Redacción El País
El vinagre de manzana es uno de esos ingredientes que cruzan la frontera entre lo culinario y lo medicinal. Presente en muchas cocinas, también se ganó un lugar en botiquines caseros gracias a sus propiedades naturales, algunas respaldadas por la ciencia y otras que siguen en estudio.
Este líquido se obtiene a partir del jugo de manzana fermentado, en un proceso que ocurre en dos etapas: primero, las levaduras convierten el azúcar en alcohol; luego, una bacteria llamada Acetobacter transforma ese alcohol en ácido acético, el principal responsable de su característico sabor ácido y de buena parte de sus efectos sobre el organismo.
¿Qué contiene el vinagre de manzana?
El producto final está compuesto por agua, ácido acético, minerales, trazas de polifenoles (antioxidantes naturales), enzimas y, en algunas versiones sin filtrar, lo que se conoce como “la madre”: una sustancia turbia que agrupa bacterias beneficiosas, proteínas y enzimas.
¿Para qué se usa?
El vinagre de manzana tiene múltiples aplicaciones tradicionales. Muchas personas lo consumen diluido en agua, especialmente en ayunas, con la intención de aprovechar sus propiedades. Entre las más mencionadas, se destacan:
- Favorece la digestión: Al estimular la producción de ácido gástrico, puede ayudar a descomponer mejor los alimentos, sobre todo los ricos en proteínas.
- Regula la glucosa: Algunos estudios sugieren que su consumo moderado podría atenuar los picos de azúcar en sangre después de las comidas. Esto resulta de interés para personas con prediabetes o diabetes tipo 2.
- Ayuda a controlar el peso: Se cree que puede aumentar la sensación de saciedad y ayudar a reducir el apetito, aunque no reemplaza a una alimentación equilibrada ni a un plan de actividad física.
- Es antimicrobiano: Gracias al ácido acético, tiene efectos antibacterianos. Puede utilizarse, con cautela, para limpiar heridas leves o desinfectar superficies.
- Contribuye a la salud cardiovascular: Si bien los datos aún son limitados, se estudia su posible rol en la reducción del colesterol y los triglicéridos.
- Aporta antioxidantes: Los polifenoles que contiene pueden ayudar a contrarrestar el daño celular provocado por los radicales libres.
Precauciones necesarias
Aunque se lo considere natural y seguro en cantidades razonables, el vinagre de manzana no está exento de efectos secundarios. Consumido en exceso o sin diluir, puede dañar el esmalte dental, irritar el estómago o interferir con algunos medicamentos.
Por eso, si se quiere incorporar a la rutina diaria con fines terapéuticos, conviene hacerlo con moderación y, de ser posible, bajo orientación profesional. La clave está en no idealizarlo como una solución mágica, sino integrarlo como un complemento dentro de un estilo de vida saludable.