Terapias con estimulación cerebral, células y genes buscan sustituir antiepilépticos que combaten convulsiones

Tres nuevos tratamientos se están desarrollando para mejorar o directamente eliminar la medicación que ayuda a los enfermos de epilepsia. Se espera que en el futuro hasta puedan curar la enfermedad.

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Nuevos tratamientos para la epilepsia.
El Pais SA

"La epilepsia es una actividad no controlada en el cerebro que distorsiona nuestra capacidad de hacer las cosas, de hablar, de movernos, de controlar las funciones de nuestro organismo y altera mucho la calidad de vida de los pacientes”, explicó el doctor Jonathon Parker, neurocirujano en la Clínica Mayo de Phoenix y director del Laboratorio de Investigación de Neuroelectrónica Basada en Dispositivos.

La terapia con antiepilépticos ha variado mucho con el tiempo. “En el pasado era mucho más invasivo, ahora se tiende más a lo mínimamente invasivo, que no le cueste tanto a los pacientes, que no corran tantos riesgos y que dé más beneficios”, resumió el especialista en un encuentro que mantuvo con periodistas latinoamericanos del que participó El País.

Parker hacía alusión a los nuevos tratamientos que se están empezando a emplear, en principio cuando ya la medicación no es efectiva, pero también pensando que en un futuro puedan transformarse en la primera opción y quizás hasta curar del todo la enfermedad.

En concreto, hoy se habla de tres tipos de tratamientos que tienen como objetivo restablecer y reparar el cerebro.

El primero es la neuromodulación, que consiste en la utilización de técnicas de estimulación cerebral profunda para buscar señales tempranas en el cerebro que ayuden a detener las convulsiones.

Se implantan electrodos en el cerebro capaces de generar impulsos eléctricos para tratar determinadas afecciones médicas, como la epilepsia. El equipo incluye ingenieros, médicos y neurocientíficos.

La segunda es la terapia celular neuronal. En un cerebro sano, algunas señales excitan el cerebro y otras lo inhiben, y existe un equilibro constante entre neuronas excitadoras y neuronas inhibidoras que permite que el cerebro funcione normalmente. En las personas con epilepsia, el cerebro a veces pierde interneuronas, que son las neuronas encargadas de frenar las señales.

La idea de la terapia celular es trasplantar interneuronas en la zona del cerebro afectada por la epilepsia –el lóbulo temporal– de modo que persistan y ayuden a restablecer el equilibrio normal.

Por último está la terapia génica, que consiste en analizar proteínas o canales iónicos específicos en las células que controlan si una célula va a estar activa o inactiva. En la epilepsia algunos de estos “porteros” no funcionan normalmente.

“Se abren o se cierran de manera incorrecta, o permanecen abiertos demasiado tiempo. Las neuronas se excitan y esa excitación se propaga de manera incontrolada, lo que desencadena una convulsión”, explicó Parker.

En todos los casos lo que se está estudiando es un enfoque concentrado en el paciente.

“Tratamos de restaurar la actividad cerebral sin destruir ni lesionar el tejido cerebral”, señaló el especialista. “Nos estamos alejando de las cirugías con el cráneo abierto, donde se trata de sacar tejido cerebral”, agregó al respecto.

Destacó además el uso de terapia láser para desconectar el área que está provocando la convulsión. “Esa es una de las cosas que ha cambiado en los últimos 10 o 15 años en términos de cirugía de la epilepsia”, indicó.

Cómo se manifiesta

“La epilepsia es, en principio, un problema que comienza en el cerebro y luego se propaga al resto del organismo, por ejemplo, a los miembros inferiores”, describió el doctor Parker al referirse a una enfermedad que afecta la calidad de vida de los pacientes.

“Como el individuo no puede controlar los movimientos de sus miembros, puede lesionarse, se pueden alterar los aspectos cognitivos y hasta puede llegar a deprimirse porque es muy difícil establecer relaciones con los otros. Los pacientes muchas veces sienten que no pueden comer, trabajar, estar con amigos”, señaló el especialista.

Hay muchas causas subyacentes de una epilepsia, pero todas convergen en un punto que provoca una actividad eléctrica no controlada que distorsiona la acción. Algunas de ellas son fiebre elevada, una lesión cerebral por un accidente en un vehículo, los accidentes cerebro vasculares, las malformaciones en el cerebro como displasias o en ocasiones los tumores.

Tratamiento

Lo primero a lo que se recurre es a la medicación porque alrededor de dos tercios de los pacientes van a poder controlar sus convulsiones de esa manera. Si esto no funciona es que se pasa a los nuevos tratamientos.

Hay que tener presente que la mayoría de los tratamientos tiene efectos colaterales. Lo mismo ocurre con la medicación, pero eso se mejora regulando la dosis; no es irreversible.

“Algunas tecnologías, como la estimulación cerebral, solamente se utiliza en pacientes que tienen resistencia a la medicación o que la medicación dejó de funcionar en ellos”, detalló Parker.

Añadió que hoy existe la posibilidad de rastrear las convulsiones. “Hay gente que trabaja en dispositivos que se conectan al cuero cabelludo que registran electroencefalogramas, de manera de decir ‘el paciente está teniendo muchas convulsiones’. Es una tecnología que le da mucha información al neurólogo para saber si está funcionando la medicación”, manifestó Parker.

En los últimos dos años lo que se está haciendo es intentar adaptar el tratamiento de estimulación para que sea específico para cada individuo. “Es de las cosas más entusiasmantes del Laboratorio de Investigación”, aseguró.

En cuanto al costo de estos nuevos tratamientos, es como todo, ahora son terapias muy caras.

“Mi esperanza es que aprendamos más, especialmente con la terapia génica y celular, que potencialmente se hacen una vez en la vida o una cirugía de una sola vez. Con el tiempo pensamos que se van a ir abaratando y va a poder acceder más gente en el mundo”, comentó el neurocirujano.

En resumen, la terapia génica y la terapia celular se utilizan para reparar el cerebro, mientras que el enfoque de estimulación tiene como objetivo rehabilitarlo.

“Son dos enfoques diferentes que tratan de hacer lo mismo, lo que queremos ver con los clínicos es que sea seguro, eficaz e incluso más inocuo que la medicación”, expresó Parker.

Añadió que considera que “de aquí a cinco años tendremos estudios clínicos completados que nos dirán si efectivamente estas terapias son tan buenas y se conviertan así en el estándar de cuidado. Nuestra meta es que el paciente pueda prescindir totalmente de la medicación así como evitar las crisis”. 

Dr. Jonathon Parker

Experto internacional en epilepsia

El doctor Jonathon Parker es neurocirujano funcional y de epilepsia en la Clínica Mayo de Phoenix, Arizona (Estados Unidos). Su pasión es atender a adultos y jóvenes con epilepsia y trastornos del movimiento. Se especializa en el uso de técnicas mínimamente invasivas y dispositivos de neuromodulación para tratar diversos trastornos neurológicos, como la epilepsia, los trastornos del movimiento y los trastornos psiquiátricos.

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Doctor Jonathon Parker, neurocirujano de la Clínica Mayo de Phoenix.

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