Cómo evitar que la casa se llene de mosquitos con la llegada del calor y la humedad, según expertos

Redacción El País
Con la llegada de los días cálidos, un visitante tan pequeño como molesto vuelve a hacerse protagonista en los hogares: los mosquitos. Este insecto, que encuentra en el verano las condiciones perfectas para reproducirse y alimentarse, puede transformar una noche tranquila en una batalla constante contra zumbidos y picaduras.

Pero, según especialistas en salud ambiental y control de plagas, hay medidas prácticas —muchas veces, sencillas— que permiten eliminar los mosquitos o reducir su presencia de forma considerable.

Los mosquitos son especialmente sensibles a las condiciones ambientales. La combinación de calor y humedad acelera su ciclo de vida, aumenta la cantidad de huevos que pueden poner y favorece que los adultos vivan más tiempo. Por eso, a medida que avanza la primavera y se acerca el verano, las poblaciones suelen multiplicarse.

Además, los períodos de lluvias intermitentes —comunes en esta época del año— crean el escenario ideal para que se acumulen pequeños recipientes de agua, que actúan como criaderos invisibles en patios, balcones e incluso dentro de la casa.

Foto cedida por la Intendencia de Maldonado

Los expertos coinciden en que el primer paso para evitar una invasión es eliminar cualquier reserva de agua donde los mosquitos puedan reproducirse. No necesitan grandes superficies: basta con tapitas, platos bajo macetas, canaletas obstruidas o bebederos sin limpiar.

Vaciar, cepillar y renovar el agua al menos cada dos días puede cortar por completo el ciclo larvario. Qué revisar:

• Macetas, floreros y platos acumuladores.
• Canaletas tapadas o con agua retenida.
• Cubiertas en desuso.
• Baldes, regaderas o recipientes ubicados al aire libre.
• Bandejas de aire acondicionado.

La ventilación es fundamental en los días de calor, pero también lo es impedir el ingreso de mosquitos. Las telas mosquiteras —en puertas, ventanas y rejillas— siguen siendo la barrera más eficaz. Los especialistas recomiendan optar por mallas finas, bien tensadas, que cubran todo el marco y se mantengan en buen estado durante la temporada.

Otra opción complementaria son los ventiladores, que dificultan el vuelo del mosquito. Una corriente de aire sostenida reduce notablemente la probabilidad de que se acerquen a zonas de descanso o trabajo.

Foto: Freepik.

Cuando las ventanas abiertas son inevitables o la zona es particularmente propensa a los mosquitos, los repelentes ayudan a mantenerlos alejados. Los productos a base de DEET, icaridina o IR3535 son los más estudiados y recomendados por organismos internacionales. Para los niños, siempre es importante respetar la edad mínima indicada en cada etiqueta.

Los repelentes eléctricos —tanto pastillas como líquidos— también son útiles, aunque deben colocarse en habitaciones ventiladas y apagarse cuando no se esté en el ambiente.

Aunque muchas personas apelan a plantas como citronela, albahaca o lavanda, los expertos aclaran que por sí solas no alcanzan para controlar la presencia de mosquitos dentro de la casa. Pueden ayudar como complemento, especialmente cuando se utilizan en forma de velas o aceites esenciales, pero no sustituyen las medidas principales de control.

Una casa ordenada reduce los escondites disponibles para estos insectos. A su vez, mantener los tachos de basura bien cerrados y lavar con frecuencia las rejillas o espacios húmedos ayuda a disminuir la actividad de mosquitos y otros insectos.

También se aconseja revisar las ventanas y puertas para detectar huecos o aberturas por donde puedan ingresar, y usar burletes o selladores cuando sea necesario.