Publicidad

Salud cerebral: desde periódicos hasta libros, por qué mantener el hábito de la lectura nos hace tan bien

Los beneficios desde un menor riesgo de demencia hasta la reducción del estrés y el aumento de la empatía, según muestran estudios.

Compartir esta noticia
Lectura.jpg
Foto: Corbis.

O Globo - GDA
Así como el ejercicio físico regular es esencial para el cuerpo, el cerebro también necesita un buen entrenamiento para mantenerse saludable. Y la lectura de diarios, libros y revistas es uno de los mejores ejercicios, según afirman los expertos.

Varios estudios científicos han analizado los efectos de mantener el hábito de la lectura y han demostrado que no solo es una fuente de placer, sino que también previene el declive cognitivo, como la enfermedad de Alzheimer y otras formas de demencia, reduce el estrés, genera más empatía e incluso tiene un impacto en la mortalidad en general.

“La lectura demanda mucha atención, memoria y razonamiento. Y trabaja en la parte del lenguaje, comprensión, vocabulario, lo cual también es muy positivo. Como consecuencia, es un estímulo sólido para crear una reserva cognitiva, que es la capacidad del cerebro de adaptarse a lesiones. Quienes leen mucho a lo largo de la vida crean más circuitos neuronales, por lo tanto tienen vías alternativas para realizar una determinada actividad cuando hay una lesión, un desgaste, en alguna de ellas. Esto se estudia mucho hoy en día”, explica Raphael Spera, del Grupo de Neurología Cognitiva y del Comportamiento del Hospital das Clínicas de la Universidad de São Paulo (USP).

Leer.jpg
Foto: Negative Space.

Por lo tanto, en una era en la que la mayoría de los textos leídos son parte de publicaciones cortas y superficiales en redes sociales y aplicaciones de mensajería, Elisa Resende, vicecoordinadora del departamento científico de Neurología Cognitiva y del Envejecimiento de la Academia Brasileña de Neurología (ABN), destaca que profundizar en contenidos más largos y con mayor grado de complejidad puede ser una buena estrategia para trabajar el cerebro.

Leer diarios, por ejemplo, puede ser muy importante, tanto para combatir las noticias falsas como para mantener la salud cerebral. Porque además de ser contenidos que han pasado por un filtro, son textos generalmente más largos, que estimulan más el cerebro que pequeños textos en WhatsApp. Además, es un estímulo para mantener a la persona actualizada. Por eso lo recomendamos mucho para los pacientes”, afirma la profesora de la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG).

acostada.jpg
Foto: Pickpik.

Para los especialistas, cuanto más compleja sea la lectura, mayor será el beneficio. Anne Crunfli, psicóloga especializada en trastornos de ansiedad por la Escuela de Medicina de la USP, defiende que lo ideal es diversificar, explorar diferentes estilos de textos que aborden temas variados.

“Cuanto más diversa sea la lectura, mejor para el desarrollo cultural de la persona. La lectura no debe ser solo para entretener, sino para desarrollarse; temas diferentes amplían la perspectiva y promueven la conexión entre los temas, aumentando el aprendizaje. La lectura cualitativa ayuda en la construcción del pensamiento crítico, creativo. Es un ejercicio saludable para el cerebro y para la socialización”, asegura.

Enfermedades neurológicas

El mejor efecto para la salud, señalan los expertos, es en la reducción del riesgo de enfermedades neurodegenerativas a largo plazo. Un trabajo publicado en la revista científica Neurology, en 2022, analizó 38 estudios sobre el tema e identificó que las actividades intelectuales, como leer por placer, están asociadas a un riesgo 23% menor de demencia. Por otro lado, un estudio de la Universidad de Columbia, en EE. UU., descubrió que la pérdida cognitiva es casi tres veces más común entre adultos analfabetos.

Pero incluso aquellos que ya están en etapas más avanzadas de la vida pueden beneficiarse de comenzar un hábito de lectura. Otro estudio, de la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido, identificó que los ancianos que informaron leer con frecuencia experimentaron un declive cognitivo más lento que aquellos que no leían.

“Siempre recomiendo a mis pacientes. Incluso aquellos que tienen cuadros de demencia, deterioro cognitivo. Especialmente en las etapas iniciales de estas enfermedades, vemos beneficios tanto en los aspectos cognitivos como en los psicológicos”, dice Spera.

Leer también proporciona una mejor salud mental. Incluso en 2009, un estudio de la Universidad de Sussex, en el Reino Unido, ya había mostrado que el hábito reduce el estrés en un 68%, más que lo observado al escuchar música o dar un paseo, por ejemplo.

“La lectura nos permite escapar de los picos de dopamina, el placer inmediato que ya viene listo con las redes sociales. Este exceso de estímulos nos hace más impulsivos, nerviosos. En cambio, la lectura genera lo contrario, estimula el enfoque, la imaginación, el aprendizaje, la resiliencia, porque no viene listo, se necesita esfuerzo para traducir las palabras en conceptos coherentes, que tengan sentido. Con esto, se reduce el estrés, disminuyendo la frecuencia cardíaca y aliviando la tensión muscular durante el proceso”, detalla Crunfli.

Uno de los impactos más significativos de estas repercusiones fisiológicas es en la mortalidad. Una investigación de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, siguió a un grupo durante 12 años y descubrió que aquellos que pasaban hasta 3,5 horas por semana leyendo tenían un riesgo 17% menor de morir. Los que leían más que eso tenían un 23% menos de probabilidades de morir en comparación con los que no leían.

Cómo empezar

Otro efecto positivo observado en los estudios es el aumento de la empatía. Aún en 2013, investigadores de la New School for Social Research, en Estados Unidos, publicaron en la prestigiosa revista Science experimentos que revelaron que "la lectura de ficción literaria mejora un conjunto de habilidades y procesos de pensamiento fundamentales para relaciones sociales complejas y sociedades funcionales".

“Los estudios muestran esta capacidad de tener más empatía, de ponerse en el lugar del otro, de sensibilizarse más. Cuando lees, tienes diversos personajes, historias diferentes, y te pones en el lugar de esos puntos de vista”, evalúa Spera.

En cuanto a cuánto se necesita para obtener los beneficios, Resende recuerda que "cualquier lectura ya se considera positiva. Al igual que ocurre con el ejercicio físico, algo es mejor que nada".

Para aquellos que nunca han tenido el hábito, o están en una famosa "resaca literaria" –cuando es difícil empezar un nuevo libro después de terminar una historia cautivadora–, Crunfli sugiere ir poco a poco:

“Intente con un número pequeño de páginas y vaya aumentando progresivamente. De lo contrario, se vuelve insostenible. El enfoque es construir el hábito de la lectura, y para ello es necesario hacerlo poco a poco y de manera continua”.

Según los expertos, lo mismo se aplica para el periódico: comienza por tu sección favorita y ve ampliando el espectro, explorando nuevos temas.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

MentelecturaSalud.cerebro

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad