Redacción El País
La soja cuenta con una valiosa composición nutricional, siendo una fuente rica en proteínas, isoflavonas y fibra, todos componentes que se consideran beneficiosos para la salud. Es un alimento que se consideraba previamente como el causante de de un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama. Sin embargo, la evidencia actual apunta hacia el lado opuesto, indicó la nutricionista Katherine Zeratsky, de Mayo Clinic.
Las preocupaciones anteriores que relacionaban la soja con un aumento en el riesgo de cáncer de mama giraban en torno al contenido de isoflavonas —fitoestrógenos similares a los estrógenos humanos— que, en teoría, podrían estimular el desarrollo de cáncer. No obstante, estudios recientes han concluido que una ingesta moderada de estos compuestos que se encuentran en los alimentos de soja no incrementa el riesgo, sino todo lo contrario, puede ser protectora.
Una ingesta moderada se define generalmente como una o dos raciones diarias de alimentos integrales de soja, como el tofu, el tempeh, la leche de soja y el edamame. Estos alimentos pueden integrarse sin problemas en diversas dietas y estilos de vida, enriqueciendo la variedad nutricional y beneficiando así la salud general.
A diferencia de los estrógenos, las isoflavonas tienen una actividad estrogénica más débil y, por lo tanto, no tienen el mismo impacto que los estrógenos endógenos, que se han vinculado con un mayor riesgo de cáncer de mama.
Se sugiere que el consumo de soja desde una edad temprana está vinculado a un riesgo reducido de desarrollar cáncer de mama. Este efecto parece disminuir en las mujeres que comienzan a consumir soja más tarde en la vida o que la consumen en menor cantidad, apuntó Zeratsky.
La situación con los suplementos de soja, en cambio, tiende a ser más complicada. Los suplementos contienen concentraciones más altas de isoflavonas y pueden no tener los mismos efectos protectores que los alimentos de soja integrales. Por ejemplo, las mujeres con antecedentes de cáncer de mama o problemas de tiroides deben tener precaución, puesto que al consumirlos podrían aumentar las chances de padecer este cáncer.
La recomendación actual, basada en la evidencia acumulada, aconseja que las mujeres consuman productos integrales de soja como parte de una dieta equilibrada y consulten con profesionales de la salud antes de iniciar cualquier forma de suplementación, indicó Mayo Clinic. Es esencial que cada caso se evalúe de manera individual en el contexto del historial clínico y los factores de riesgo específicos para proporcionar una asesoría y recomendaciones adecuadas.
Este contenido fue hecho con la asistencia de inteligencia artificial y verificado por un periodista de El País.
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