Redacción El País
El ajo es un ingrediente fundamental en la cocina, pero también puede ser un gran aliado para la salud si se sabe cómo y cuándo consumirlo. Incluirlo en la rutina diaria, especialmente en ayunas, puede potenciar sus efectos, aunque es crucial conocer las precauciones para evitar el efecto contrario.
El ajo es una hierba de la misma familia que la cebolla y el puerro. Su compuesto estrella es la alicina, una sustancia química responsable de su olor característico y de la mayoría de sus propiedades medicinales.
Es una fuente poderosa de nutrientes esenciales. Entre sus minerales destacan el selenio, potasio, fósforo, magnesio, zinc y yodo. También es rico en vitaminas del grupo B, como la B1, B3 y B6.
Valor nutricional por cada 100 gramos:
· Energía: 110 kcal
· Proteínas: 5.3 g
· Hidratos de carbono: 23 g
· Fibra: 1.1 g
· Colesterol: 0 mg
El ajo es reconocido por la medicina por sus amplios beneficios para la salud:
· Salud cardiovascular: Reduce los niveles de colesterol LDL (el "malo") y ayuda a controlar la presión arterial.
· Propiedades antibacterianas y antisépticas: Impide la reproducción de microorganismos, siendo útil para prevenir resfriados y tratar infecciones en las encías.
· Prevención del cáncer: Estudios sugieren que puede disminuir el riesgo de cáncer, especialmente el gastrointestinal.
· Control del azúcar en sangre: Ayuda a controlar las concentraciones de glucosa.
· Efecto antiinflamatorio: Recomendado como apoyo para prevenir el daño cartilaginoso en enfermedades como la artritis.
· Protección cerebral y desintoxicante: Sus antioxidantes pueden ayudar a prevenir el Alzheimer y sus compuestos de azufre ayudan a desintoxicar el cuerpo de metales pesados como el plomo.
¿Es seguro comer ajo en ayunas?
A pesar de sus grandes beneficios, es importante consumirlo con precaución. La práctica de comer ajo en ayunas puede ser demasiado fuerte para algunas personas.
· Problemas estomacales: El ajo contiene fructanos, que pueden provocar problemas estomacales e intestinales. Un exceso puede dañar el revestimiento del estómago, derivando en úlceras gástricas.
· Riesgo de anemia: Su consumo excesivo sin una dieta equilibrada podría ser un factor de riesgo para la anemia.
· Interacciones medicamentosas: Personas que toman anticoagulantes, antihipertensivos, medicación para la diabetes, el VIH o trasplantes deben consultar con un médico antes de consumirlo regularmente.
¿Crudo o cocido? Cómo maximizar sus beneficios
La forma de consumo es clave. Calentar el ajo puede alterar su pH y reducir la potencia de la alicina. Para aprovechar al máximo los beneficios del ajo, se recomienda:
1. Consumirlo crudo.
2. Picarlo, triturarlo o cortarlo y dejarlo reposar unos 10 minutos antes de ingerirlo. Este paso es crucial para que la alicina se active.