancia sexual al prójimo un culto, sino que también es sinónimo de ingreso de dinero fresco a la industria del turismo argentino.

Más allá de amplitud de criterios, dos fueron los factores que determinaron que la capital argentina se convirtiera en uno de los destinos preferidos de lesbianas y homosexuales: la devaluación del peso con respecto al dólar y la vasta oferta cultural que ofrece. A lo anterior se agregan señales favorables tales como la autorización de la legislatura para que se puedan realizar uniones conyugales entre parejas de un mismo sexo.

En general, existe un cambio de actitud en la sociedad. En las calles de Buenos Aires cada vez son más los hombres que se animan a caminar de la mano sin temor al qué dirán. Así, la capital argentina desplazó en Sudamérica a Río de Janeiro en el primer puesto de las ciudades más amistosas para los gays. Prueba de ello es el incremento de ventas de paquetes turísticos que registran las agencias de viajes porteñas especializadas en armar tours para la comunidad homosexual.

Pride Travel es una de las agencias que ya lleva cuatro años dedicada a promover un circuito turístico gay en Argentina. Marcelo Camogli, empleado de la empresa, sostiene que el 90% de la clientela es público homosexual europeo y norteamericano, que tiene entre 35 y 40 años y es de clase media-alta, aunque en los últimos tiempos turistas de Colombia y México también se han mostrado interesados en esta propuesta.

Por lo general, un paquete estándar para una pareja gay incluye de 10 a 15 días de estadía en Argentina, con visitas guiadas por Buenos Aires que incluye los lugares más típicos. De acuerdo a la experiencia de Camogli, es un público que siempre tiene especial interés en las ofertas artísticas que muestra la ciudad, "más allá de la intensa movida nocturna". Conocer el Sur argentino, Bariloche o las Cataratas por un par de días, también figuran entre los destinos preferidos de esta comunidad.

Uruguay también. Según el operador, en verano un importante porcentaje de turistas que contratan su servicio suelen reservar paquetes de tres días y dos noches en Montevideo para conocer la capital, Carmelo, Colonia del Sacramento y Punta del Este (sobre todo en época de temporada) a cambio de 175 dólares la estadía.

Si bien Camogli no se anima a considerar a Uruguay como un país Gay friendly encuentra en él potencial suficiente para que en un futuro lo sea. Un importante número de los turistas gays que eligen Argentina suele cruzar el charco para visitar Uruguay. "Es una plaza muy requerida por nuestros clientes ya que tienen buenas referencias de Colonia o Punta del Este y quedan muy conformes con esos destinos", dijo el operador.

Otro factor que fomenta el aumento de turismo gay en Uruguay, además de la seguridad y la tranquilidad, es la hotelería y varios emprendimientos ya adquirieron la nominación Gay friendly. En Punta del Este la lista está integrada por hoteles como el Conrad, La Serena, Casa Pueblo y Acqua (ninguno baja de las tres estrellas). En Montevideo, en cambio, el único hotel que porta esa denominación es el Cala Di Volpe.

¿Qué le falta a Uruguay para ser gay friendly? Quizás más propuestas artísticas y hoteles de diseño, una tendencia que están causando furor en este tipo de público en Buenos Aires. El turista gay, sobre todo de clase alta, elige estas opciones para hospedarse en la capital porteña. Se trata de unidades de diseño donde abundan los espacios minimalistas decorados con muy buen gusto. La mayoría de estos emprendimientos exclusivos adquieren la denominación Gay friendly como estrategia para atraer turistas de esa comunidad.

Uno de ellos es el Design Ce, ubicado en la calle Marcelo T. De Alvear. Más de una pareja gay queda gratamente sorprendida al observar que su habitación cuenta con cama matrimonial sin necesidad de aclarar previamente su opción sexual. Estos son pequeños detalles muy valorados por un público que "contempla y tienen muy en cuenta la calidad del servicio personalizado", sostiene Camogli. Además de Design Ce, Hotel Faena ubicado en la zona de Puerto Madero Sur también integra la selecta lista de hoteles de diseño con este calificativo.

Posicionados para captar solamente público homosexual, hay varios bed and breakfast con tarifas inferiores. En Lugar Gay, sólo se pueden alojar hombres y la única condición que impone la casa para la admisión de los clientes es "el respeto a la convivencia con los demás".

El próximo mundial de fútbol gay será en Buenos Aires en 2007. Esta ciudad le ganó la puja a Lima y Río de Janeiro, que también se habían postulado. La Comunidad Homosexual Argentina (CHA) dijo que la designación -que estuvo a cargo de la Asociación Internacional de Fútbol para Gays y Lesbianas- "es un gran paso que suma en la lucha".

Llegó en febrero y fue noticia en tapas de diarios y revistas. Se trata del Atlantic, el primer crucero integrado por turistas gays provenientes de Europa, Estados Unidos y Australia que ancló en el puerto de Buenos Aires y así abrió toda una industria que seguirá desarrollándose.

Aprovechando la movida que provocó este crucero, la agencia Pride Travel organizó un agasajo para los visitantes, en el que varios de ellos se comprometieron a volver a Argentina en futuras ocasiones. Según Marcelo Camogli, de esa agencia, la primera experiencia fue un verdadero éxito, al punto que el crucero agregó a la capital porteña en su ruta de viaje para las próximas temporadas. La otra ciudad de Sudamérica elegida para anclar por este barco será Río de Janeiro y, posiblemente, lo haga también en Punta del Este.

Tanto Montevideo como Punta del Este ya fueron "bautizadas" por un crucero gay en el verano que pasó. El lujoso Oceanía Insignia llegó en febrero a Montevideo y luego siguió a Punta del Este, de paso hacia Río de Janeiro. El buque temático para homosexuales provenía de Miami y llegó a Uruguay luego de parar en Buenos Aires. El auténtico hotel cinco estrellas flotante cobraba 3.200 dólares por sus pasajes más económicos. Se espera que visitas como ésta se repitan.