Redacción El País
¿Sos de los que se van de las fiestas sin despedirse? Aunque muchos lo interpretan como mala educación o falta de habilidades sociales, la psicología explica que este comportamiento tiene más relación con el sistema nervioso y las necesidades emocionales de cada persona.
El psicólogo José Martín del Pliego aclara que el hecho de irse de una fiesta sin decir adiós no significa ser una persona maleducada o antisocial, sino que está vinculado a la hiperactivación del sistema nervioso. Cuando alguien alcanza un nivel alto de ansiedad social o agotamiento mental, su cuerpo siente la necesidad de abandonar el lugar de forma rápida y discreta.
¿Por qué algunas personas evitan despedirse en eventos sociales?
Según Del Pliego, decir adiós en una fiesta puede exponer a la persona a más interacciones sociales, lo que genera incomodidad, riesgo de ser retenida y hasta posibles discusiones. Por eso, quienes ya agotaron su “batería social” suelen elegir marcharse sin avisar.
En cualquier evento social con mucha gente, es común que aparezca la fatiga mental y la ansiedad social. Mientras algunos logran mantener sus habilidades de autorregulación, otros, especialmente quienes son más introvertidos, se sienten sobreestimulados por el ruido, el contacto constante y el entorno festivo.
Introversión y sistema nervioso
Las personas introvertidas suelen experimentar un nivel de excitación social mayor en reuniones con mucha gente. Esto se debe al papel del nervio vago central, que influye en la sensación de seguridad y conexión social. Cuando se desregula, la persona puede necesitar retirarse del lugar para recuperar el equilibrio.
Consejos para manejar estas situaciones
El especialista recomienda que, en lugar de sentirse culpable, quienes saben que suelen irse de las fiestas sin despedirse informen con anticipación que no se quedarán mucho tiempo. Así se evita generar incomodidad en los demás y se respeta la propia necesidad de autorregulación emocional.
En base a El Tiempo - GDA