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Cómo la ciencia descubrió que comer frutillas todos los días reduce el riesgo de desarrollar demencia

La pequeña fruta roja no solo conquista los paladares, sino que también es un tesoro nutricional que potencia la salud.

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Rebosante de nutrientes.
Foto: Flickr.

Redacción El País
En el mundo de la alimentación saludable, poco puede rivalizar con la frescura de las frutillas. Desde el punto de vista nutricional, las frutillas son una fuente inagotable de beneficios. Rebosan de antioxidantes, vitaminas y minerales esenciales que fortalecen el sistema inmunológico y contribuyen al bienestar general. El resplandor de su característico color rojo intenso es una indicación clara de su elevado contenido de vitamina C, un aliado fundamental que no solo refuerza las defensas inmunológicas, sino que también desempeña un papel crucial en la prevención de enfermedades cardiovasculares y el envejecimiento prematuro.

En 2022, el profesor Robert Krikorian de la Universidad de Cincinnati (UC) y su equipo llevaron a cabo una investigación que reveló que la inclusión de arándanos en las dietas diarias de ciertas poblaciones de mediana edad podía reducir las posibilidades de desarrollar demencia en la vejez.

Ahora, una nueva investigación de Krikorian sugiere que el consumo diario de frutillas podría disminuir el riesgo de demencia en individuos de mediana edad específicos. Sus hallazgos fueron publicados el mes pasado en la revista Nutrients.

"Las frutillas y los arándanos contienen antioxidantes conocidos como antocianinas, los cuales se han vinculado con una variedad de beneficios para la salud de las bayas, como mejoras metabólicas y cognitivas", explicó Krikorian, profesor emérito del Departamento de Psiquiatría y Neurociencia del Comportamiento de la Facultad de Medicina de la UC, en un comunicado de prensa.

En el marco de un estudio, se solicitó a 30 pacientes de mediana edad, con sobrepeso y que presentaban quejas de deterioro cognitivo leve, que se abstuvieran de consumir bayas de cualquier tipo durante un período de 12 semanas, a excepción de un paquete diario de suplemento en polvo de frutilla. Este polvo se mezclaba con agua y se consumía durante el desayuno.

La mitad de los participantes, con edades comprendidas entre los 50 y 65 años, recibió polvos que equivalían a una taza estándar de frutillas enteras, mientras que la otra mitad recibió un placebo. A lo largo del estudio, se realizaron pruebas para medir habilidades cognitivas, como la memoria a largo plazo, el estado de ánimo, la intensidad de los síntomas depresivos y datos metabólicos.

Robert Krikorian, líder del estudio, comentó: "Este estudio evaluó si el consumo de frutillas podría mejorar el rendimiento cognitivo y la salud metabólica en esta población y, de ser así, si podría haber una asociación entre la mejora cognitiva y la reducción de las alteraciones metabólicas".

Tras 12 semanas, el grupo que consumió el polvo de frutilla mostró mejores resultados en la capacidad ejecutiva, lo que se traduce en una menor interferencia en la memoria. Krikorian explicó que la reducción de la interferencia de la memoria se refiere a una menor confusión de términos semánticamente relacionados en una prueba de aprendizaje de listas de palabras.

La capacidad ejecutiva engloba un conjunto de habilidades cognitivas y procesos mentales fundamentales para la planificación, organización, iniciativa, autorregulación, toma de decisiones y resolución de problemas. Estas habilidades son esenciales para el desempeño efectivo en diversas áreas de la vida, como el trabajo, la educación y las actividades cotidianas.

Se destaca que las personas con exceso de grasa abdominal, vinculada a la resistencia a la insulina y la obesidad, tienden a experimentar un aumento en la inflamación del cuerpo, incluso del cerebro, lo que podría afectar la capacidad ejecutiva de una persona.

De acuerdo con Krikorian, el tratamiento con frutillas podría haber mejorado la función cognitiva de los pacientes al reducir la inflamación en el cerebro. Según él, la muestra de mediana edad, con sobrepeso y prediabéticos, podría haber tenido niveles más altos de inflamación, contribuyendo al menos a un deterioro leve de las capacidades ejecutivas. En este sentido, los efectos beneficiosos observados podrían estar relacionados con la moderación de la inflamación en el grupo de las frutillas.

Otros estudios sobre frutillas han encontrado mejoras en las medidas metabólicas de las personas, incluida una menor insulina al consumirlas. Sin embargo, este estudio en particular no halló ningún efecto sobre la salud metabólica de los pacientes. Se sugiere que esto podría deberse al hecho de que esos estudios generalmente utilizan dosis más altas de frutillas que las empleadas en esta investigación.

Mirando hacia el futuro, Krikorian señaló que los ensayos de investigación deberían contemplar muestras más grandes de participantes y evaluar diferentes dosis de suplementos de fresa.

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