Redacción El País
Los hilos blancos de la mandarina, conocidos como albedo, suelen ser desechados al pelar la fruta. Sin embargo, pocos saben que estos filamentos son una fuente natural de fibra y antioxidantes con varios beneficios para la salud.
El albedo es una estructura blanca y esponjosa que conecta la cáscara con los gajos de la mandarina. Forma parte del sistema vascular del fruto y está compuesto principalmente por pectina y fibra vegetal. Aunque muchas personas lo quitan por su sabor menos dulce o su textura seca, comerlo es totalmente seguro y puede ser beneficioso.
¿Se pueden comer?
Sí. Comer los hilos blancos de la mandarina no solo es seguro, sino que también puede aportar beneficios digestivos y antioxidantes.
Estos filamentos son ricos en fibra dietética, lo que ayuda a mejorar la digestión, regular el tránsito intestinal y mantener estables los niveles de glucosa en sangre.
Además, contienen flavonoides naturales, como la hesperidina, conocidos por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Incorporarlos a tu dieta puede contribuir a una mayor sensación de saciedad, ideal para quienes buscan controlar su peso o seguir una alimentación saludable.
Cómo aprovecharlos
Si su textura no te resulta agradable, existen formas simples de aprovechar el albedo en la cocina:
- Mermeladas caseras: el albedo contiene pectina natural, que actúa como espesante. Puedes triturarlo junto con la cáscara y la pulpa para preparar conservas más nutritivas.
- Polvo cítrico: mezcla los hilos blancos secos con ralladura de mandarina para crear un aromatizante natural que puedes usar en postres, yogures o infusiones.
Smoothies o licuados: agregalos a tus licuados; no alteran el sabor y aportan fibra extra.
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