Pedro Yoskin, El Tiempo/GDA
Pese a que rara vez requiere un tratamiento especial, una disminución repentina de la presión arterial en el cuerpo puede causar desmayos o mareos agudos que indican un problema subyacente por el que necesite atención médica. Le contamos qué debe hacer en esos casos.

La hipertensión es uno de los problemas más comunes de salud, sin embargo, no debe desestimar a la hipotensión, que sucede cuando la presión arterial disminuye significativamente. En ese caso, los síntomas pueden ser señales de un problema mayor o la toma de un medicamento que ejerza efectos secundarios.

Es esencial realizar pruebas médicas para llegar al diagnóstico de la presión baja y encontrar la causa. A través de análisis de sangre, el médico puede detectar un bajo nivel de glucosa en la sangre, un alto nivel de glucosa o un recuento bajo de glóbulos rojos, factores que disminuyen la presión.

Además de los análisis de sangre, el electrocardiograma es una prueba que funciona para el diagnóstico de la presión baja. Mediante el estudio riguroso de las funciones del corazón el profesional puede diagnosticar un ataque cardíaco actual o anterior.

Por último, la prueba de la mesa basculante funciona para evaluar el modo en el que reacciona el cuerpo ante los cambios de posición, controlando también la frecuencia cardíaca y la presión arterial.

Para tratar una disminución repentina de la presión hay diferentes alternativas. En el momento en que sucede la disminución debe tumbar a la persona con las piernas levantadas y dar una bebida o alimento con alto contenido de azúcar.

Para prevenir la hipotensión es necesario identificar la causa acudiendo a un médico. De acuerdo a la información recogida de Mayo Clinic, existen además ciertos métodos útiles para aumentar la presión arterial y así regularla, con el objetivo de eliminar los síntomas.

Dependiendo de factores como la edad y el tipo de presión arterial, es posible utilizar una mayor cantidad de sal —evitarlo para adultos mayores que pueden sufrir insuficiencia cardíaca—, beber más agua, usar medias de compresión —estimulan el flujo sanguíneo desde las piernas hacia el corazón— y tomar medicamentos especiales que sirven para tratar la hipotensión ortostática, que sucede cuando una persona sufre una disminución de presión repentina al ponerse de pie.