Nació y se crio en la zona Este de Londres, pero sus padres hacían 250 kilómetros para ver jugar al Manchester United, y así el único hijo varón del matrimonio conformado por Sandra y Ted fue mamando el amor por este equipo. Eran tan sagrados estos paseos para David Beckham que solía vestirse de traje para asistir a las finales de la FA Cup y, sentado en las butacas del estadio de Wembley, soñaba en grande: ‘Quiero jugar aquí algún día, quiero jugar en el Manchester’, le decía a supadre.

Fue también gracias a lo exigente que era su padre que logró concretar su anhelo. Ted era entrenador y muy rápido se convirtió en el mentor de David. Lo acompañaba a las prácticas, lo llevaba a los partidos, a la vez que le inculcaba el valor de la tenacidad y la disciplina para alcanzar metas. Le enseñó a trabajar duro -era el primero en llegar al entrenamiento y el último en irse- y que el sacrificio es la base del éxito.

“Era del Este de Londres pero amaba el Manchester United, mi sueño era jugar ahí y dejé a mi familia con 15 años para jugar en Manchester. Eso fue sacrificio y me alegra haberlo hecho”, contó a Culto Fútbol.

Este taurino de 48 años siempre acaparó las noticias: por sus goles, sus triunfos, sus pases millonarios, sus contratos con infinitas marcas que le dieron más dinero que el fútbol (firmó con Adidas por U$S 160 millones de por vida), su matrimonio con la ex Spice Girl Victoria Adams, sus peinados y looks, su vida de estrella, su patrimonio que crece minuto a minuto. Hoy acapara los titulares por haber convencido a Lionel Messi de terminar su carrera en la MLS (Major League Soccer): firmó por tres años con el Inter Miami -cuadro que pertenece a Beckham y otros socios- por US$ 40 millones cada temporada.

“Mis hijos aman a Messi más de lo que me aman a mí y son grandes fans de Argentina”, lanzó en redes sociales. Y ahora la familia Beckham sumará otro lujo a su vida (como si tuvieran pocos): disfrutar la magia futbolística del mejor del mundo bien de al lado.

Cuando meses atrás le preguntaron a qué futbolista disfrutaba más eligió a Messi. “Amo a Lio porque es un gran jugador, tiene una gran personalidad y es una gran persona. Juega con pasión y de forma libre”, dijo a ESPN. En 2020, declaró a Sky Sports: “Creo que decidí retirarme el día que Messi me pasó corriendo” (sobre la vez que el Barcelona de Lio eliminó al PSG de David en la Champions en 2013).

Foto: @PSG

A los 11 años ganó un concurso de habilidades organizado por Bobby Charlton y viajó dos semanas a entrenar con el Barcelona. Su padre se ilusionó con el fichaje pero el técnico lo acusó -palabras más, palabras menos- de pecho frío: “El entrenador me dijo que jamás lograría ser un jugador profesional o ir a la selección. Hoy puedo decir que he pasado por algunos de los mejores equipos del mundo y que mi carrera ha sido bastante buena”, contó después de haber tocado el cielo con las manos en equipos como el United, Real Madrid, Milan, LA Galaxy y PSG.

El talento que ese DT no pudo detectar sí lo captó Alex Ferguson, que en 1991 lo fichó como juvenil del Manchester United y le regaló la felicidad de jugar en el equipo que amaba.

“Estaba emocionado todos los días: de ir a entrenar, de estar en viviendas en Manchester, de tener ropa de entrenamiento que decía Manchester con el escudo, el club, el equipo; yo quería ser parte”, contó en el programa Viaje a las estrellas.

En 1997 conoció a Victoria Adams, su esposa hace 24 años. A Ferguson no le gustó nada el romance ni que creciera su estirpe de celebridad y quiso venderlo: en su autobiografía justificó la decisión al acusar a Beckham de sentirse más importante que el técnico y la institución. Su pase al Real Madrid fue uno de los más caros de la historia merengue (valió 37,50 millones de euros) pero el dinero no es todo y Beckham se derrumbó cuando dimensionó que su sueño de terminar su carrera en su querido club se truncaba: “No pude ver el Manchester por dos años, así de devastado estaba. Así de difícil fue resignarme al hecho de que no estaba más ahí”, confesó.

Beckham montó un imperio de su imagen y es una máquina de facturar. Según The Sun, la sociedad que tiene con su esposa recaudó 21,2 millones de euros en 2022, que se traduce en U$S 750.000 por semana. Solo por jugar cinco años en la MLS percibió U$S 250 millones y llegó a ganar U$S 800 millones en salarios y patrocinios. Podríamos seguir enumerando pero tantos ceros marean. Lo cierto es que la fama y la plata no lo mueven: “Sé que gano mucho dinero con esta profesión, pero estaría dispuesto a jugar gratis. Soy un futbolista y siempre querré ser futbolista”, dijo a ABC.

Sin embargo, no para de hacer ‘clink, caja’. Netflix le pagará 18 millones de euros por el documental sobre su vida que se estrena a fin de año. Como adelanto de lo que se verá, habló de su TOC: necesita tener todo ordenado. No puede relajarse en un hotel sin antes acomodar el equipaje. “Cuando todos están en la cama enciendo las luces para que estén correctamente alineadas y me aseguro de que todo esté ordenado. Odio bajar por la mañana y que haya tazas y platos”, The Guardian.

A una década de su retiro de las canchas, disfruta de lo más simple: “Dar un paseo a lo de mis padres, visitar a mis hermanas o quedar con mi abuela para tomar un té”, relató a Revista Heat este hombre que se pone una gorra y lentes de sol para llevar y traer a sus hijos del colegio y anda por la calle como cualquier mortal. “Solo hay una cosa que no puedo hacer y me gustaría y es volver a jugar al fútbol”, confesó en Expansión.com

Grandes amores

El flechazo con la ex Spice Girl Victoria Adams fue inmediato y se convirtieron en la pareja más top, distinguida y bella del mundo, y sin duda en la que más factura. Según confesó Beckham a Jimmy Fallon, le gustó todo de ella: “El paquete”. Llevan 26 años juntos y el amor está intacto: “Nos encanta hacernos regalos sorpresa”, dijo a la revista InStyle.

Su mayor éxito y prioridad es su familia. “Mis hijos son lo más importante para mí y para Victoria”, expresó en Culto Fútbol. Tienen cuatro: Brooklyn (23), Romeo (20), Cruz (17) y Harper (11). Apenas conoció a su esposa supieron que querían ser padres jóvenes. “Era mi sueño tener hijos que pudieran vivir conmigo mi carrera”, dijo en el vivo de Facebook que hizo apenas colgó los botines.