La abstinencia no mata, lo que mata es el cigarrillo: cómo dejar de fumar sin sufrir (tanto) en el intento

Muchas personas tienen miedo a los síntomas que genera la abstinencia de nicotina, pero ninguno de ellos es tan malo o tiene consecuencias tan perjudiciales para el organismo como fumar.

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Dejar de fumar
Dejar de fumar
Foto: Freepik

¿Algún médico en sala? Tercer día sin fumar. Me siento horrible, anoche tuve que ir a la emergencia, medio que nadie te da bola. ¿Es normal padecer insomnio y otros malestares cuando dejás de fumar? ¿Podríamos decir que es el resultado de la abstinencia?”. A juzgar por la voz de los profesionales, tanto el autor de este mensaje, publicado en la red social X, como varios miles de personas, parecen temer más a la abstinencia de fumar que al perjuicio que trae el cigarrillo.

Pero hay un punto clave en este tema: es cierto, la abstinencia es molesta, genera sensaciones feas, incómodas. Sin embargo, ninguna de ellas es tan mala o tiene consecuencias tan perjudiciales para el organismo como fumar. La abstinencia no mata, lo que mata es el cigarrillo. Es así.

“Lo que produce ese síndrome de abstinencia es la nicotina, que es la sustancia adictiva dentro del cigarrillo”, explicó Laura Llambí, doctora, docente grado 5 y directora de la Clínica Médica B del Hospital de Clínicas, de la que forma parte la Unidad de Tabaquismo.

“Lo más común es que los síntomas aparezcan en forma bastante inmediata y sean más fuertes el primer mes y especialmente, en la primera semana en que se deja de fumar. Después, van disminuyendo”, agregó.

Así trabaja la Unidad de Tabaquismo

¿Por qué hay personas que tienen sufren más que otras por la abstinencia? Eso tiene que ver con el grado de dependencia a la nicotina que tiene cada fumador. Llambí explicó que hay test que permiten conocer esos niveles y permiten adecuar el tratamiento que recibirá la persona que llega a la Unidad.

De todos modos, no solo es algo químico: la adicción y el nivel de dependencia van de la mano de cuestiones comportamentales. Por ejemplo: fumar un cigarrillo después de la comida o con el mate suelen ser las cuestiones que más se plantean en la consulta. “Para los que tienen una dependencia fuerte, el síndrome de abstinencia es uno de los principales motivos de recaída. Volver a fumar es visto como la única manera de apagar o de aplacar esos síntomas que son tan molestos”, apuntó la profesional.

Síntomas de la abstinencia de nicotina

Entre los más comunes están:

  • Deseo irrefrenable de volver a fumar.
  • Ansiedad.
  • Nerviosismo, que puede llegar hasta un desasosiego
  • Cambios en el humor (mucho mal humor).
  • Falta de concentración en las tareas

“Los cambios de humor y la ansiedad suelen derivar en lo que les sucede a muchos pacientes, que nos cuentan que integrantes de su familia o sus compañeros de trabajo -medio en broma y medio en serio- les dicen ‘che, fumate uno, porque estás insoportable’”, recordó la médica.

Mujer irritadam
Los cambios de humor o la irritabilidad son síntomas comunes de la abstinencia
Foto: Freepik.

La abstinencia del cigarrillo no mata

Aunque a la persona que está sufriendo “se le presente la idea de que se va a morir por no fumar o por alguno de los síntomas que le genera la abstinencia, no hay nada que revista gravedad, ni peligro vital”, aseguró la entrevistada. “Incluso, hay pacientes que nos preguntan si hace mal dejar de fumar de golpe y la respuesta es no. Nunca va a hacer mal dejar de fumar”.

Es cierto que -tal como indica la experta- cuanto más se fuma, cuanto más dependencia biológica y adicción se tenga, un cese brusco puede hacer que el síndrome de abstinencia sea más duro, pero nunca reviste gravedad. “Nunca va a ocasionar una reacción biológica que ponga en riesgo la vida”, enfatizó Llambí.

La recomendación que brindan en la Unidad de Tabaquismo de Hospital de Clínicas a quienes apuesten por dejar de fumar de un día para el otro, es que le den tiempo a la medicación, ya que ayuda a paliar los síntomas de abstinencia.

“A quienes quieren dejar de fumar de a poco, les proponemos que se pongan un objetivo para no eternizar el proceso. Por ejemplo: disminuir un tercio por semana y poner una fecha para dejar. Pero les aclaramos que ponerse una meta de solo fumar dos o tres o cinco cigarros al día, da más trabajo que decir ‘hoy no fumo más’”, agregó.

“Además, el riesgo que tiene eso de estar solo con dos o tres por día es que te deja a un paso de que frente a una situación de mucho estrés o de mucha alegría, pases a 10 o a 20. El hecho de pasar a ser exfumador y decirlo a los demás te coloca en un lugar distinto”, complementó Llambí.

Asistencia para dejar de fumar

La Unidad de Tabaquismo funciona dentro del Hospital de Clínicas, atiende gratuitamente a pacientes de ASSE y está disponible también para usuarios de salud privada, mediante el pago de un arancel que vale media Unidad Reajustable (alrededor de $ 900 a valor actual). Ese pago cubre seis consultas con el equipo y la medicación o chicles, en caso de que sea necesario.

Superando la abstinencia
Superando la abstinencia
Imagen: Unidad de Tabaquismo del Hospital de Clínicas

La vulnerabilidad ante el cigarrillo se mantiene de por vida

Dejar de fumar es una decisión de vida, que suele marcar a quienes lo concretan, De hecho, a muchos les provoca orgullo y disfrutan de contarlo. Pero no hay que descuidarse, porque como aclaró la profesional, “la vulnerabilidad o debilidad (ante el cigarrillo) permanece de por vida; lo que se apaga es el síndrome de abstinencia más físico”.

“Lo que queda es un mecanismo aprendido a nivel cerebral, un recuerdo y una modulación de neurotransmisores. Aunque sea muchos años después de dejar el cigarrillo, a un exfumador, dar una nueva primera pitada, lo pone en riesgo de recaída”, alertó.

Este tema es uno de los que se trata especialmente en las consultas de la Unidad de Tabaquismo del Hospital de Clínicas, ya que “a medida que pasa el tiempo, los fumadores tienden a minimizar todo lo que les costó dejar y olvidan el esfuerzo que hicieron”.

Hospital de Clinicas
Hospital de Clínicas
Foto: Leonardo Mainé

¿Subir de peso por dejar de fumar?

Uno de los miedos que se suele plantear al dejar de fumar es que la ansiedad que genera la abstinencia de nicotina lleve al aumento de peso.

Si bien esto ocurre, Llambí matizó: “Estadísticamente, es cierto que hay de personas que tienden a subir algunos kilos. Pero también hay personas a las que no les cambia nada y otras, que incluso pierden peso. La generalidad suma en torno a unos 3 kilos, que en el primer año se van perdiendo”.

“No es una regla, pero es un temor que tiene su fundamento, nosotros lo validamos. ¿Y qué es lo que se puede hacer con eso? Lo primero es no ponerse en una dieta muy restrictiva mientras se está dejando de fumar, porque está demostrado que atenta contra las dos cosas. En algunos casos, derivamos a algún paciente a nutricionista para tratar ese periodo de mayor ansiedad por comer o por las cosas dulces, que se suele dar al abandonar el cigarrillo”, dijo.

Balanza
Subir de peso

Medicamentos para ayudar a dejar de fumar

Tanto en la Unidad de Tabaquismo del Clínicas o en otra policlínica de ese tipo, quienes desean dejar de fumar pueden recibir medicación que ayuda especialmente a enfrentar la abstinencia.

Una opción es el Bupropión, un psicofármaco que solo se brinda con receta controlada, y otra son los chicles de nicotina. La oferta es escasa, dijo Llambí y remarcó la necesidad de que se amplíe.

“En Uruguay desde hace un tiempo estamos con pocas herramientas farmacológicas. El grupo de medicamentos que se llama terapia de reemplazo nicotínico (parches o caramelos) no está disponible. En Argentina y en Brasil son de venta libre y hay pacientes que los consiguen, entonces les explicamos cómo los pueden usar”, explicó.

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