por Gera Ferreira
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“Para empezar por el principio: es una noche de primavera, sin luna, sin estrellas, negra como una Biblia en las silenciosas calles empedradas del pueblo”. Así, con un homenaje inicial a Dickens, comienza Bajo el bosque lácteo, una comedia para voces que el poeta británico Dylan Thomas creó, estrenó y leyó en solitario (sin haberla finalizado con rigurosidad) en una sala del Museo Fogg de la Universidad de Harvard, en mayo de 1953. Más tarde, dos semanas antes de morir, presentó una segunda versión en el Brinnin´s Poetry Centre de Nueva York junto a otros actores, obra que a la postre se convertiría en un clásico.
La pieza ha dado lugar a numerosas ediciones y adaptaciones, tanto en teatro, en ballet, en sesiones de jazz, así como en el cine. Acaso una versión canónica sea la película protagonizada por Richard Burton, Elizabeth Taylor y Peter O’Toole, Under Milk Wood (1971).
La edición de Galaxia Gutenberg (2024) rescata el espíritu del guion radiofónico y teatral en español, devolviéndonos el ritmo poético e incandescente de un pueblo-ensueño donde lo fantástico es tan cotidiano como el desayuno. “La fuerza de tan llamativo guion reside en la amplia acumulación de registros que facilitan la coexistencia del lenguaje coloquial, obsceno a veces, con la expresión más puramente poética”, acota Ramón Andrés, encargado de la traducción y edición del volumen.
Se trata de una pieza dinámica y vibrante, con fragmentos de diálogo, intenciones escenificadas y sonidos insinuados, sin largas acotaciones ni la retórica teatral clásica. Su idioma es musical y cadencioso, con metáforas chispeantes que resbalan al ser traducidas de su impronta original (se perciben las hazañas de quien traduce), y un humor que ataca como una daga. Viven en Llareggub un coro de figuras hilarantes, melancólicas y entrañables, —el ciego marino Capitán Cat; la obsesiva señora Ogmore-Pritchard; Organ Morgan, que murmura canciones y Polly Garter que llora amores muertos, entre otros personajes que extienden una invitación a entrar sin permiso en la intimidad del pueblo. Leer este título hoy es un intento por acercarse a esa sensibilidad, tan ligada a la radio y a lo familiar. No es solo un drama radiofónico reactualizado; sino una historia oralizada que funciona, y en cuyo lenguaje universal se cantó (se canta, y se seguirá cantando) lo que habitualmente se calla.
BAJO EL BOSQUE LÁCTEO. Comedia para voces, de Dylan Thomas. Galaxia Gutenberg, 2024 (1954). Barcelona, 117 págs. Traducción de Ramón Andrés.