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Derivaciones inauditas

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El señor Daniel Olesker estuvo asociado a los tupamaros. Una organización terrorista que asoló al país desde mediados de la década del 60 del siglo pasado inspirada e impulsada por la Cuba castrista. A causa de ello estuvo preso. Al reestablecerse la democracia apareció públicamente como “economista” o “licenciado en economía” hasta jubilarse hace dos años. Era asesor del Pit-Cnt y el Frente Amplio y se desempeñó por decenas de años dictando cátedra en la Facultad de Ciencias Económicas y Administración, figurando oficialmente como “economista” durante su desempeño en el Mides.

La legislación nacional exige para ejercer una profesión universitaria que se debe estudiar y obtener el respectivo título. Y sobre estudios realizados en el exterior el interesado debe pedir su reválida y serán reconocidos o no por las autoridades competentes según se adecuen o no a las exigencias nacionales.

El señor Olesker hizo manifestación pública de una profesión que no tenía, lo cual -además- sumó para su jubilación reciente. Si alguien no cumple las exigencias citadas incurre en el delito de “usurpación de títulos y funciones”. El Código Penal en su art. 167 le describe diciendo quien “se abrogare títulos…” que no tiene. Este verbo es incorrecto y en su lugar debería decir que “quien se arrogare títulos…” lo que significa literalmente “quien se atribuyese, etc.…” Si bien la intención del legislador es clara la cátedra penal está dividida y hay quienes entienden que por el verbo inadecuado usado la norma vigente es inaplicable. De todas formas las violaciones legales comentadas calzan en otras figuras vinculadas al falseamiento documentado de datos.

Olesker nunca pagó la Caja de Profesionales Universitarios gabela severa para los profesionales del país, ni votó en las elecciones obligatorias. Y se jubiló según Servicio Civil figurando en un cargo interino en la Udelar durante 34 años de carrera docente. Cuesta concebir un “interinato” de tantos años. Apurado por las circunstancias expresó vía twitter cercanamente que tenía “un título superior ”que le permitía presentarse como “economista” ya que hizo una “maestría” entre 1984 y 1985 en la Universidad de Lovaina en Bélgica.

En la cúspide de lo insólito algunos economistas titulados alentando la ilicitud expresaron que para ejercer de economista no se requiere título. Y, el Rector de la Udelar Rodrigo Arim, lo reforzó diciendo el título no es necesario para ejercer la profesión y que es legal ejercerla sin inscribirse en la Caja Profesional. Increíblemente merced a la investigación impulsada por el medio electrónico Contraviento se sabe Olesker no tenía título, ni documentos físicos que mostrar, apareciendo tardíamente recién ahora una constancia de la Universidad de Lovaina acreditando los estudios hechos en un año… ¡Señoras y señores!: en adelante todos los uruguayos nacerán siendo economistas y se les dará título universitario junto con la partida de nacimiento.

En la Udelar el tema fue planteado por los egresados representantes de la Corriente Gremial Universitaria en el seno del Consejo de la Facultad respectiva, recordando que personas que a causa del gobierno de facto debieron abandonar sus estudios universitarios los culminaron luego de normalizada la situación política nacional sin entrar por el costado del templo.

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