"Las parejas que discuten son las que más se quieren, las que callan todo se separan"

Cada relación de pareja es única. No existe una fórmula mágica para que el vínculo funcione y sea duradero; sin embargo, hay pautas o señales que revelan cuáles son las cosas que se están haciendo bien y aquellas que no se deben conservar.
Tener opiniones contrarias o no entenderse en ciertas ocasiones no debe ser visto como algo malo. Es importante recordar que hay dos personalidades diferentes involucradas y se enfrentan día a día.

Para la psicóloga Cristina Martínez, el hecho de discutir no es una señal de alerta, sino que más bien, este acto revela la presencia de un cariño significativo. Según ella, se debe a que discutir es una oportunidad para entenderse mejor.

Callarse para evitar un conflicto o quitarle el espacio al momento en el que se consideran las ideas y los pensamientos de cada uno, es “autocondenarse al fracaso”, según explica Martínez.

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Con el objetivo de no crear confusiones, la psicóloga aborda la diferencia entre una discusión y un conflicto. Martínez parte de la idea de que estos dos conceptos no son lo mismo.

En este sentido, recomienda que cada vez que haya una inconformidad se opte por discutir y no por crear espacios de conflicto, ya que esto cambiará el rumbo del problema.

“Discutir es compartir tus ideas y necesidades de forma respetuosa. En cambio, pelear es imponer un punto de vista e invalidar el del otro, entrando en una guerra en la que ambos perderán”, asegura.

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• Mantener la calma frente a un detonante
  
• Buscar una forma respetuosa para iniciar la conversación
  
• Escuchar con empatía
  
• No interrumpir
  
• Fomentar las coincidencias

Si siguen al pie de la letra estos pasos, uno de los pilares de la relación estará siendo preservado. Con esta idea, se refiere a que la comunicación mutua primará antes que los intereses individuales.

“En una discusión no se trata de ganar, sino de encontrar una solución”. Por ello, es importante liberarse de egos, alteraciones o ideas muy arraigadas, ser claro y estar atento a lo que quiere expresar el otro.

El Tiempo - GDA