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¿Y los pobres?

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Soslayando a Sendic y la bancarrota de Ancap, a Pluna y “Alas U”, a Gas Sayago, al tren de los pueblos libres, al puerto de aguas profundas, y un largo etcétera más, actualmente todos los días aparece algo nuevo. El “economista” Olesker nunca tuvo estudios universitarios, ni título, y el Rector de la Udelar Rodrigo Arim, le respalda expresando que para ser economista no se precisan estudios terciarios, ni hacer aportes a la Caja Profesional (¿donde están los antecedentes que le permitieron dictar cátedra hasta jubilarse?). La viuda del fallecido exministro del Interior Eduardo Bonomi, la diputada tupamara Susana Pereyra probadamente se dedicaba cuando su cónyuge era Ministro del Interior a acomodar en recintos penitenciarios cómodos a delincuentes condenados por delitos gravísimos como tentativa de homicidio, rapiñas, y narcotráfico. Siendo Director General del Ministerio del Interior el actual senador Charles Carrera hizo uso y abuso del Hospital Policial en beneficio de personas que no tenían derecho a él por no ser personal policial y no aportar a la institución citada. Y abreviando mención especial corresponde a la Intendente de Montevideo Carolina Cosse.

La cultura estrictamente alude a los conocimientos que adquiere el ser humano para tener un sentido crítico de la realidad. Hay espectáculos que son entretenimiento y no dan al público enseñanza inteligente alguna. El circo romano -cuando los leones comían a los cristianos- era un entretenimiento y no enseñaba nada útil. Los festivales musicales contemporáneos con efectos especiales son una manera de pasar el tiempo. Son entretenimiento puro. De hecho son uno de los negocios más grandes de la actualidad junto con las actividades deportivas. Impulsados por particulares que arriesgan su capital al promoverlos y hacerlos no merece objeciones.

Pero, tomar los dineros de los contribuyentes como hace la Intendente Carolina Cosse “reina” del despilfarro de los dineros de Juan Pueblo, para promover en su carrera política es una irregularidad incalificable. Como lo son los millones de dólares que le pagamos obligatoriamente los vecinos de Montevideo para TV Ciudad. Una burda barricada de militantes frentistas bien rentados.

Solo el show de la argentina Lali Espósito que nos costó 246.478 dólares para la engrosada Dirección de cultura de la Intendencia municipal es en concepto de las autoridades municipales expresión cultural. Para muestra vaya el ejemplo de la canción “Motiveishon” de Lali: “Trabajé duro, duro, duro, duro/En la semana-na-na-na/Con este culo , culo, culo, culo/ Voy a bailar-la-la-la-lar/Tumba, Retumba…” Ante la evidencia “cultural” de esta laya solo cabe esperar el avance la Justicia en el procedimiento judicial abierto con motivo del despilfarro del Antel Arena. Que aparezcan los inubicables documentos que dan justificación a los exorbitantes gastos con proveedores elegidos a dedo, respecto de una obra sin retorno de inversión. Hecha con dinero extraído del bolsillo de Juan Pueblo.

Lejos del derroche frívolo los números del Frente Amplio hablan por si solos. En Montevideo y Canelones con gobiernos municipales “progresistas” y 15 años de gobierno nacional con mayorías parlamentarias, dejaron 346 asentamientos en Montevideo y 121 en Canelones y a casi 500.000 trabajadores en la informalidad.

Se olvidaron de los pobres.

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Ricardo Reilly Salaverri

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