Cómo consumir a diario polen de abeja para fortalecer las defensas y sumar energía de forma natural

El polen de abeja, rico en nutrientes, vitaminas y antioxidantes, es un gran aliado para reforzar el sistema inmune. Cómo incorporarlo a la dieta diaria y aprovechar sus beneficios.

Polen de abeja
Polen de abeja
Freepik

Redacción El País
En los últimos años, el polen de abeja ha ganado protagonismo como suplemento natural en dietas orientadas al bienestar. Aunque se utiliza desde tiempos remotos en distintas culturas, su creciente disponibilidad en tiendas naturistas, supermercados y ferias orgánicas lo ha vuelto más accesible y popular entre quienes buscan fortalecer el sistema inmunológico con ingredientes menos procesados.

¿Qué es el polen de abeja? Es una sustancia que las abejas recolectan durante la polinización. Al visitar las flores, estos insectos capturan minúsculos granos de polen que se adhieren a su cuerpo, los mezclan con néctar y enzimas propias y los moldean en pequeñas bolitas. Luego las transportan a la colmena en sus patas traseras, donde se almacenan como fuente de alimento para toda la colonia.

Se presenta en forma de gránulos amarillos o anaranjados, con una textura seca y un aroma suave. Puede consumirse en su forma natural, molido, en polvo o como suplemento encapsulado. Su recolección se realiza mediante dispositivos especiales en las colmenas, lo que permite obtener el producto sin afectar la vida de las abejas.

Cómo fortalece el sistema inmunológico

El polen de abeja es muy completo desde el punto de vista nutricional: contiene proteínas, aminoácidos esenciales, vitaminas A, C y del grupo B, minerales como hierro, zinc y magnesio, enzimas y antioxidantes. Esta combinación favorece el buen funcionamiento del sistema inmune y protege las células del daño oxidativo.

Además, estimula la respuesta inmunitaria del cuerpo, lo que ayuda a prevenir resfriados, gripes y alergias estacionales. Su efecto se potencia si se consume en forma regular, sobre todo en épocas de mayor exposición a virus o cambios estacionales.

Otros beneficios del polen de abeja

No solo fortalece las defensas. También ofrece otras propiedades relevantes para la salud:

  • Mejora el tránsito intestinal: gracias a su contenido en fibra, enzimas digestivas y microorganismos beneficiosos, favorece una digestión equilibrada y previene el estreñimiento.
  • Cuida la piel y la vista: por su aporte de antioxidantes, betacarotenos y vitaminas, ayuda a mantener la piel saludable y protege la salud ocular.
  • Aporta energía natural: sus carbohidratos, proteínas y vitaminas del grupo B pueden reducir la fatiga y mejorar el rendimiento físico y mental.
  • Previene la anemia: al contener hierro, ácido fólico y vitamina C, contribuye a la formación de glóbulos rojos y mejora la absorción del hierro.
  • Podría favorecer la fertilidad: algunos nutrientes presentes en el polen ayudan a equilibrar el sistema hormonal, lo que puede tener un impacto positivo en la fertilidad.
    Polen de abeja
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Cómo consumirlo y en qué momento del día

Se puede consumir directamente, masticando los gránulos o dejándolos disolver en la boca. Sin embargo, su sabor fuerte no resulta agradable para todos, por lo que suele mezclarse con líquidos como jugos naturales, agua, infusiones, batidos o leche vegetal. También puede añadirse a yogures, ensaladas, cereales o postres caseros.

El mejor momento para tomarlo es a la mañana, preferentemente en ayunas o antes del desayuno, para aprovechar mejor sus propiedades energizantes.

¿Cuánta cantidad se puede consumir?

Para los adultos se sugiere comenzar con 5 gramos diarios (aproximadamente una cucharadita) e ir aumentando hasta llegar a 15 o 20 gramos por día (una cucharada sopera), siempre prestando atención a cómo reacciona el cuerpo. En niños pequeños, la dosis recomendada no debería superar los 10 gramos diarios.

Como con cualquier alimento funcional, es importante consultar con un profesional de la salud antes de incorporar el polen de abeja de forma habitual, especialmente en personas con alergias, asma o enfermedades autoinmunes. Aunque es un producto natural, no está exento de provocar reacciones en algunos casos puntuales.

Sumar polen de abeja a la alimentación diaria puede ser un pequeño gesto con impacto positivo en la salud. Ya sea para atravesar mejor los cambios de estación, reforzar las defensas en momentos de mayor exposición a virus o simplemente para sentirse con más energía, este superalimento natural ofrece una opción práctica y efectiva.

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