Gasto calórico y pérdida muscular: las ventajas —y los desafíos— de correr en la arena

Cada vez más personas se están sumando a este tipo de carrera de aventura que tiene playas, dunas y desiertos como escenarios principales para diversas competiciones deportivas.

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Carrera en la arena.
Foto: Phillip Wong/Flickr.

O Globo - GDA
El calor opresivo junto con la inestabilidad del suelo pueden convertirla experiencia de correr en la arena en un desafío que pone a prueba la resistencia mental y física. Sin embargo, cada vez más personas se están sumando a este tipo de carrera de aventura que tiene playas, dunas y desiertos como escenarios principales para diversas competiciones deportivas.

El desgaste físico aumenta casi un 15% cuando corremos en la arena, y es proporcional a la distancia: cuanto más recorres este tipo de terreno, más cansado se vuelve tu cuerpo.

Ante una disciplina física de largo alcance, que se llevará a cabo en terreno blando y bajo temperaturas extremas, el corazón se pone a prueba. Tendrás que enfrentar las consecuencias de este tipo de esfuerzo físico y la influencia del entorno. La arena suave requiere un gran esfuerzo físico de los músculos.

“El corazón necesitará un bombeo mayor y una mayor entrega de sangre, responsable de suministrar nutrientes y oxígeno a esos músculos para llevar a cabo la actividad. Con alta temperatura y humedad, el cuerpo necesita eliminar el calor que se forma por la mecánica muscular en uso y por una condición ambiental adversa. Esto implica que latirá más rápido para tratar de hacer que la sangre pase por la piel con mayor velocidad y, consecuentemente, eliminar el calor con esta acción. En este sentido, la tarea que nuestro corazón enfrenta es extrema”, explica el cardiólogo Luis Cicco, miembro de la Federación Argentina de Cardiología (FAC).

Conscientes de esta demanda, los corredores que eligen este tipo de carreras prefieren terrenos mixtos, donde las superficies más sólidas y con piedras permiten una zancada más limpia y un mejor amortiguamiento y rendimiento. Aunque no siempre es algo posible o factible de encontrar.

En cualquier caso, en la oferta de eventos hay opciones según los gustos personales, las distancias preferidas y los destinos con estas propuestas.

Torneos en el mundo

La Maratón des Sables (Maratón de las Arenas), celebrada ininterrumpidamente en el desierto del Sahara marroquí desde 1986, es una de las más conocidas y desafiantes. Aunque la primera edición contó solo con 23 participantes, hoy reúne a unos 1,400 atletas de élite de todo el planeta, quienes enfrentan y se exponen a situaciones extremas para alcanzar la meta.

En total, deberán recorrer 250 kilómetros divididos en etapas durante una semana. Son cinco etapas de 20 a 40 kilómetros cada una y una etapa de alrededor de 80 kilómetros. ¿El recorrido? Planicies, lagos secos, montañas, dunas, tramos rocosos, con subidas y bajadas y pendientes pronunciadas. Pero el detalle adicional que este evento agrega es la amplitud térmica que ronda los 40°C durante el día y cae drásticamente por la noche.

Solo por mencionar algunos eventos, en Chile existe uno con un formato similar. Los Cuatro Desiertos (RacingThePlanet) es una prueba autosuficiente, en la que el competidor debe llevar consigo la cantidad de agua durante casi todo el recorrido. Claro que cuenta con puestos de control donde los corredores son evaluados por un médico y atendidos según sea necesario.

En Argentina, la Maratón del Desierto, que se celebra ininterrumpidamente durante 23 años en Pinamar, ya es un clásico de cada verano. La competición alterna un circuito de aventura, donde es necesario atravesar dunas y senderos a metros del mar, con tramos donde se corre en el bosque.

Todo está organizado para que el corredor viva y disfrute la experiencia de principio a fin. Un equipo de emergencia experimentado, conocimiento del terreno, vehículos 4x4 ubicados en diferentes puntos para una visión clara de los participantes, comunicación y un plan de evacuación planificado y coordinado con el área de salud del municipio son algunos de los aspectos que se tienen en cuenta entre bastidores.

El año pasado, la ganadora fue la atleta argentina Valeria Sesto. Radicada en una pequeña ciudad de Inglaterra, corría descalza y, a los 50 años, tardó 58 minutos en superar los 10 km de dunas y correr en la arena, rumbo a la Costa Esmeralda.

Complicaciones

La preparación adecuada es esencial para evitar complicaciones y prevenir lesiones. Los problemas más frecuentes en este tipo de carreras suelen ser la insolación y la deshidratación. En aquellas que son más extensas y en terrenos que combinan desierto y montañas, la altitud suele ser un problema para aquellos que no conocen la ubicación geográfica.

“Un competidor inexperto, estando a 2.000 metros sobre el nivel del mar, por dar un ejemplo, notará la diferencia de oxígeno en su rendimiento. Además, generalmente hay una falta de hidratación suficiente y la aparición de calambres clásicos debido a la fatiga muscular y la pérdida de minerales por el sudor excesivo”, agrega Manuel Gamboa, corredor chileno con experiencia en este tipo de carreras.

Como señala el cardiólogo Luis Cicco, el ser humano es homeotérmico y luchamos por mantener la temperatura entre 36 y 37°C, independientemente de lo que nos rodea.

“Es importante que el profesional explique al paciente cómo responderá el cuerpo, qué sucederá con el rendimiento físico y cuál es la mejor manera de manejarlo”, concluye.

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