Redacción El País
Acariciar a un perro va más allá de un simple acto de cariño: es una forma de conexión emocional entre humanos y animales. Psicólogos explican que este comportamiento refleja aspectos profundos de la personalidad y aporta beneficios significativos para la salud mental.
Los beneficios psicológicos de interactuar con perros
Un estudio realizado por las universidades de Florida, Carroll y Marquette descubrió que quienes conviven con perros suelen experimentar:
✔ Mejor regulación emocional: Su compañía ayuda a reducir la presión arterial y la frecuencia cardíaca, favoreciendo un estado de calma.
✔ Estructura y motivación: Para personas con dificultades emocionales, los perros aportan rutinas que fomentan la estabilidad.
✔ Reducción del estrés: El contacto con ellos disminuye los niveles de cortisol (la hormona del estrés) y promueve sensaciones de relajación.
¿Qué rasgos tienen las personas que aman a los perros?
Según la investigación, estos individuos suelen compartir características como:
- Paciencia y tolerancia: Criar a un perro desarrolla mayor comprensión, tanto hacia los animales como en relaciones humanas.
- Afecto y sensibilidad: Suelen ser más cariñosos y empáticos, fortaleciendo vínculos emocionales.
- Amor por la vida activa: Los paseos y juegos al aire libre los llevan a disfrutar más de la naturaleza y el ejercicio.
En definitiva, el vínculo con los perros no solo refleja una personalidad cálida y sociable, sino que también contribuye a un mayor bienestar físico y emocional.
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