Tips para superar el body shaming en la era digital, por Marina Mammoliti, creadora de Psicología al desnudo

La cuestión de la humillación corporal se ha convertido en una preocupación creciente, que afecta nuestra salud mental. Adentrémonos en los efectos que las redes sociales tienen sobre nuestros cuerpos

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Body shaming
Body shaming.
Foto: Freepik

Hoy vivimos inmersos en lo que llamamos era digital. La relación con nuestro cuerpo se ve cada vez más influenciada por los estándares de belleza irreales promovidos en las redes sociales. En este contexto, surge el body shaming, o humillación corporal, surge en este contexto. Basta abrir cualquier aplicación, para ver historias de personas exitosas, famosas, felices, con aparentes vidas y cuerpos “perfectos”. Así, por comparación, la percepción de nosotros mismos puede verse afectada.

La cuestión de la humillación corporal se ha convertido en una preocupación creciente, que afecta nuestra salud mental. Adentrémonos en los efectos que las redes sociales tienen sobre nuestros cuerpos, para hallar la guía que nos lleve a la sanación.

¿Qué se entiende por body shaming?

Es un fenómeno en el que se critica, juzga o avergüenza a alguien por su apariencia física. Lamentablemente, hay personas que utilizan las redes sociales para generar este tipo de daño, difundiendo imágenes de otras personas y burlándose de ellas.

La humillación corporal puede manifestarse de diversas formas, desde comentarios negativos sobre el peso, la forma del cuerpo, el tamaño, la altura, el color de la piel, entre otros aspectos. Implica generar burlas o comentarios negativos sobre el aspecto de otra persona. En la era digital, la difusión masiva de este tipo de comentarios es recurrente, y puede llegar a ser en extremo dañina.

Para pensar en este concepto, podemos tomar la película Hasta el hueso (2017), protagonizada por Lilly Collins. Es un ejemplo vívido de humillación corporal. Aquí, la protagonista es constantemente invadida por comentarios acerca de su delgadez extrema, lo que refleja la presión social para cumplir con ciertos estándares de belleza.

Body shaming y salud mental

El impacto del body shaming en la salud mental es realmente significativo. Las personas que son objeto de este tipo de comportamiento pueden experimentar un malestar general. Este incluye desde reducción del amor propio, ansiedad, depresión e incluso trastornos de la conducta alimentaria (TCA).

La constante exposición a mensajes negativos sobre el cuerpo puede erosionar la confianza en uno mismo y llevar a una percepción distorsionada de la propia imagen corporal. Las redes sociales desempeñan un papel crucial en la perpetuación de la humillación corporal. En la película, vemos cómo la protagonista se ve influenciada por imágenes idealizadas en línea. Esto agrava su lucha interna respecto a la percepción de su imagen.

La tendencia al uso de filtros de belleza y edición de fotos antes de postearlas en redes crea estándares irreales de belleza. Esto, por supuesto, lleva a la comparación y la insatisfacción corporal. Una de las consecuencias del body shaming es el desarrollo de un Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA).

En el episodio 26 de la temporada 1 de Psicología al Desnudo, la psicóloga especialista en este tipo de trastornos, Raquel Lobatón, los define como afectaciones de la conducta, que modifican la manera en que las personas perciben y se relacionan con la comida, el peso y la imagen corporal.

Un TCA puede ser entendido como una enfermedad, como una disfuncionalidad pero, sobre todo, como un proceso. Lleva tiempo para instaurarse en la vida de una persona y lleva tiempo su tratamiento.

Dana define a estas afecciones como trastornos psicosomáticos donde está afectado no sólo el cuerpo, sino también la mente. La disfuncionalidad se manifiesta a través de la conducta de la ingesta en torno a los alimentos. Sin embargo, son muchos los factores que lo mantienen en el tiempo.

Ejemplos comunes de TCA incluyen la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón. En Hasta el hueso, se ilustra cómo la protagonista lucha contra la anorexia nerviosa, mostrando los peligros de obsesionarse con la delgadez y el control sobre la alimentación.

Hambre emocional

Los seres humanos somos seres sociales, nacemos y morimos en sociedad. Insertos en la cultura, la comida no es una mera necesidad para saciar el hambre. Sus fines van más allá de lo fisiológico. Comer es una actividad placentera. Generalmente, comemos en grupo. Muchas veces lo hacemos para celebrar ocasiones especiales, otras, para agasajar seres queridos. En este contexto, podemos hablar de lo que se denomina hambre emocional. Este fenómeno consiste en recurrir a la comida -no necesariamente por una necesidad fisiológica de nutrición-, sino, como respuesta a estados emocionales (estrés, tristeza, soledad o ansiedad).

A menudo, esto se traduce en comer en exceso o consumir alimentos reconfortantes, independientemente del hambre física real. Normalmente, esta conducta tiene lugar en la mayoría de los TCA, donde las emociones y la conducta alimentaria se vinculan estrechamente.

Cena torta postre
Juntarse a comer con otras personas es una actividad placentera
Foto: Freepik.

Lobatón afirma que en ocasiones tenemos hambre. Sin embargo, en otras circunstancias hay cuestiones emocionales que acompañan nuestros momentos de comer. Ella plantea la necesidad de sanar la relación con la comida. Propone emprender ese camino a través de la alimentación consciente. Una herramienta, para mejorar nuestro vínculo entre el alimento y nuestras emociones.

Si querés conocer más acerca de la alimentación consciente y cómo dar los primeros pasos hacia ella, recomendamos el episodio 24 de la temporada 1 de Psicología al Desnudo. Allí podrás encontrar más detalles al respecto.

Reconocer nuestro cuerpo

Es fundamental reconocer que nuestro cuerpo es nuestro compañero de vida y merece ser tratado con amor y respeto. Los ideales inalcanzables promovidos en las redes sociales pueden tener consecuencias del devastador impacto en la salud mental. Hasta el hueso nos recuerda la importancia de cuidar nuestra salud física y emocional. Verla es una buena oportunidad para reflexionar acerca de la importancia de abstenernos de juzgar los cuerpos ajenos. Nunca sabemos las batallas internas que otras personas puedan estar librando.

La comparación constante con imágenes retocadas y la presión para alcanzar un ideal inalcanzable pueden afectar nuestra percepción. Autoestima y cuerpo van de la mano al momento de desencadenar un TCA. Es importante promover una cultura de aceptación y diversidad corporal en las redes sociales y en la sociedad en general.

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