Imágenes que revelan a un asesino

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Hay que leer

La novela La sangre de Claudio Burguez y Diego Vidart, se desmarca por su ritmo narrativo y su novedoso diseño.

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Es una novela de un ritmo poco común. Resulta que un tal Chabalgoity descubre, en 1941, que la sangre humana es fotosensible y por lo tanto capaz de fijar imágenes, escenas y rostros. O sea, capaz de registrar a los perpetradores en caso de un crimen. La novela busca resolver el misterio de la muerte de Máximo Díaz en el paraje de Cuchilla Redonda. Lo diferente, sin embargo, es el formato del libro que incluye fotos, textos breves, y páginas vacías donde aparece un mero rótulo, “faltan páginas”, como si el libro fuera un expediente, una acumulación de datos de índole burocrática y con un fin incierto. La combinación de fotos, textos cuidados y silencios, sumado al hermoso diseño general posee un ritmo que toma al lector por las solapas y lo sienta y lo pone a leer. (Pez en el Hielo)

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