Qué es la "infoxicación": síntomas y cómo afecta a la memoria y el bienestar psicológico

Mucha gente, de todas las edades, se queja de problemas de memoria. Es común escuchar frases como: "No recuerdo ni qué desayuné".

En los últimos años, he estudiado el Ayurveda, la medicina tradicional de la India reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) por su validez y aplicabilidad en el mundo actual. En sánscrito, ayu significa vida y veda, conocimiento. El Ayurveda aborda al ser humano de manera integral —cuerpo y mente conectados— y se enfoca en promover la salud física y mental.

Para esta columna, hablé con Matheus Macêdo, el primer brasileño en graduarse en medicina y Ayurveda en la India, donde actualmente realiza una maestría y residencia médica.

"En el mundo actual, una persona promedio consume más información en un día que la que muchos absorbían en un año entero hace un siglo", explica.

Imagen: Freepik.

Nuestro acceso a la información cambió drásticamente en los últimos 30 años. Antes de internet, la buscábamos en periódicos, radio o TV, y decidíamos cuándo leerla.
"Ahora tenemos acceso desproporcionado: nos llega las 24 horas, sin parar, a través del celular. Terminamos consumiendo mucha más información de la que nuestro cerebro puede digerir. Y entonces creemos que nuestra memoria falla".

Matheus explica que, en el Ayurveda, agni significa proceso digestivo. Pero no solo digerimos comida y bebida: también necesitamos procesar todo lo que nos llega del exterior —aromas, lo que aplicamos en la piel, lo que vemos, oímos, las relaciones y las emociones—. Agní también es la capacidad de asimilar información, procesarla y transformarla en ideas.

Pero ¿qué pasaría si vivieras en un banquete infinito, comiendo todo lo que se te presenta las 24 horas del día? Tendrías una indigestión.

Lo mismo ocurre con la información: recibimos mucho más de lo que podemos digerir, y ese exceso nos provoca una "indigestión mental".

"Nuestra memoria es selectiva por naturaleza: debe elegir qué guardar y qué descartar. Pero hoy accedemos a tanta información que la memoria termina desechando casi todo, porque no puede almacenarlo".

El problema no es la memoria, sino el volumen desorbitado de información al que estamos expuestos: "Lo anormal no es tu capacidad de recordar, sino nuestro consumo de información. Vivimos obsesionados recibiendo datos de todo el mundo, además de lo esencial para el trabajo, las relaciones y el día a día. Cuando te informás sobre todo lo que ocurre en Oriente Medio, el gobierno de EE.UU., la política china... y además gestionas tu vida cotidiana, saturas tu cuerpo y mente: te 'infoxicás'".

El término infoxicación (acuñado en 1996 por el físico español Alfons Cornellá) combina información e intoxicación. Describe el exceso de contenidos que no logramos asimilar, lo que genera dispersión, estrés y ansiedad.

Angélica Banhara, O Globo - GDA