Qué es el core abdominal y por qué es tan importante para el funcionamiento del cuerpo

"No podríamos funcionar sin una pared abdominal”. La frase es de la doctora Charlotte Horne, cirujana metabólica y de reconstrucción del core abdominal de Clínica Mayo al referirse a una parte del cuerpo humano a la que antes no se le prestaba tanta atención porque se desconocía la importancia que tenía para nuestro día a día.

“Desde que uno está acostado en la cama y decide levantarse, se viste, va al baño, mueve el intestino… literalmente la pared abdominal participa en todos esos procesos”, enfatizó la especialista en un encuentro con la prensa latinoamericana del que participó El País.

Pero, ¿qué es el core abdominal? “Es el contenedor muscular externo de la pared abdominal”, describió la doctora Horne. “Comienza en el diafragma y llega hasta los músculos del suelo pélvico. La mayor parte es músculo y tejido conjuntivo. Es un contenedor que mantiene a los órganos internos en su lugar”, añadió.

El core abdominal incluye músculos abdominales, músculos oblicuos y tejido que envuelve toda la parte superior del abdomen y se conectan a la línea media del cuerpo.

“Los síntomas de que algo anda mal pueden comenzar a cualquier edad, pero son un poco más frecuentes en la gente que tiene 40 o 50 años”, explicó Horne destacando que los problemas más comunes son las hernias. “Es cuando una parte de un órgano o tejido protuye (sobresale) a través de un punto débil en el músculo”, detalló al describir qué son.

Las hernias pueden ser primarias o secundarias. Estas últimas son las derivadas de una cirugía, se les llama también eventraciones y son sumamente comunes.

“Yo diría que entre el 50% y el 60% de las personas pueden tener una eventración luego de una incisión de la pared abdominal”, indicó la especialista.

El paciente debe estar atento a si nota diferencias en el contorno de la pared abdominal, si advierte que tienen un bulto, protusiones o algo que no solía estar allí y que puede doler de forma importante al hacer actividad física.

Si la persona fue sometida a una cirugía que demandó hacer una incisión en el abdomen, debe controlar si hay dolor o algún bulto, o si al estornudar o toser experimenta un dolor como de desgarro.

“Todo eso puede indicar que uno potencialmente tiene una lesión de la pared abdominal”, señaló Horne.

La especialista comentó que las hernias no son iguales en mujeres y hombres. En las mujeres suelen aparecer más tarde, pero hay más razones para que se presenten.

“Muchos de los cánceres femeninos, como el de ovarios o el urinario, requieren operaciones abdominales para su cura. Eso hace que las mujeres tengan un mayor riesgo de tener enfermedades de la pared abdominal”, informó la doctora.

Otro factor clave a tener en cuenta es el embarazo. “El abdomen de la mujer debe crecer para dar cabida a un feto, pero después tiene que volver a su tamaño original. Eso es algo que impresiona bastante y tiene consecuencias”, dijo.

También se debe prestar atención a las personas añosas. “Con el paso del tiempo el tejido conectivo se va debilitando y la fortaleza del colágeno va decreciendo. Además hay que tratar de mantener un peso saludable porque este va incidiendo cada vez más a medida que envejecemos”, explicó Horne al tiempo que advirtió que tener más edad no nos libra de tener que encarar los problemas de la pared abdominal.

“Muchos de mis pacientes me dicen ‘tengo esta hernia, pero soy viejo’. Eso no quiere decir que no haya que arreglarlo porque va a mejorar su calidad de vida y lo va a mantener activo durante más tiempo”, aseguró.

El movimiento y la actividad física son fundamentales para tener una pared abdominal saludable, lo cual repercute en todo nuestro cuerpo.

“Trabajar con los músculos de la pared abdominal mejora la estabilidad y el equilibrio porque son músculos que sostienen el torso y el tronco. Muchas veces vemos gente que tiene lesiones que producen mucho daño, tienen muchos síntomas como dolor de espalda, porque los músculos no funcionan bien. Entonces la espalda tiene que compensar el trabajo que los músculos no están haciendo”, explicó Horne.

La especialista comentó que una de las cosas que no se reconoce lo suficiente en este tema es la necesidad de practicar actividad física para fortalecer esa zona del cuerpo.

“Un tipo de ejercicio que se aconseja es hacer como si lleváramos el ombligo hacia atrás, hacia la columna, y ahí activamos músculos que nos permiten coordinar los movimientos de los músculos anteriores y posteriores. Eso ayuda a darle fuerza y estabilidad a la pared abdominal”, recomendó.

Utilizar pesas de manera regular, por ejemplo, sirve para aumentar la masa muscular cuando es magra.

“Eso es más importante en las mujeres que en los hombres. Además, a medida que las mujeres envejecen les resulta más difícil aumentar la masa muscular, sobre todo después de la menopausia”, apuntó.

Vale aclarar que antes se pensaba que levantar pesas no era bueno para las hernias, pero eso cambió. “Se puede seguir haciendo levantamiento de pesas hasta que el paciente decida hacer algo quirúrgicamente al respecto”, apuntó Horne.

Un tema fundamental y que es importante tanto para mujeres como para hombres –aunque tiene más incidencia en las primeras- es el fortalecimiento del piso pélvico.

“Uno necesita generar una determinada fuerza para poder mover el intestino o para orinar o retener la orina. Si hay un defecto en la pared abdominal, esa fuerza se disipa. Cuando reparamos la pared, la persona mejora. Por eso es importante comprender cómo esos músculos se insertan en la pelvis y cómo se puede utilizar la fisioterapia del suelo pélvico para hacerlos trabajar y que se mejore el funcionamiento de la vía urinaria”, detalló Horne.

A la hora de hacer un mea culpa, la especialista manifestó que un error que cometían los médicos era impedirle moverse a los pacientes con una hernia o con una lesión en la pared abdominal.

“Eso en realidad no está bien porque cuando miramos la evidencia nos damos cuenta de que las cosas que la gente hace normalmente, no le hacen mal. Hay que permitirle al paciente que siga con su actividad diaria porque está bueno que se mantenga en movimiento”, afirmó.

Foto: Commons.

La decisión de que la persona se opere va a depender de la característica de la hernia.

“¿Cuándo recomiendo yo que el paciente se haga cirugía? En las hernias que presentan mucho dolor o molestia o las que le impiden hacer actividades cotidianas normales. Todo eso hay que evaluarlo pensando en una reparación quirúrgica”, señaló Horne.

Por ejemplo, una hernia estrangulada (el intestino queda trancado y deja de recibir sangre) requiere cirugía de emergencia para que el paciente sobreviva. Pero una hernia inguinal (un bultito pequeño) no demanda que el paciente vaya corriendo a operarse.

“El porcentaje de que se convierta en un problema agudo y se necesite una cirugía de apuro en este caso es de un 1%”, informó la especialista.

¿En qué consiste la reconstrucción de la pared abdominal? “Implica cerrar la hernia con suturas y poner una malla de manera fisiológica para que funcione como una capa más de la pared abdominal. La meta es darle al paciente nuevamente la calidad de vida que perdió para que pueda estar nuevamente activo sea la actividad que sea que haga”, destacó Horne.

Agregó que luego de la cirugía se debe ayudar a la persona a llegar a una función normal, enseñándole cómo trabajar y estabilizar los músculos de esa zona.

“La pared abdominal es tan vital para todo lo que hacemos que lo olvidamos. Lo importante es que cuando uno se dé cuenta del problema, no tenga miedo y busque la evaluación de un cirujano (hay muchos especializados en el tema) o una intervención quirúrgica. Hoy se pueden hacer muchas cosas para mejorar la calidad de vida del paciente”, insistió Horne.

Doctora Charlotte Horne

Médica especialista en hernias

La doctora Charlotte Horne es cirujana metabólica y de reconstrucción de la pared abdominal en Clínica Mayo. En su práctica se especializa en cirugías complejas de hernias.

“La mayoría de los pacientes a los que atiendo tienen más de sus contenidos abdominales fuera de su cavidad abdominal que dentro”, explicó.

“La mejor parte es que pasan de una pared disfuncional a una funcional en aproximadamente una semana en el hospital”, dijo.