Los dientes también envejecen: cómo cambian con los años y qué hacer para rejuvenecer tu sonrisa

O Globo/GDA
Como todo en el cuerpo, los dientes envejecen. No tienen arrugas, pero muestran el paso del tiempo.

Descubrí los principales impactos de la edad en los dientes y qué se puede hacer para mantener una sonrisa juvenil, pero tené en cuenta que lo fundamental es siempre consultar al dentista.

Ya lo sospechabas ¿no? Los dientes comienzan siendo blancos porque están recubiertos de esmalte, una capa de material calcificado y semitranslúcido de 1,5 a 3 mm de espesor que es la sustancia más dura del cuerpo. A medida que el esmalte se vuelve más transparente, la dentina de color marrón amarillento que se encuentra debajo se hace más visible.

Y con el tiempo, este esmalte también se oscurece a medida que absorbe manchas de alimentos y bebidas pigmentadas, como el café, el vino tinto, el té y la nicotina.

Los dientes blancos se asocian con la juventud y la salud. Y aún reflejan la luz, iluminando todo tu rostro.

Qué hacer: Hay una amplia variedad de tratamientos de blanqueamiento disponibles, tanto en casa como en el dentista. Generalmente se utilizan peróxidos para oxigenar las manchas y disolverlas. Los kits caseros generalmente vienen con bandejas que se moldean según los dientes y se llenan con gel.

Como siempre, los resultados son mejores en el consultorio, donde el profesional puede aplicar agentes blanqueadores más fuertes o utilizar tratamientos con láser para acelerar el proceso. Pero sus dientes y encías pueden volverse sensibles, por lo que es esencial hablar con su dentista.

Foto: Pexels.

Las encías sanas y rosadas son un signo clave de la salud bucal. Pero con el tiempo, pueden retroceder debido a la enfermedad de las encías. Esto ocurre cuando la placa, compuesta de alimentos, bacterias y saliva, se acumula alrededor de la línea de las encías. Esto irrita las encías, provocando inflamación y recesión.

Un cepillado inadecuado también puede provocar el problema, que puede disminuir hasta unos 2 mm en una década.

Qué hacer: Comprueba que estás cepillando correctamente, con un cepillo suave y sin aplicar demasiada presión. En casos de mayor retracción se puede realizar un injerto de encía para restaurarla. Esto implica tomar un pequeño trozo de piel del paladar y colocarlo sobre la línea de las encías.

El diente frontal mide, en promedio, unos 10 a 12 mm de longitud. Pero años de trabajo duro, morder alimentos (además de tapas de bolígrafos e intentar abrir paquetes) y el desgaste significan que usted puede perder entre 0,2 mm y 1 mm de longitud de diente cada década después de los 20 años.

Qué hacer: Si esto realmente le molesta, hable con su dentista sobre las carillas. Esto implica limar la parte frontal de sus dientes naturales y pegar una nueva superficie, casi como una uña postiza, pero más duradera y hecha con la forma y el color perfectos para usted.

Foto: Needpix.

Con el tiempo, los dientes se mueven debido a años de masticación y una ligera pérdida ósea en la mandíbula inferior. Gradualmente, se mueven hacia el centro y pueden torcerse o apiñarse, especialmente en el arco inferior.

Qué hacer: Puedes volver a utilizar aparatos de ortodoncia fijos, como lo hacías en tu adolescencia. También hay bandejas de plástico transparente con la forma de sus dientes que se pueden colocar sobre sus dientes, aplicando una presión constante e indolora para volver a colocarlos en su lugar.

Los labios también envejecen. A medida que pasan los años, se produce una pérdida de colágeno: un 1% anual a partir de los 25 años. Así, la parte inferior del rostro empieza a caer, reduciendo la sonrisa y creando esa curva hacia abajo, que da cierto aire de desánimo. La pérdida de colágeno también provoca que los labios se vuelvan menos voluminosos y, como el suministro de sangre a la cara y a los labios también se vuelve menos eficiente con la edad, también tienden a tener un tono rosado.

Qué hacer: El ejercicio puede ayudar a mantener el flujo sanguíneo hacia el rostro, ayudando a que los labios mantengan su tono. Dado que los labios se vuelven más secos con la edad (debido a la menor cantidad de colágeno y ácido hialurónico hidratante en la piel), también es útil mantenerlos hidratados con bálsamos labiales, además de protegerlos con protector solar para protegerlos de los rayos UV del envejecimiento.