El acoso escolar es una de las principales problemáticas en los entornos educativos, afectando el bienestar emocional y académico de miles de estudiantes.
Este fenómeno no solo impacta a las víctimas directas, sino que también genera un ambiente negativo que dificulta el desarrollo integral de la comunidad escolar. La intervención oportuna de docentes y padres resulta esencial para prevenir y erradicar esta conducta, lo que subraya la necesidad de que los colegios implementen programas de prevención centrados en promover el respeto y la convivencia.
María Angélica Peña, coordinadora de años iniciales y líder KiVa, un programa contra el acoso escolar desarrollado en la Universidad de Turku, Finlandia, subrayó la importancia de abordar el acoso escolar desde una perspectiva grupal.
"El acoso escolar es un fenómeno grupal y social con tres protagonistas: la víctima, el acosador y los espectadores, activos y pasivos. Los colegios deben contar con programas escolares que les permitan prevenir, identificar e intervenir de manera efectiva el acoso escolar. Nuestro objetivo, como educadores, es construir un entorno en el que todos los estudiantes se sientan seguros, respetados y acompañados", afirmó Peña.
Cinco claves para combatir el acoso escolar
Para enfrentar de manera efectiva el acoso escolar, la experta recomendó cinco claves que deben implementarse en los colegios. Estas estrategias no solo buscan detener el acoso, sino también prevenirlo desde sus raíces.
Cambio de actitud de los espectadores: la prevención debe centrarse en modificar la actitud de los espectadores, instándolos a apoyar a la víctima en lugar de mantenerse indiferentes. Este cambio es clave para frenar el acoso y evitar nuevos incidentes.
Fomentar la empatía y la responsabilidad grupal: los estudiantes deben ser conscientes de su rol en la dinámica grupal y aprender a reconocer el daño que puede causar el acoso. Es esencial promover la empatía hacia las víctimas y asumir la responsabilidad de prevenir situaciones de acoso dentro de la comunidad escolar.

Atención oportuna a los casos reportados: los casos de acoso deben ser tratados con la máxima urgencia y eficacia. La intervención debe involucrar tanto a las víctimas como a los acosadores, así como a docentes y padres, para abordar la situación de forma integral.
Intervención y seguimiento continuo: es fundamental que los colegios implementen un proceso de intervención que incluya el seguimiento de los casos de acoso, garantizando que las situaciones se resuelvan de manera efectiva y no se repitan.
Compromiso sostenido de toda la comunidad: la lucha contra el acoso escolar no debe entenderse como una tarea puntual, sino como un compromiso continuo de toda la comunidad educativa. Este enfoque asegura la creación de un entorno escolar seguro y respetuoso a largo plazo.
Camila Paola Sánchez Fajardo/El Tiempo GDA