Redacción El País
No existen ejercicios “mágicos” para eliminar grasa localizada, pero sí rutinas que aumentan el gasto calórico, activan el core y favorecen la pérdida de grasa visceral (la que rodea los órganos).
Pero hay algunas rutinas que pueden ayudarte a complementar un régimen nutricional que es indispensable adoptar. Acá te mostramos tres de ellas.
1. Plancha frontal (plank)
- Cómo hacerla: apoyá antebrazos y puntas de los pies, con el cuerpo alineado (sin hundir ni arquear la espalda).
- Duración: comenzá con 20–30 segundos y aumentá gradualmente hasta 1 minuto.
- Beneficio: fortalece el abdomen profundo, mejora la postura y estabiliza el tronco.
2. Escaladores
- Cómo hacerlos: en posición de plancha alta, llevá las rodillas al pecho alternadamente a ritmo rápido.
- Duración: 3 series de 30 segundos con 20 segundos de descanso.
- Beneficio: combina trabajo cardiovascular y de core; acelera la quema de grasa.
3. Sentadillas con salto (jump squats)
- Cómo hacerlas: bajá en sentadilla (rodillas no sobrepasan los pies) y saltá al subir.
- Series: 3 de 15 repeticiones.
- Beneficio: activa grandes grupos musculares y eleva el metabolismo, ayudando a reducir grasa corporal total.
Tip: combiná estos ejercicios en una rutina tipo circuito (por ejemplo: plancha → escaladores → sentadillas con salto → 1 min de descanso → repetir 3 veces).
Alimentación para reducir el abdomen
- Déficit calórico moderado: no hace falta pasar hambre, pero sí ingerir menos calorías de las que gastás. Priorizá alimentos frescos y naturales.
- Proteínas magras en cada comida: (pescado, huevo, legumbres, pollo) ayudan a mantener masa muscular y sensación de saciedad.
- Menos azúcares simples y harinas refinadas: reducen los picos de insulina, que promueven el almacenamiento de grasa abdominal.
- Grasas saludables: incorporá palta, frutos secos, semillas y aceite de oliva.
- Fibra y agua: frutas, verduras y cereales integrales ayudan a regular el tránsito intestinal y la saciedad.
- Evitar alcohol y bebidas azucaradas: ambos favorecen la acumulación de grasa visceral.
Y no menos importante
Dormir bien (7–8 horas), manejar el estrés y mantener una rutina de ejercicio constante (al menos 150 min semanales de actividad aeróbica + fuerza) son pilares tan importantes como la dieta.