Roberto Appratto
HAROLDO DE Campos (1929-2003) fue un poeta, ensayista, teórico y traductor brasileño de enorme importancia, no solo para las letras brasileñas. Junto con su hermano Augusto (1931) y Décio Pignatari (1927) fue el fundador de la Poesía Concreta, movimiento poético creado en Sao Paulo en la década del cincuenta y que se extendió hasta bien entrada la del setenta: los tres tradujeron a poetas de todas las épocas, teorizaron acerca de la poesía y el arte contemporáneos y escribieron poemas y ensayos que circularon por todo el mundo, como instancias de una agitación cultural sin precedentes en Brasil y probablemente en Latinoamérica. Dentro de la obra de Haroldo, probablemente el que más llegó al ámbito hispanoamericano, tal vez sea Galaxias el texto más ambicioso, el que se extendió por más tiempo (de 1963 a 1979) y el que procuró, después del período de agitación, desarrollar los postulados concretos fuera de sus límites originales. Su publicación es, por lo tanto, un acontecimiento, sobre todo por el valor de la traducción del peruano Reynaldo Jiménez (poeta peruano residente en Argentina, responsable de la revista Tsé-tsé). En 1998, el suplemento Insomnia de la revista Posdata dedicó un número a Haroldo de Campos que incluía textos y artículos críticos (no las Galaxias mismas) y desde entonces no había noticias del poeta en nuestro medio.
HACER NUEVO LO VIEJO. El libro tiene un excelente prólogo de Roberto Echavarren, un trabajo sobre la traducción del texto a cargo del propio Jiménez, una entrevista realizada en México en 1984 por el uruguayo Hugo Bonaldi y la mexicana Adriana Contreras, y dos textos de de Campos sobre el barroco y sobre la traducción (en el cual se muestra y analiza el proceso de "transcreación" de un pasaje del Fausto). Antes incluso de llegar a Galaxias entonces, el lector tiene la oportunidad de recibir un caudal importante de información directa acerca de la obra de Haroldo de Campos y de la trayectoria del movimiento concretista. Se puede entender así la necesidad de ir más allá de la escritura de poemas hacia una concepción cultural más amplia, una actitud de responsabilidad ante el lenguaje que llevó a la valoración crítica del pasado, y por eso a ocuparse de poetas provenzales como Arnaut Daniel, y de poetas como Francois Villon, Dante y Guido Cavalcanti, hasta llegar a Mallarmé, Pound, Maiakóvski y Joyce en la historia más reciente; de buscar la construcción de un modelo de invención poética, también en la tradición brasileña (Machado de Assis, Sousándrade, Guimaraes Rosa, Oswald de Andrade). Hacer nuevo lo viejo, de acuerdo con el mandato de Pound. Todos esos nombres, más otros, aparecen mencionados y situados en el libro como hitos de esa búsqueda incesante de modelos, amparada también en la teoría (el formalismo ruso, en especial Roman Jakobson, así como el checo Jan Mukarovski). Para cualquiera que se dedique a la poesía, según declaraciones de Haroldo, ese modelo construido a lo largo de casi treinta años se ha convertido en "insoslayable", aun cuando la práctica "concreta" de la poesía haya perdido vigencia.
Haroldo neobarroco. Una manera de flexibilizar y actualizar esa práctica fue la escritura de Galaxias: de acuerdo con el prólogo de Echavarren, este texto implica la entrada de Haroldo de Campos al neobarroco latinoamericano, como una etapa posterior al concretismo. Decirlo, tal vez, sea una forma de recuperar el legado de Haroldo, de ajustarlo a una nueva tradición de ruptura. Ese ajuste lo es también, en primera instancia, con las palabras de Haroldo a propósito de la importancia del barroco para el nacimiento de la literatura brasileña, por la presencia de Gregório de Mattos (siglo XVII), pero sobre todo por el valor del barroco como "articulación diferencial de un código universal" (el europeo), como manera latinoamericana de leer ese código e hibridarlo. En ese punto es que aparecen el modernismo brasileño y la antropofagia o "devoración crítica" como concepto cultural del poeta Oswald de Andrade: la "apropiación transgresiva" del legado cultural europeo. Ésa es también una manera de entender la composición de las Galaxias.
Por otro lado, la idea de traducción es también mencionada a lo largo de este libro por sí misma, y también como denominación metafórica de la labor creativa que lleva a la práctica la intertextualidad, la relación con otros textos, con otras culturas Es una manera de concebir el texto como una fabricación que va descubriendo sus sentidos mientras avanza. Galaxias es un texto que responde a estas premisas. De unas cincuenta páginas, dividido en textos que, no obstante, se continúan, fue definido por su autor como "conjunciones de estrellas-palabras y disyunciones y agrupamientos de esas palabras según criterios fonosemánticos, criterios rítmicos y prosódicos" .
Tal definición refiere no solo a la asimilación entre lo verbal y lo cósmico, sino también a la concepción del texto como un cuerpo dirigido desde el lenguaje, a instancias de la velocidad y de la combinación. El hecho de no tener puntuación de ninguna especie, de agrupar las palabras por bloques, hace de Galaxias un texto sin género, entre poesía y prosa; a eso contribuye, además, aunque carezca de historia, la apariencia de narración, que se usa más bien como despliegue de procedimientos poéticos. Lo barroco, o neobarroco, está en el modo en que avanza, por desborde y proliferación; la construcción, por su parte, de ese discurso impersonal que narra, describe, expone, procede por derivación sintáctica. Se pasa de una cosa a la otra por sonido, por "contagio semántico", por impulsos que parecen salir de un relato oral y a menudo obligan a transgredir la gramática, a inventar palabras o a tomarlas de otros idiomas:
"pasatiempos y matatiempos yo mentoscuro pervago por este minuscoleante instante de minutos instando a alguien e instado más allá para cuentacontar una historia sherezada mi hada cuántos hados hay en cada nada nula maraña…" (fragmento al azar)
La velocidad de los cambios y la puesta en relación de cosas diferentes movilizan el texto, así como su lectura. El texto simula relatar un viaje, un movimiento constante, y dar cuenta de lo que se va encontrando, como una guía impersonal (no hay un yo sino una voz que prosigue, imperturbable, hilvanando fragmentos). En el intento de registrar todo y reflexionar al mismo tiempo, cita otros textos y los integra, como todos los materiales por los que pasa, por estructuras y sonidos repetidos, en circulación continua. Todo se suma, nada se subordina, y sólo por el oído de Campos, y el lector, pueden determinar los límites entre un bloque y otro.
El texto puede describirse así, someramente, pero no alcanza. Hay algo más en la apuesta de Haroldo de Campos, y que se inscribe en la búsqueda de un modo para la poesía que se había iniciado con la Poesía Concreta. Como tal, Galaxias es un signo indeleble de modernidad: la importancia de su publicación puede medirse en relación directa con la pérdida de signos de ese tipo en la poesía contemporánea. Las ideas de futuro, de construcción, de totalidad de la escritura, tal como son enunciadas y practicadas aquí, con ese énfasis, parecen haber quedado afuera de la agenda de la creación desde hace décadas, tal vez por el recurso al presente sin pretensiones de cambio. Lo mismo puede decirse para frases como "cada literatura es una articulación de diferencias en el texto infinito". Las posibilidades que propone este texto mayor, sin embargo, son dignas de atenderse.
GALAXIAS/GALÁXIAS, de Haroldo de Campos. Traducción y notas de Reynaldo Jiménez, prólogo de Roberto Echavarren. La Flauta Mágica, 2010. Montevideo, 248 págs. Distribuye Gussi.