El Tiempo/GDA
Las infecciones parasitarias intestinales, conocidas comúnmente como 'lombrices', son una preocupación frecuente sobre todo en niños en edad escolar. Si bien estas afecciones pueden causar molestias, es fundamental desmitificar la creencia de que el consumo de dulces y caramelos está relacionado con su aparición.

La oxiuriasis, más comúnmente conocida como lombrices intestinales, es causada por el parásito Enterobius vermicularis u oxiuro. Este parásito tiene como huésped exclusivo a los seres humanos, en particular a los niños. Aunque la infección puede ocurrir a cualquier edad, la forma de contagio favorece a los niños.

La Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) explica que la infección ocurre cuando los oxiuros, que residen en el intestino, llegan a la zona anal para depositar sus huevos. Estos huevos causan picazón en el niño, quien naturalmente se rasca. Como resultado, los huevos quedan en los dedos y debajo de las uñas, y si el niño lleva sus manos a la boca, se reinicia el ciclo de infección.

A pesar de las advertencias tradicionales, no hay evidencia científica que respalde la relación entre el consumo de dulces y la aparición de lombrices intestinales. La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) también enfatiza que esta creencia es completamente falsa.

Sin embargo, esto no significa que se deba permitir que sus hijos consuman golosinas de manera habitual. El consumo excesivo de dulces se asocia con problemas como caries dentales, desequilibrios nutricionales, obesidad e inapetencia. Los dulces contienen azúcar, glucosa, colorantes y calorías vacías que no aportan nada positivo al organismo, por lo que su consumo debe ser ocasional.

De acuerdo con el portal web 'Bebés y Más', la prevención de las lombrices no está relacionada con la alimentación de los niños, sino con los hábitos de higiene. Mantener una higiene personal adecuada es fundamental para evitar la propagación de estos parásitos. Los siguientes consejos ayudan a prevenir las lombrices:

-Lavado de manos regularmente, especialmente después de ir al baño, cambiar pañales, jugar al aire libre o antes de comer o cocinar.

-Mantener las uñas cortas y limpiarlas con un cepillo suave en cada lavado de manos.

-Enseñar a los niños la importancia de no morderse las uñas.

-Evitar el rascado del área anal para no propagar los huevos.

-En caso de sospecha de contagio o confirmación de infección por lombrices, consultar al pediatra, quien indicará el tratamiento adecuado para eliminar los parásitos y sus huevos.

Es importante recordar que el consumo de dulces, si bien no está relacionado con las lombrices, debe ser moderado debido a sus implicaciones en la salud infantil. La clave para la prevención de estas infecciones parasitarias radica en la educación de hábitos de higiene adecuados en los niños y su entorno.