Los beneficios de los rituales diarios en el trabajo, respaldados por la investigación

Un estudio recopiló información de personas que tienen ciertos rituales antes, durante o después de su jornada laboral.

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Parar y respirar: concentrarse en el aire que entra y sale por la nariz. Uno de los rituales que muchos haceh para comenzar el día.
Parar y respirar: concentrarse en el aire que entra y sale por la nariz. Uno de los rituales que muchos haceh para comenzar el día.
Foto: Freepik

Michael I. Norton/The New York Times
Si alguna vez le ha avergonzado la idea de tener que promulgar un ritual en el lugar de trabajo, sepa que usted no es el único. La frase “ritualesen el lugar de trabajo” puede evocar recuerdos de retiros corporativos forzados con actividades cliché y pérdida de confianza.

Pero sería un gran error descartar por completo los rituales en nuestros lugares de trabajo. Para demostrar la ubicuidad y utilidad de este tipo de rituales, pedí a los lectores de la publicación Harvard Business Review (HBR) que me hablaran de los suyos. Escuché a casi 140 lectores de 23 países diferentes (con un rango de edad que variaba entre los 24 y los 70 años). Luego, dividí las respuestas que proporcionaron en las categorías que menciono a continuación.

Para empezar la jornada.

Estos rituales fueron los más comunes entre todos los encuestados. El 79% dijo que tenían una práctica regular cada mañana. Los temas típicos incluyeron la oración, el ejercicio físico, la meditación y, por supuesto, el café.

Algunos ejemplos mencionados son:

— Los mejores días incluyen hacer ejercicio temprano y meditar. Un desayuno equilibrado y una taza de café. Durante el trayecto al trabajo, un podcast motivacional o un baile ruidoso en el coche. ¡Los días en los que suceden todas esas cosas son los mejores!

— Me despierto con un saludo al sol y gratitud por el día. Doy gracias a todas aquellas personas de las que aprenderé ese día, y les pido que den buenos consejos y comentarios a quienes tienen dificultades.

Rituales y el desempeño.

El uso de este tipo de rituales continuó una vez que las personas llegaron a la oficina.

Alrededor del 63% informó haber participado en un ritual antes de mantener reuniones o realizar presentaciones estresantes. Los temas más comunes se centraron en tipos específicos de preparación, diferentes tipos de ejercicios de respiración profunda y música.

Dos respuestas diferentes ilustran esto:

— Suelo mirarme al espejo y mentalizarme.

— Tengo una lista de canciones que escucho. No hace falta que la escuche toda; unas pocas canciones me ayudarán a sentirme seguro de mí mismo.

Rituales de equipo.

Si bien son menos habituales, el 38% de los lectores informaron tener al menos un ritual de equipo. Muchos de estos rituales tienen lugar durante las reuniones, y los tipos más comunes se centran en compartir buenas noticias, escuchar música y también hacer ejercicios de respiración.

Algunos ejemplos incluyen:

— En las reuniones internas de equipo que se celebran a través de Zoom, solemos comenzar con un ejercicio de respiración silenciosa de 90 segundos para permitir que todos nuestros compañeros de equipo se calmen y trasladen su presencia a esta reunión específica.

— Antes de empezar, compartimos los avances positivos; y, a veces, al final, lo que esperamos hacer durante los fines de semana.

Para finalizar la jornada.

Por último, los rituales también se utilizan a menudo para dejar atrás el trabajo al finalizar la jornada.

El 59% de los lectores afirmó tener un ritual para finalizar su día laboral. En este caso, las acciones más comunes implicaban desconectarse de la tecnología, crear un espacio para la transición y conectarse con la familia.

Algunos ejemplos incluyen:

— Cerrar todas las pestañas/aplicaciones abiertas en mi ordenador y apagarlo. Esto ayuda a marcar el final de un día, y evita que se active a la mañana siguiente cuando inicio sesión.

— Saco al perro a pasear durante 30 minutos al final de mi jornada laboral y escucho un podcast no relacionado con el trabajo. Es mi momento de descanso entre el cierre del ordenador y la transición a la vida hogareña. Aprovecho ese tiempo para relajarme antes de pasar al tiempo en familia.

Las respuestas de los lectores demuestran cuándo y dónde podemos utilizar eficazmente los rituales. Considere la posibilidad de probar enfoques similares, sin necesidad de aplausos.

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