Redacción El País
En los últimos años, el jengibre dejó de ser un ingrediente exótico para convertirse en un habitual de cocinas, cafeterías y hasta góndolas de productos saludables. Su sabor picante y su versatilidad lo hicieron popular, pero su fama también creció por los posibles efectos positivos que la ciencia estudia desde hace décadas. Especialistas citados por la Clínica Cleveland explican cuáles de estos beneficios están respaldados por evidencia y qué precauciones conviene tener.
El jengibre proviene de la raíz de una planta originaria de Asia y se utiliza desde tiempos antiguos con fines culinarios y medicinales. Según la dietista Candace O’Neill, esta raíz concentra compuestos bioactivos —como el gingerol— responsables de sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Beneficios nutricionales del jengibre
La Clínica Cleveland detalla que el gingerol presente en el jengibre fresco puede ayudar a reducir enzimas que participan en procesos inflamatorios. Esto lo vuelve útil para molestias como cólicos menstruales o dolor articular. En ensayos clínicos citados por la institución, algunas personas reportaron menos dolor de rodilla asociado a osteoartritis tras consumirlo de forma regular.
En su versión seca, el efecto antiinflamatorio persiste aunque el gingerol pierde parte de su potencia al transformarse con el calor.
Investigaciones recopiladas por la Clínica Cleveland señalan que el gingerol podría colaborar en el mantenimiento de niveles estables de glucosa. Esto ocurre porque disminuye la acción de determinadas enzimas que descomponen carbohidratos, lo cual favorece el metabolismo de la glucosa.
El jengibre fresco aparece como una opción frecuente para mitigar náuseas por mareos, embarazo temprano o tratamientos médicos. O’Neill explica que esto se debe a que mejora la motilidad gástrica y bloquea receptores de serotonina en el intestino, relacionados con el reflejo del vómito.
Eso sí: las gaseosas sabor jengibre rara vez contienen jengibre real, por lo que su efecto suele estar más vinculado a la carbonatación.
La Clínica Cleveland cita un estudio publicado en PubMed donde quienes tomaron cápsulas de jengibre diariamente durante 45 días mostraron descensos en triglicéridos y colesterol LDL en comparación con un placebo. Aun así, los expertos indican que falta evidencia concluyente para recomendarlo con este fin.
Algunos estudios sugieren que ciertos compuestos del jengibre podrían inhibir bacterias específicas, aunque por ahora los resultados no permiten afirmar un beneficio definitivo.
Precauciones y cómo consumir de jengibre
No existe una dosis universal recomendada. La institución advierte que consumir grandes cantidades puede generar náuseas, acidez, reflujo o diarrea, y que los suplementos deben evitarse sin supervisión médica, especialmente en personas que toman anticoagulantes. También puede causar irritación en la boca o el tracto digestivo.
O’Neill explica que el jengibre puede consumirse fresco, rallado, en polvo, molido, encurtido o en infusiones. También se usa en shots concentrados, cada vez más populares en bebidas y desayunos. Su sabor intenso permite integrarlo en platos dulces, salados o preparaciones calientes.
En base a El Tiempo/GDA