El silencio no solo calma nuestra mente, sino que, además, permite tener una comunicación neuronal más eficiente. Incluso, un estudio publicado en la revista ‘Brain Structure and Function’ reveló que suspender el ruido durante al menos dos horas al día puede ayudar con el crecimiento de nuevas neuronas.
De acuerdo con lo expresado en la investigación, la conciencia sin pensamientos, en la que no existe espacio para el ruido o preocupaciones constantes, permite generar células en el hipocampo, la zona encargada de la memoria, el aprendizaje y la regulación emocional de las personas.
Los expertos sugieren que eliminar de forma ocasional los impulsos producidos por pantallas, tráfico vehicular o conversaciones le otorga al cerebro descanso para reorganizar la información mientras activa un estado de regeneración. El cerebro puede sufrir cambios importantes en su estructura y funcionamiento tras tres días de silencio intencionado, lo que potencia la salud mental.
Los investigadores determinaron que la conciencia sin pensamientos impacta de forma significativa en la claridad mental, la estabilidad emocional y el rendimiento cognitivo de las personas. Los participantes demostraron mejoras en varios de sus sentidos, lo que indica que la reducción de estímulos externos aumenta la memoria, disminuye los errores y brinda mayor agilidad en la resolución de problemas.
El desarrollo emocional también es uno de los efectos positivos tras adoptar algunas horas de quietud en la rutina diaria, ya que los sujetos del estudio destacaron una menor presencia de la ansiedad y el estrés en sus vidas.
En este sentido, los investigadores aconsejan no utilizar pantallas en la mañana, tomar pausas en medio de las tareas o dejar de hacer cualquier actividad por al menos diez minutos.
Stephany Guzmán Ayala, El Tiempo/GDA
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